Uno de los encantos de Doraemon es la capacidad inventiva del felino y su status quo casi siempre respetado con el desastroso (aunque adorable) Nobita. Sin embargo, lo que funciona bien en pequeños capítulos cortos necesita algo más para llevarse a cinta. Apenas un año después de este film, los responsables dieron un giro estupendo al asunto con "Stand by me", que podría ser casi el cierre ideal del querido personaje.

La aventura tiene el problema del título. Holmes es un apellido que invita a pensar en deducción, intriga y misterios por resolver. En este caso, todo queda en una fantasía futurista muy colorida y sin ningún sentido. Evidentemente, los más pequeños de la casa disfrutarán del asunto, pero para el resto puede ser una tortura interminable, puesto que el metraje es bastante generoso.

No es que uno espere hallar "Asesinato por decreto" cuando es universalmente conocido este universo, si bien sus estudios han hecho cosas que permitían que espectros de todas las edades se sintieran cómodos ante el producto final.

En este caso, solamente apta para fans de la casas que sigan siendo los/as peques. Cualquier otro caso, nos dejaría sin pistas de por qué gusta y tiene ese aprobado en filmaffinity.