Nos estamos cargando el planeta y lo sabemos. Somos la lacra de la naturaleza, que arrasa y desola cuanto se encuentra a su paso. Somos los hijos desagradecidos de la "Madre Tierra", y ésta se está cansando de sus desagradecidos retoños. Y mucho. Y la "Madre Tierra" y la "Madre Naturaleza" son muy amantes sí, pero tienen una mala hostia que asusta e innumerables recursos para limpiar de su faz a tan molestos inquilinos. Se supone que el ser humano es el único animal con consciencia, será por esto que sólo nosotros podemos ser unos inconscientes. Lo bueno; que podemos recuperar la consciencia de nuestros actos y quizás todavía no sea demasiado tarde para nosotros.

Intento recordar, y no logro acordarme de ninguna película que haya jugado de forma tan magistral con el terror hacia lo intangible. No soy un incondicional de Shyamalan, pero tengo que admitir que cada vez que me he puesto enfrente de una de sus obras me ha sorprendido y conmocionado y hecho reflexionar sobre la fantástica historia de la que me ha hecho participe.
El tío escribe, produce y dirige. A veces es mejor hacer muchas cosas bien que ser excelente en una. Chapeau.