Creo que los usuarios que han valorado con tan buena nota esta serie no la han visto entera. Los primeros episodios son de lo más ingenuo, una copia de "Expediente X" para niños, pero luego la cosa se vuelve bastante manipuladora.

Bajo la forma de la aventura veraniega de dos hermanos y su tío cascarrabias, se esconde un mensaje inequívoco: hay que matar a Dios.
Ya hemos visto este tipo de mensaje en otras producciones de Disney como "Guardianes de la galaxia volumen 2", pero aquí es mucho más burdo y dirigido a un público de menos años.

La cuestión es que el gran villano de la serie es un ser todopoderoso que tiene forma de triangulo con un ojo en medio, ¿os suena de algo?

Por supuesto esta imagen de Dios quiere acabar nuestro bonito mundo, sin ninguna razón aparente, y los niños deben acabar con él ayudados por un científico, ah, la luz de la ciencia.
Si a a esto le unimos que en su pandilla hay una niña transgénero y que el Sheriff del pueblo es gay ya esta la fiesta woke montada.