Primera de las dos partes de una apuesta personal de Tarantino, elevando con ello el género de las artes marciales a un nivel superior, aun así se ve influenciada, en gran manera, por los clásicos de Bruce Lee (incluso estéticamente) o las blaxploitation movies de los setenta (aunque en menor medida que su anterior obra "Jackie Brown").
El hilo conductor de la historia es la venganza. Venganza por parte de Uma Thurman (la particular musa del director) que se enfrentará a todo tipo de peligros y cosnpiraciones con tal de apaciguar la ira contraída contra Bill (Carradine) que años atrás la dejó en coma, sin marido y sin hijo el día de su boda.
Además el controvertido director le imprime al film una estética heredera del anime japonés con constántes y sangrientas peleas a sable, narradas con una coreografía muy elaborada.
Otro aspecto muy cuidadado en la película es su excelente banda sonora, con grupos relativamente desconocidos para el gran público, y que bajo la supervisión del propio director,
conforman un conjunto de canciones que el espectador asocia indeleblemente con el film.