Identidad desconocida

Si hubiera que hacer una ratio entre el género que más dinero ha dado al cine, y al mismo tiempo en la otra coordenada el de peor calidad, ganaría por K.O. el cine de acción. Todas las décadas han tenido sus pelotazos en este campo, y en la actual podíamos dar ese premio sin muchas dudas a la saga de Bourne.

Más o menos las tres entregas todas son iguales, tienen una estructura fotocopiada, introducen los mismos giros y buscan las secuencias sin cerebro continuamente, que si lucha cuerpo a cuerpo, persecuciones en coche, caídas imposibles y todo tipo de artefactos narrativos.

Lo peor de estas películas no son la inverosimilitud de las escenas de acción, son productos palomiteros que de eso viven, sino la profunda arrogancia los norteamericanos en considerar a Europa como un tablero donde mover sus piezas sin ningún control jurídico. En esta primera parte Jason Bourne y otros colegas de profesión jugarán con la policía suiza y francesa mientras resuelven entre ellos sus disputas.

Señores, que se les meta en la cabeza, la C.I.A. nunca ha tenido los mejores agentes, sólo ha tenido más dinero que otras agencias para comprar y sobornar a otros espías. Y Jason Bourne es un flipado si piensa que va por París como si fuera el Jarama y que la Direction générale de la sécurité extérieure francesa es un florero.

Desgraciadamente la realidad es otra y se expresa de esta forma: 928 estadounidense muertos en Afganistán. 4.328 estadounidenses muertos en Irak. A los que hay que sumar los más de 50.000 heridos en ambos conflictos. Con lo fácil que hubiera sido mandar a Bourne para encontrar a Bin Laden, al Mullah Omar o incluso al ratoncito Pérez.

El héroe ha vuelto, que la Marvel tiemble, Bourne no necesita tener superpoderes para arrasar con todo lo que se le ponga delante. Trepa, aostia, sabe que puede correr 800 metros sin que le duelan las piernas, sabe exactamente cuanta gente hay, sabe cuanto pesan, sabe 100 idiomas, 300 dialectos, y sabe cortar el pelo que ni LLongueras. Pero eso si, sufre amnesia y es muy, pero que muy sensible.

Esta película es una mierda, pero bastante grande....sólo apta para empalmados como diría uno que yo me se.

Mundo hi-tech, diálogos estúpidos, persecuciones con un mini, peleas de artes marciales, chico conoce chica, pero ¿qué es esto?. Todas las fantasmadas del cine unidas...Yo creí que toda esa basura ya estaba superada...¿y me encuentro con un 7 de media en esta página?¿Esta es una página de cinéfilos o de flipaos? Estoy cabreado. A mí también me apetece ver pelis de entretenimiento de vez en cuando, pero ésta es una bazofia para cerebros entumecidos. La persecución con el mini es tan estrambótica como la de "granujas a todo ritmo"...¡pero ésta va en serio!!!¿Cómo puede el cine norteamericano haber retrocedido tanto?

Y me da rabia porque Liman no será recordado por dar el pistoletazo a esta notable saga de espías, será recordado por patochadas del calibre de Sr y Sra Smith, muy entretenida eso sí.
Pero es que la saga Bourne casa inevitablemente con el estilo visual de Greengrass, la cámara nerviosa y el ritmo visual frenético le vienen como anillo al dedo.
Pero al Cesar lo que es del Cesar, esta primera parte no cojea por ningún sitio y argumentalmente incluso me parece más profunda que sus secuelas.
En definitiva solo quiero recomendarla a quien no la haya visto, que serán pocos, yo la tenía olvidada y minusvalorada en mi mente, y tengo amigos que han visto sus secuelas y no han visto esta.

Y así, como el título de esta crítica, es cómo se transcribe esta película en un texto: con un comienzo de búsqueda de personajes, de saber dónde se encuentra uno (búsqueda de identidad), luego se pasa a la acción que embriaga de un tirón y se empeña en que no sabe cómo terminar.
Ritmo trepidante, excepto cuando las americanadas del drama empiezan a sobrar. Personaje estupendo, reeditado, pero con mejoras. El mejor espía que he visto en mucho tiempo, incluso sin que él lo sepa, genial. Banda sonora apropiada, pero sin extravagancias ni sobresaltos, no lloremos de emoción. La acción es su punto fuerte, y declara ser una buena película por ello, mantiene pegado al espectador un sofá que suele percibirse incómodo con Hollywood ultimamente en este tipo de cintas.
Pero como sé que existen otras dos secuelas, me quedo esperando que acabe con un final de escándalo o me deje con la intriga de ver la siguiente, pero me deja indiferente, un chasco, pero seguramente problema mío.
Buen guión, aunque se podría haber sacado más jugo a cómo consigue enterarse de su identidad, su empresa es inocua, no tienen firmeza en los altos cargos.

Es buena, innovadora, muy interesante, y no emociona en los momentos "drama", los niños ya huelen (me refiero al argumento de utilizarlos como defensa de la ternura).
Me gusta Damon, me gusta Potente y me gusta (aunque sólo un rato) Owen. Veamos qué nos depara la segunda parte, el Mito.