"Año uno" es quizás el cómic más importante que se haya hecho sobre uno de los iconos de la historieta: Batman. Se trata de una aguda reflexión sobre los orígenes del héroe de Gotham, una ciudad a la que le gusta estar sucia. No obstante, la grandeza de Miller fue lograr que también fuese un nuevo inicio para Jim Gordon, aquel policía íntegro que terminaría alcanzando un gran estatus en la franquicia.

Lauren Montgomery y Sam Liu captan a la perfección el estilo del cómic y su forma de hacer estas dos vidas paralelas. Bruce vuelve a su ciudad en avión y cargado de ansiedad por iniciar su Cruzada. Jimbo lo hace en un autobús modesto con la culpa de errores cometidos en el ejercicio del deber en Chicago. No podrían ser más distintos, si bien están destinados a combatir a los mismos enemigos.

A diferencia de las adaptaciones que podemos observar en "El regreso del caballero oscuro" (que son dos entregas), aquí no se suprimen los bocadillos de pensamiento. Es un acierto mayúsculo porque respeta mucho el modelo inicial y permite que entendamos las vicisitudes de ambos protagonistas.

El metraje es prácticamente perfecto, haciendo una labor de síntesis encomiable. Uno de los mejores sectores en los que ha invertido DC Comics es en la animación. Asimismo, se respeta la importancia de la sagaz Sarah Essen, un personaje que luego ha tenido un puesto de honor en el imaginario de los cómics del cruzado enmascarado.

La única pega de esta sobria y elegante adaptación es que va a aportar poco a nivel de sorprender a quienes ya conozcan la saga en viñetas. De cualquier modo, no se priven porque es un verdadero placer poder verla en la pantalla del televisor. Se acerca a una obra maestra irrepetible y lo logra con nota.