Un tema tan inquietante como las psicofonías o las F.E.V. sería motivo suficiente para hacer una buena película, si no de terror, al menos de suspense. Pues bien, "White Noise" no es ni lo uno ni lo otro, se queda a medio camino entre ambas fronteras y no tiene fuerza suficiente ni para inquietar ni para dar miedo.

La sensación general es de haberse perdido la idea principal en detrimento de una especie de suspense tipo médium sobrenatural, más visto que el tebeo, pero con la diferencia de que la médium que ayuda a resolver los casos es la esposa de Michael Keaton, muerta en extrañas circunstancias, la que ayuda a su esposo desde el Más Allá. Su clarividencia consiste en ver muertes que están a punto de acontecer, y es aquí donde la película se derrama por todos lados. Su pretendido aire de suspense se queda en una especie de limbo del que no sale en toda la proyección, dejando al espectador con una actitud más bien indiferente ante todo lo que va sucediendo.

Se pueden salvar algunos momentos en los que Michael Keaton intenta obsesivamente establecer contacto con su esposa, los mejores del filme, pero ni los pretendidos sustos son sustos ni nada de nada. Sax utiliza el socorrido recurso del sobresalto ruidoso, pues no tiene otra manera de asustar al respetable.

Las intenciones de Geoffrey Sax se han quedado en el Más Allá y no han sabido dar el paso a nuestra realidad. Para ver sin más pretensiones.