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Voto de Jose_Lopez_5:
5
5,2
12.503
Comedia. Acción
Adaptación de la serie homónima de televisión de los años 60, interpretada por Don Adams y Barbara Feldon. El despistado y atolondrado Superagente 86 (Steve Carell) de la agencia de inteligencia gubernamental C.O.N.T.R.O.L. lucha contra las fuerzas del mal encarnadas por la agencia rival K.A.O.S. Su inseparable compañera es la agente 99 (Anne Hathaway). (FILMAFFINITY)
2 de abril de 2020
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Las películas de James Bond estaban pidiendo una parodia casi desde su primera entrega. Todo en ellas era tan excesivo, tan inverosímil, que solo hacía falta un pequeño empujón para traspasar la línea que separaba la exageración de la caricatura. Como, además, la Guerra Fría había impuesto una atmósfera saturada de conspiraciones y enemigos rojos en las sombras, la situación se prestaba a la expulsión de vapor por algún sitio. A Mel Brooks no se le escapó nada de aquello y, junto con Buck Henry, idearon una serie de TV estrenada en EE.UU. durante la segunda mitad de los 60: "Get Smart".
La serie giraba en torno a las desventuras de un patoso agente secreto, Maxwell Smart, que trabajaba para una secretísima agencia gubernamental apodada CONTROL, un remedo ridículo de la CIA, al objeto de combatir a su principal némesis, la malvada organización KAOS, versión burda del espionaje soviético. En España la serie se estrenó tiempo después bajo el nombre de "Superagente 86". Un título que obedecía, por un lado, a la muy nuestra tradición de rebautizar con títulos obvios a todo lo que llegaba de fuera; por otro, a que aquí nadie tenía ni puta idea de inglés.
Haciendo uso de una incompetencia y bobaliconería superlativas, Max, conocido como agente "86", se las veía en toda clase de situaciones chorras junto a su colega, la agente "99". Para ello disponía de multitud de gadgets que, como no podía ser de otra manera, eran copias a cual más extravagante de las invenciones que "Q" entregaba a 007 en cada película. De entre ellas, el zapatófono, precursor imprevisto de los teléfonos móviles, acabaría siendo la más recordada.
La serie, además, contó con dos largometrajes tardíos rodados a principio y final de los 80, aunque sin ningún éxito. Uno para la gran pantalla en 1980 y otro para la pequeña en el 89. Decir que olían a naftalina sería quedarse corto, pues su humor inocentón y extremadamente infantil ya no tenía cabida en esa década. No contentos, a mediados de los 90 se intentó recuperar la serie, ahora con el hijo de "Max" en el papel de despistado agente. Duró siete episodios. El mundo había cambiado demasiado desde los 60 (véase spoiler 1).
A pesar de estas pifias, en 1998 se empezó a trabajar en un proyecto para volver a rodar una película, aunque no acabaría de ver la luz hasta diez años después, probablemente en un intento por aprovechar esa nostalgia que aún perdura. Steve Carrell y Anne Hathaway fueron los elegidos para los papeles de "86" y "99". Asimismo, se hizo un esfuerzo por mantener las ideas básicas de la serie original (véase spoiler 2), aunque actualizando las situaciones y el humor tontorrón a una época mas contemporánea. Es decir, casi la misma inocencia boba pero sin oler al baúl del abuelo.
La película, honestamente, no tiene nada de especial, aunque es superior a aquellos dos largometrajes ochenteros. Ni Carrell ni Hathaway hacen nada del otro mundo, limitándose a cumplir. Humor inocentón, malos de opereta (marca de la casa de Mel Brooks) y un Dwayne Johnson haciendo currículo años antes de montar su propia productora y terminar forrándose. Todo ello en un universo particular de personajes con personalidad de dibujo animado (como la serie, vaya). Su desmesurado presupuesto de $80 millones no se ve por ninguna parte.
En resumen, otro producto nacido bajo el paraguas de la nostalgia. Si la ve sin haber conocido la serie original, le parecerá una película tonta. Si ya sabe por propia experiencia lo que es una exploración prostática y recuerda sus orígenes, identificará un puñado de guiños y, quizás, digo solo quizás, se le escape alguna sonrisa de complicidad. No es mala, pero no brilla por ningún lado. La Hathaway está para empotrarla. Pero esa es otra historia.
La serie giraba en torno a las desventuras de un patoso agente secreto, Maxwell Smart, que trabajaba para una secretísima agencia gubernamental apodada CONTROL, un remedo ridículo de la CIA, al objeto de combatir a su principal némesis, la malvada organización KAOS, versión burda del espionaje soviético. En España la serie se estrenó tiempo después bajo el nombre de "Superagente 86". Un título que obedecía, por un lado, a la muy nuestra tradición de rebautizar con títulos obvios a todo lo que llegaba de fuera; por otro, a que aquí nadie tenía ni puta idea de inglés.
Haciendo uso de una incompetencia y bobaliconería superlativas, Max, conocido como agente "86", se las veía en toda clase de situaciones chorras junto a su colega, la agente "99". Para ello disponía de multitud de gadgets que, como no podía ser de otra manera, eran copias a cual más extravagante de las invenciones que "Q" entregaba a 007 en cada película. De entre ellas, el zapatófono, precursor imprevisto de los teléfonos móviles, acabaría siendo la más recordada.
La serie, además, contó con dos largometrajes tardíos rodados a principio y final de los 80, aunque sin ningún éxito. Uno para la gran pantalla en 1980 y otro para la pequeña en el 89. Decir que olían a naftalina sería quedarse corto, pues su humor inocentón y extremadamente infantil ya no tenía cabida en esa década. No contentos, a mediados de los 90 se intentó recuperar la serie, ahora con el hijo de "Max" en el papel de despistado agente. Duró siete episodios. El mundo había cambiado demasiado desde los 60 (véase spoiler 1).
A pesar de estas pifias, en 1998 se empezó a trabajar en un proyecto para volver a rodar una película, aunque no acabaría de ver la luz hasta diez años después, probablemente en un intento por aprovechar esa nostalgia que aún perdura. Steve Carrell y Anne Hathaway fueron los elegidos para los papeles de "86" y "99". Asimismo, se hizo un esfuerzo por mantener las ideas básicas de la serie original (véase spoiler 2), aunque actualizando las situaciones y el humor tontorrón a una época mas contemporánea. Es decir, casi la misma inocencia boba pero sin oler al baúl del abuelo.
La película, honestamente, no tiene nada de especial, aunque es superior a aquellos dos largometrajes ochenteros. Ni Carrell ni Hathaway hacen nada del otro mundo, limitándose a cumplir. Humor inocentón, malos de opereta (marca de la casa de Mel Brooks) y un Dwayne Johnson haciendo currículo años antes de montar su propia productora y terminar forrándose. Todo ello en un universo particular de personajes con personalidad de dibujo animado (como la serie, vaya). Su desmesurado presupuesto de $80 millones no se ve por ninguna parte.
En resumen, otro producto nacido bajo el paraguas de la nostalgia. Si la ve sin haber conocido la serie original, le parecerá una película tonta. Si ya sabe por propia experiencia lo que es una exploración prostática y recuerda sus orígenes, identificará un puñado de guiños y, quizás, digo solo quizás, se le escape alguna sonrisa de complicidad. No es mala, pero no brilla por ningún lado. La Hathaway está para empotrarla. Pero esa es otra historia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
1) Don Adams, el actor que dio vida a Maxwell "86" Smart, tenía un pasado militar, pues participó en la batalla de Guadalcanal (1942-43), en donde su pelotón fue acribillado hasta solo quedar él. Tras esquivar la muerte por segunda vez debido a la fiebre de aguas negras, se volcó en el mundo actoral. Después del éxito de esta serie, se pasó el resto de su vida a la sombra del personaje, no logrando casi nunca ir más allá de películas para TV y apariciones en series. Como tantos actores encasillados sin piedad, se tuvo que buscar la vida allí donde su cara no aparecía: como actor de doblaje. Falleció en el 2005. Su compañera de reparto, Barbara Feldon, alias "99", aún vive a fecha de hoy.
Dé las gracias a la Wikipedia.
2) Pero lo básico, básico. CONTROL, KAOS, el patoso del protagonista, su compañera y poco más. Porque lo cierto es que aquí han insertado un puñado de cambios en las personalidades de los protagonistas, sus habilidades y sus relaciones. Sospecho que un agente tan inútil como aquél al que dio vida Don Adams sería rechazado por la mayoría del público.
Dé las gracias a la Wikipedia.
2) Pero lo básico, básico. CONTROL, KAOS, el patoso del protagonista, su compañera y poco más. Porque lo cierto es que aquí han insertado un puñado de cambios en las personalidades de los protagonistas, sus habilidades y sus relaciones. Sospecho que un agente tan inútil como aquél al que dio vida Don Adams sería rechazado por la mayoría del público.