Haz click aquí para copiar la URL

Alexander Nevsky

Drama. Aventuras Siglo XIII. Relato épico sobre el príncipe Alexander Nevsky, que defendió victoriosamente el norte de Rusia del ataque de los teutones: la batalla se libró sobre la superficie helada del lago Peipus. También tuvo que hacer frente a la invasión de Rusia por el ejército mongol dirigido por Gengis Khan. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
9 de noviembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buen recuerdo de cómo los nacionalismos juegan un papel determinante en el desarrollo de los países, así hoy 800 años después del hito histórico que recrea excelentemente la película se hable del mundo globalizado. Eisenstein y Prokofiev logran mostrar toda la majestuosidad del séptimo arte al sumar lo visual con lo musical.
Edmundo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de junio de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En efecto...juego artístico de gran calidad muy cercano al cine mudo y cuyo fin, absolutamente heroico y nada bélico, se centra en la narración final de la gran batalla del lago (única contienda de lucha), exquisitamente detallada por el compositor ruso Sergei Prokofiev.
Nos encontraremos, a lo largo del metraje, con momentos que, basados en la partitura, van aglutinando el valor narrativo y global del filme.
Una obra, en definitiva, muy aconsejable, pero sólo para los cinéfilos atrevidos.
End Titles Blog
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de abril de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me temo que a “Alexander Nevsky” no le ha sentado tan bien el paso del tiempo como a su hermana mayor —es trece años anterior— “Bronenosets Potyomkin” (El acorazado Potemkin, 1925). O será que la copia a la que he tenido acceso no estaba en las condiciones idóneas —la verdad, le urgía una restauración a conciencia—, especialmente en lo tocante al aspecto sonoro. A ese respecto apenas si he podido atisbar algunas trazas del monumental “score” compuesto por Serguéi Prokófiev. Hablando de lo cual, la primera “talkie” de Eisenstein arrastra aún demasiados tics del cine mudo, entre ellos y ciertamente molesta, la hipergestualidad de unos intérpretes que, o bien no habían cambiado el chip o bien se sometieron a la concepción teatralizante, operística en el peor sentido de ambos términos, que su director albergaba para con el incipiente género.
Conviene no perder de vista, sin embargo, la pesada carga propagandística que “Alexander Nevsky” lleva sobre sus hombros. El contexto —siempre, pero todavía más en el caso que nos ocupa— ejerce una influencia capital tanto en la forma como en el contenido. Estamos en 1938, en pleno estalinismo triunfante —el tercero de los “Procesos de Moscú” acaba de culminar la “Gran Purga” de la década de los treinta— y a pocos meses del estallido de la segunda Guerra Mundial, durante la que dos cosmovisiones antagónicas como el nazismo y el comunismo habrían de resolver sus diferencias por la vía del exterminio mutuo —previo pasteleo en Polonia merced al vergonzante pacto Ribbentrop-Molotov—. La interpretación estaliniana del marxismo-leninismo es tan particular que pasa por una exaltación del nacionalismo ruso bastante alejada de la tesis que reza que el proletariado no tiene patria. Todo relato nacionalista se construye a base de mitos más o menos verosímiles en que el “nosotros” se enfrenta a un “ellos” encarnación de todo lo que al “nosotros” repugna. El del príncipe Alejandro Nevski levantando al pueblo contra el pérfido invasor teutónico —cuya infantería se toca con cascos de la Wehrmacht, qué importa que los hechos narrados sucedan en el siglo XIII— encaja en dicho constructo de la (sin) razón como un traje a medida. También a nivel estético la película obedece a la regresión instaurada bajo los años de plomo del “Padrecito”. Para cuando “Alexander Nevsky” se rueda, los iniciales coqueteos de la revolución con las vanguardias ya forman parte casi de la prehistoria. Impera, por el contrario, un esculturalismo de cartón piedra en la línea del realismo socialista, sólo quebrantado en las escenas dedicadas a la perfidia de la Orden Teutónica, de tan hiperbólicas, caricaturescas, y por ende mucho más dinámicas, hasta en ocasiones aproximarse a postulados expresionistas.
Técnicamente, la célebre batalla sobre el lago helado está bien resuelta, sobre todo habida cuenta de los medios con que se contaba en la época y la muchedumbre que participa. Eisenstein, que ha pasado a la historia como un genio del montaje, recurre al entrelazado de breves planos cortos —como hiciera en la icónica escena de la escalera de “Bronenosets Potyomkin”—, que combina con grandes panorámicas de los movimientos de tropas. El problema radica en la reiteración “ad nauseam” de algunos de aquéllos planos cortos, dedicados a los mandobles que, a diestro y siniestro y sin desfallecer, reparten los héroes de la patria rusa. El ritmo de la —de por sí larguísima— escena se resiente sin que la pertinaz repetición aporte nada reseñable a cambio.
Carorpar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida obra épica sobre este caudillo ruso.

Muy buenas imágenes, francamente artísticas. Además, es un film razonablemente entretenido aunque cargue con la dificultad de ser una película de años de la URSS y de 1938.
Se sigue con gusto y es interesante de ver.

Es más bien un film de propaganda ruso contra los nazis. Aprovechan la analogía histórica entre la defensa de Nevsky frente a los caballeros teutónicos y la amenaza de la Alemania nazi en esos años (1938).
Otra vez los alemanes son los malos, malosos, y crueles...

Las escenas de batallas son bastante aceptables (especialmente la que se desarrolla sobre el lago helado) y hay mucha épica en casi todas tomas. Es una película que cumple con su propósito de inflamar el corazón patrio del ruso, pero lo hace de una forma plástica y estética.

Ofrece un enfoque favorecedor del personaje y sin profundizar demasiado en él. El pueblo llano está, por supuesto, encantado con este caudillo.

Aparte de su valor artístico, esta película es un documento histórico de la época por la que pasaba la URSS entonces que merece ser analizado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jose Solo Z
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de junio de 2009
16 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Nacional-bolchevismo es un movimiento político bastante presente hoy en Rusia, y que básicamente conjuga fascismo, ultranacionalismo y comunismo. En realidad cuando uno lee los textos de Aleksandr Dughin, quizá su ideólogo más notable, no es algo que realmente sorprenda o me resulta totalmente nuevo. La URSS de Stalin ya era así.

¿Lo socialista predominaba más que lo nacionalista? No, para nada. ¿Se exaltaba más la patria o al trabajador? Ni lo duden, lo primero siempre. Sería muy largo de explicar, pero básicamente el comunismo no ha existido nunca, y cuando ha alcanzado el éxito, se ha vuelto inmediatamente imperialista. Por eso quizá el comunismo sólo puede existir en la oposición, donde parece más entrañable y con valores más acordes al sentido común.

La URSS ha sido el gran estado imperialista y militarista del siglo XX, a años luz están los Estados Unidos. Y el cine lo refleja, claro está. “Alexander Nevsky” es una de las mejores películas fachas que se han hecho jamás. Presentarse como víctimas inofensivas y a los alemanes como viles agresores es sólo una estrategia para ganar tiempo, mientras los soviéticos en pocas fechas después se pondrían a invadir Finlandia, los países bálticos o Polonia –por no hablar del tema siberiano- hay que echarle morro. Pero la vida es así. Lo territorial siempre puede con lo ideológico, siempre. Lo geográfico es más potente que lo político, siempre.

Lo que pasa es que la gente joven sobre todo, es idealista, y se creen los cuentos de un señor que murió hace muchos años. Si a los mismos que votan diez a este fascistoide “Alexander Nevsky” les pones “Los últimos de Filipinas” se llevarán las manos a la cabeza. Una está bien vista y otra no.

Y claro que Sergei M. Eisenstein es un genio, y en esta tenemos algunas secuencias de un nivel estratosférico, pero no deja de ser un esbirro de lo que le mandaban. Me encantaría que hubiera resucitado hace unos años Eisenstein y se hubiera puesto a rodar una obra maestra para la Israel de Sharon. Me gustaría ver donde queda el montaje y las técnicas para algunos. Que a estas alturas no se engaña a nadie.

Concluimos, “Alexander Nevsky” sobresaliente como creación artística estatal facha, y suspenso como mensaje y argumento tendente al odio, la enemistad, el chauvinismo y la xenofobia hacia los demás, muy propio de los comunistas que han llegado al poder.
vircenguetorix
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow