Media votos
6,5
Votos
1.444
Críticas
1.442
Listas
17
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de El Libanés:
7
6,8
734
Cine negro. Intriga. Drama
En una pequeña ciudad de Connecticut, un sacerdote es asesinado en plena calle, y los ciudadanos exigen una intervención contundente de la policía. Todos los testigos identifican a John Waldron como el autor del crimen, pero éste se declara inocente, aunque nadie le cree. (FILMAFFINITY)
28 de enero de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de haber interpretado personajes en películas míticas (por ejemplo, "Laura"), una parte de la crítica y público parecen haber estereotipado a Dana Andrews como un actor de escasas capacidades artísticas y rostro de palo. Si bien tuvo la mala fortuna de coincidir en su día con algunos actores tremendos para el mismo tipo de papeles que a su físico mejor se le prestaban, una revisión a su carrera refleja papeles más que notables.
"El justiciero" es uno de ellos. Sin una gran abundancia de recursos, la sabia mano de Elia Kazan (carrera y motivaciones controvertidas, talento artístico innegable) logra este efecto boomerang de un delito terrible y la sed justiciera de una comunidad al completo, sacando petróleo de cada escena.
Muy bien contada y narrada, se trata de una obra de tribunales y testigos sospechosos, donde Andrews logra un personaje carismático y con aristas. Igual que el maestro Capra, Kazan se resiste a tener dudas reales sobre el sistema, escondiendo, no pocas veces, un mensaje muy conservador. Pero a la hora de hablar de entretenimiento y narración, nadie puede dudar de su sapiencia detrás de una cámara.
No de las más citadas en este género. Debería serlo.
"El justiciero" es uno de ellos. Sin una gran abundancia de recursos, la sabia mano de Elia Kazan (carrera y motivaciones controvertidas, talento artístico innegable) logra este efecto boomerang de un delito terrible y la sed justiciera de una comunidad al completo, sacando petróleo de cada escena.
Muy bien contada y narrada, se trata de una obra de tribunales y testigos sospechosos, donde Andrews logra un personaje carismático y con aristas. Igual que el maestro Capra, Kazan se resiste a tener dudas reales sobre el sistema, escondiendo, no pocas veces, un mensaje muy conservador. Pero a la hora de hablar de entretenimiento y narración, nadie puede dudar de su sapiencia detrás de una cámara.
No de las más citadas en este género. Debería serlo.