Recuerdo que en Hazme reír (Funny People) Sandler se burlaba con gracia de sí mismo interpretando a un cómico de éxito en cuya filmografía se acumulaban película a cual más estúpida, incluida una en la que hacía de sireno (sic). Pues bien, ahora Sandler demuestra que la realidad siempre supera a la ficción y se travista para dar vida tanto al protagonista de esta cinta como a su insufrible hermana gemela.

Y ya está. Ésa es la gracia de la cinta: ver a Sandler vestido de mujer, transpirando y tirándose pedos a diestro y siniestro. Bueno, y también ver cómo Al Pacino, quien se interpreta a sí mismo, se enamora perdidamente de nuestra protagonista…

Vale, lo reconozco, me he reído un par de veces (con algún gag no demasiado elaborado, todo sea dicho de paso), pero ello no evita que estemos ante un subproducto (¡cómo pudo costar esta tontería cerca de ochenta millones de dólares!) insulso a la medida de su protagonista y de sus fans, quienes, por muy basuresco que sea el resultado final, siempre acuden en masa a ver la enésima payasada de Sandler y compañía. Aquí tenemos la prueba.