Pensaba ponerle una buena nota, y la verdad es que ha medida que avanza la película y se va complicando me ha ido gustando más y más… Esperaba que no metieran la pata con el final y resulta que no saben hacerlo de otra manera los americanitos, con sus abogado-policias que investigan el crimen, sus psicópatas inteligentísimos y sus melodramas con final feliz.

Es, de verdad, alucinante ¿Cómo se puede cagarla tanto al final? Vulnerando derechos fundamentales porque sí, asesinando a sus presos en celdas de aislamiento… ¿Y al final el bueno es un tipo de semejante calaña? El abogado mata al superasesino en serie, hace tratos con pederastas… y después de todo ¿Final feliz? ¿La justicia triunfa? ¿Ese es el meollo de la cuestión? Siempre con buenos muy buenos y malos muy malos. Ésta vez se han equivocado de bueno, y de malo, no han sabido estar a la altura de sus personajes y los han llevado a un final de mierda.

Creo que ni el director ni el guionista se han atrevido a crear historias como “El club de la lucha” o “12 monos”, o incluso “V de vendetta”… y han forzado ese final feliz con sonrisa y familia feliz incluida, el bueno a matado al mano, y está orgulloso de ello, qué decepcionante, menuda pérdida de tiempo.

Lo mejor: Gerard Butler, que aunque ahora se ha pasado a comedias románticas, lo considero un gran actor.

Lo peor: Todo lo demás, incluyendo un final al más puro estilo: “Y fueron felices y comieron perdices”.