Está detrás de ti

Uhhh que emoción, ¡mi primer crítica en filmaffinity!
Muy buena película que vi hace un par de horas y la sigo pensando y pensando.

Destaco ciertos puntos que la hacen especial:
- Fotografía cuidada, excelentes actuaciones, genial dirección.
- Sexualidad desde un punto de vista femenino.
- No trata a los personajes adolescentes como gente estúpida.

Esta película contiene muchas metáforas. Yo pude encontrar tres, pero seguro hay más...

1) El monstruoso SIDA
Quien fue niño en los 80's conoce la paranoia en esa época sobre el VIH. Recuerdo mis padres advirtiéndome, en la TV informando las formas de contagio; esa enfermedad fue tratada como si fuera un monstruo que te arrebataba la vida si decidías ser promiscua.
Vi que en varias críticas hacían referencia a las enfermedades de transmisión sexual, pero creo que no es a cualquiera sino más específicamente al VIH. El director es joven y debió haber pasado por la misma paranoia en los 80's.

2) La adolescencia como un período difícil donde decides quién quieres ser por el resto de tu vida.
Creo que la temática principal de la película es esa transición traumática de la inocencia a la edad adulta que todos debemos pasar. La responsabilidad de ser un adulto.

3) El paso del tiempo
El sexo como manifestación de la vida. La muerte que se avecina con el paso del tiempo. Quien tiene sexo continúa arraigado a la vida.

---> Continúo en "spoiler"

o "Usa preservativo y protégete de los F.T.S (Fantasmas de Transmisión Sexual)"

Y cuando creía que el cine de terror del nuevo siglo estaba condenado a limitarse a gore de múltiples amputaciones como la sosa remake de Evil Dead, o a efectistas jump-scares en inacabables remakes no oficiales de El Exorcista, aparece este desconocido David Robert Mitchell para hacernos felices a los que amamos al verdadero cine de miedo: el de las atmósferas; el de Suspiria; el de The Haunting; el de la primer Halloween.

<<Esta sobrevalorada. Todos adoran a Val Lewton solamente por un par de escenas. La escena de la piscina. No hay nada en el encuadre cerca de ella. Está alumbrado; la piscina está iluminada. ¡Ella está en medio de una piscina! Nada la persigue. Cuando es aterrador, es cuando hay algo a tu alrededor. Si tienes un buen monstruo, muéstralo. Jurassic Park dirigida por Val Lewton sería nada>>.

Tuve que rebuscar en mis discos rígidos hasta encontrar esta entrevista a John Carpenter, que sabía que tenía pero no donde. Al final estaba en el primer capítulo de "A History of Horror". La pongo porque tanto Val Lewton como el propio Carpenter son las dos más grandes influencias que uno aprecia en It Follows. Apuesto todos mis discos rígidos llenos de basura a que la secuencia de la piscina de la que todo el mundo se está quejando, es algún tipo de guiño a la escena clásica por la que protesta el viejo John.

Inicialmente tienen un cierto aire parecido, con la protagonista flotando en el centro de la pileta mientras el reflejo de la luz sobre el agua dibuja fantasmales ondas en la oscuridad de las paredes. Difiere en que en la nueva la prota no está sola, y en que la situación degenera en un delirio que no se puede revelar acá. Al parecer a todos les resultó una estupidez; a mi me pareció un momento gracioso y original. ¿Será que estoy tan podrido de ver siempre lo mismo las pelis de terror modernas, que cualquier cosa que se corre de lo habitual me gusta?

En plena competencia con el Hombre Lobo y demás monstruos de la Universal, Lewton produjo a Jacques Tourneu en 1942 la famosa cinta de terror, Cat People ("La Mujer Pantera") en la que tuvo que usar su imaginación -y hacernos usar la nuestra- en una historia que consistía básicamente en una mujer caminando por oscuras calles y pasillos, mirando todo el tiempo por encima de su hombro, buscando a un perseguidor que nunca aparece. Es que el pobre Val no tenía un mango partido al medio y se vió obligado a hacer un película de monstruo sin monstruo; la Jurassic Park sin dinosaurio.

En It Follows hay una chica que se la pasa todo el tiempo buscando un potencial perseguidor, y la cámara te pone en situación subjetiva de estar mirando por encima del hombro de los personajes. Pocas veces una película te hizo prestar tanta atención a los detalles de la lontananza de cada plano como este film, donde una simple manchita gris de un extra caminante allá en la lejanía puede adquirir - sutil y lenta, muy leeentaaamente- una importancia que comienza distinguirle del resto de las otras transeúntes manchitas grises.

Y no digas nada, pero al igual que esta cinta, Cat People también trataba sobre una maldición y sobre el temor al sexo.

Aunque refunfuñe, Carpenter uso las técnicas inventadas por Lewton a cagarse. Pero fiel a sus palabras, en Halloween le dio una figura al acosador a la distancia. De aquel Michael Myers que aparecía espiando a lo lejos se agarra Mitchell para plasmar su imaginaria historia de fantasmas venéreos. Todo en It Follows, desde la ambientación de aceras y jardines de pueblecito estadounidense hasta la banda sonora, recuerdan a Carpenter.

La no menos famosa imitación de la obra maestra de John, Martes 13, también deja sus influencias. El argumento de It Follows explicita aquella condición de "cautionary tale", esa especie mensaje moralizador sutil que aparecía en las películas de terror de los 80, que a su vez mamaban de las leyendas urbanas norteamericanas: adolescente que fornica, adolescente que termina amasijado. El cine de Romero quizá también un cachito, ya que a la chica la viven persiguiendo, pero la corren a la misma velocidad con que corría Messi en la final del mundial de Brasil. Desde que lo detecta hasta que el chobi la alcanza, tiene tiempo para cebarse un mate y terminar de ver el último capítulo de Games of Thrones, lo que asemeja un poco a estos espectros a sus clásicos zombis.

Y si hablamos de atmósfera y cine, lápiz y papel, que el señor Mitchell te trae:

1) La dolly sigue los sucesos cotidianos de ambas aceras mientras las dos chicas conversan caminando por la vereda, acompañándolas. Me encanta.

2) Paneos circulares para mostrarnos el escenario. A menudo, cuando la cámara completa el círculo, la situación inicial ya no es la misma del comienzo. Uso y abuso del plano en profundidad. ¿Y eso que se movió allá atrás qué mierda fue? ¡Tengo miedo!

3) Semi subjetividad. Cuando un personaje sale corriendo, la cámara le sigue a la distancia, como si fuera un espectador que corre a sus espaldas. O se acomoda como pasajera en el asiento trasero de un auto, para mirar alternativamente hacia ambos parabrisas. O se deja fija en una silla de ruedas de alocados movimientos, de frente a la prota sentada, para obligarnos a ver lo que ella no ve a sus espaldas, pero a la vez impidiéndonos ver LO QUE ELLA SÍ VE A LAS NUESTRAS.

4) La imaginación del espectador al poder. Te muestra un fantasmón entrando al plano y luego lo deja fuera de campo corriéndote el encuadre o swicheando a planos cortos de los personajes. Te hierve la cabeza de preocuparte por lo que el camarógrafo travieso ya no te deja ver. ¿¿¿Y dónde está ahora el zombi??? ¿Ya dije que me encanta este Mitchell?

5) Para acentuar la temática del sexo, hasta los lectores de e-books tienen forma de concha

6) Un final de esos que nos gustan a los que nos gusta el cine

‘It Follows’ es una película que desde su primer plano, un plano secuencia realizado de manera precisa, remite a un cine que ya no se hace, a ese efectivo cine de terror y suspenso de los 70 y 80, y cuando suena la música ya es imposible no pensar en John Carpenter.

Jay sale con un chico con el que parece que la cosa va en serio, de pronto el empieza a actuar de manera extraña, tienen una salida, sexo en la parte trasera del coche y el chico la duerme con cloroformo. Jay despierta atada a una silla de ruedas, él le cuenta que padecía un mal y que ahora se lo ha pasado a ella, una extraña presencia que puede cambiar su apariencia la acechará hasta matarla, a menos que ella le pase el mal a otra persona teniendo relaciones sexuales.

Con este punto de partida David Robert Mitchell construye un relato inquietante a partir de una puesta en escena que transmite la tensión constante sin recurrir a efectos sonoros ni escenas basadas en la oscuridad, sino que la tensión está latente ante la apacible amenaza que acosa constantemente a Jay.

El sexo se convierte en el portador de una maldición pero también es a través del sexo que ésta podría desaparecer, otro tópico que remite a tantas películas de terror donde el sexo era motivo para castigar a los personajes, en ‘It Follows’ es también la puerta de salida para escapar de una pesadilla que parece interminable.

Ambientada en una Detroit decadente y atemporal, en vecindarios que remiten a aquel donde Michael Meyers acechaba a sus víctimas, es la estética ochentera un acierto más del filme, sumada a la precisa música que acompaña cada momento donde la tensión se vuelve por momentos insoportable y al mismo tiempo toda una experiencia que contagia la paranoia al espectador cuando se sale de la sala.

Brillante por todos sus costados, la película de David Robert Mitchell está condenada a convertirse en un film de culto inmediato, con todo un minucioso trabajo en cada uno de sus apartados que contribuyen a lograr esa atmósfera perturbadora e inquietante y que la convierten en toda una aterradora experiencia.

http://tantocine.com/esta-detras-de-ti-de-david-robert-mitchell/

Añado otra buena crítica a esta grata sorpresa. Espero que les sirva de guía.
Una premisa sencilla y directa explicada desde el principio, es una cadena de terror, tópico de incontables películas, uno se lo pasa a otro y queda marcado por una maldición que te matará si no la sigue pasando. Como los e-mails absurdos en cadena. Esta vez con la particularidad de que se podría decir que es una ETS. De acuerdo, no es una idea novedosa, pero está bien tratada, se lo plantea de forma seria, y le saca el máximo partido, crear una tensión que casi las podrás palpar.

Tiene un buen guion, buena banda sonora, buen juego de cámaras, buen juego de los tiempos, todos sus elementos bien atados. Y ahora viene lo bueno, la película juega con el hecho de que alguien te siga, una persona desconocida, puede ser cualquiera, en un plano abierto donde cualquiera puede ser el fantasma que se dirige hacia ti. Eso sabe utilizarlo y le saca su jugo. No es normal que un plano abierto sea objeto de terror o suspense, principalmente es un plano muy corto, centrado en la cara del protagonista y una pared insustancial, pero aquí además hay grandes planos panorámicos que giran entorno a nuestros protagonistas y que te hacen acercarte a la pantalla, preguntándote cual será de todos ellos quién nos persigue. Magnífico, crea tensión en todo momento, pues está ahí, siguiéndote, incansable y constante, sumergido entre la multitud.

Por otra parte, da gusto como no hay absurdos. Se agradece mucho la seriedad, olvídate personajes planos e idiotas, todo muy coherente, un buen desarrollo argumental. Muchas veces el guion y la propia película se retuerce por exigencias visuales en este género, buscando la muerte de unos personajes secundarios trabados con pinzas y dejando al protagonista una oportuna y absurda puerta de huida, siempre por los pelos. En este caso no, no es slasher, no es gore, no hay intriga en un misterio, sólo está la maldición y aquellos que se ven envuelta en ella. Y podrás sentir la angustia de una protagonista marcada por dicha maldición, salir con el cosquilleo en el cuerpo, el extraño escalofrío en la nuca por la sensación de ser observado por alguien y quizás incluso una mirada de reojo a tu espalda tan sólo por si las moscas. Eso persigue la película y para mí lo consigue con creces. Conclusión, la recomiendo.

Original tratamiento de una enfermedad de transmisión sexual, que hasta podría considerarse como una metáfora moralizante (niños, tened cuidado con quién folláis, o algo similar).

El guión no da para más y, a falta de otra idea, Mitchell se escapa por la puerta de la más pura reiteración cosa, por otra parte, nada nueva dentro del subgénero de terror adolescente.

De agradecer es que no haya mucha profusión de tópicos característicos (aunque haberlos, haylos, como los sustos sonoros para impedir que se te bajen las persianas y digas adiós muy buenas), pudiendo considerarse el conjunto como un buen (y loable) intento de darle a la cosa otra vuelta de tuerca, condimentándola con una especie de recatada sensualidad (por momentos fetichista), un ambiente bien logrado de sórdida inquietud que emana del curioso tratamiento de la luz y una banda sonora lograda, que ayuda a dinamizar la cierta lentitud de una historia que no se deja estirar tan fácilmente como un chicle masticado.

En resumen: una curiosidad que, lejos de ser una “joya”, permite pasar el rato.