"Viernes 11 de Octubre, llego al cine; compro una entrada para "Joker", el bol grande de palomitas y una Fanta naranja. Entro a la sala 1, busco mi asiento, me pongo cómodo y la película empieza. Dos horas después salgo del cine cantando y bailando con una gran sonrisa en mi cara. Llegue a casa y esa película me dio unas ganas insanas de matar a gente, porque todo el mundo sabe que el cine engendra la violencia y no está sociedad en la que vivimos". Ahora en serio, "Joker" es una de las mejores películas de este año y un paso adelante en el género de superhéroes, los westerns del siglo XXI.

Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) es un hombre con diversos problemas mentales que vive con su madre y trabaja de payaso en la podrida ciudad de Gotham. A través de sus ojos observamos como la sociedad lo margina y maltrate hasta el punto de provocar en él un descenso hasta los infiernos de la locura, lo que poco a poco despertará al psicópata que lleva dentro.

Lo primero es lo primero, DADLE EL OSCAR A JOAQUIN PHOENIX YA; su interpretación es sublime (como siempre) pero tiene algo que sus anteriores interpretaciones no tienen, es una gozada verle en estado de gracia. Todd Philips ha sido la gran sorpresa de la película, una dirección muy intima, tétrica, oscura y claustrofóbica que te mete de lleno en la retorcida mente de Arthur (Y este tio venia de dirigir la trilogía de "The Hangover"). El guión esta muy bien aunque presenta demasiadas similitudes con "Taxi Driver". La oscuridad de Gotham y lo mucho que se exprime la ciudad da pie a crear una atmósfera poderosa y un universo muy rico. La música jazz de los años veinte ayuda a volver aún más inquietante a la película. He dicho ya que Joaquin Phoenix se merece el Oscar?

En resumén, alegra esa cara.