Sagaz adaptación de Samson Raphelson de la obra de Miklós László para contar una encantadora historia de amor de época, rodada con maestría por Ernst Lubitsch en uno de sus trabajos más logrados. Si hay filmes a los que les sienta bien el blanco y negro, "El bazar de las sorpresas" es uno de ellos. De inmediato, la cámara nos sumerge en este encantador decorado, formando parte de ese micro-cosmos de trabajadores que esperan la llegada del jefe.

Los diálogos están construidos a conciencia para lucimiento de una pareja estelar: la conformada por James Stewart y Margaret Sullavan. No tiene nada de extraño que repitiesen, puesto que su química en pantalla resulta innegable. Los dos se apoyan inmejorablemente en sus actuaciones.

El buen recuerdo de este romance a ciegas intentó ser devuelto a la cartelera en un proyecto de Hollywood con dos de los intérpretes de moda del momento: Tom Hanks y Meg Ryan. Pero "Tienes un email" no consiguió enganchar la magia de este bazar, a pesar de tener más recursos.

Con todo, quizás la riqueza de esta primera versión la tengan sus sensacionales secundarios. Otros empleados, camareros, clientes, etc. Se trata de un casting excelente con personas capaces de dotar de carisma donde apenas hay un par de frases en el libreto.

Profundo admirador del "toque Lubitsch", creo que su aventajado discípulo Billy Wilder terminó superando a su maestro (señal de que ambos hicieron muy bien su trabajo). En ocasiones, Lubitsch necesitaría un punto más romántico donde opta por el sarcasmo de clase media.

Sea como fuere, un envidiable clásico dentro del género.