Curro JiménezSerie

Recuerdo a mi abuelo contándome uno de los episodios de Curro Jimenez con muchísimo entusiasmo. Desconozco si era el primer episodio emitido o el primero producido, pero sin duda era el capítulo donde se contaba la historia de origen del entrañable bandolero. Una historia donde los poderosos desbancaban a un hombre honrado y humilde. Lo humillaban completamente y lo ponían contra las cuerdas. Y Curro, el héroe de esta inmortal serie de televisión, se cobraba la venganza sobre cada uno de los que lo vejaron, le golpearon, lo apartaron del amor de su vida y le arrebataron su sustento. Mi abuelo me contaba el episodio con especial énfasis y admiración por Curro Jimenez. Él no soportaba las injusticias y le fascinaban las narraciones donde el débil se alzaba contra el fuerte y le golpeaba en las narices, estos héroes podían perder muchísimas cosas, pero jamás perdían la dignidad. Hoy, casi de casualidad, he puesto la 2 a la hora de comer y estaban emitiendo el capítulo que hace varias décadas mi abuelo me narró lleno de entusiasmo. De niño veía la serie y me gustaba Curro Jimenez, pero como son las cosas, llevaba años sin revisitarla y ¡qué casualidad! que este episodio que nunca vi pero que mi abuelo me contó era el que emitieron hoy.

Solamente recuerdo otras dos narraciones así de intensas de mi querido abuelo. Una sobre el calvario de Jesús, que a día de hoy y desde hace mucho no me transmite nada en absoluto y la otra fue sobre Los Santos Inocentes, mi abuelo estaba fascinado con Zacarías que no hizo absolutamente nada mal nunca.

Esto más que una crítica es un recuerdo de mi abuelo. Lo perdí el 31 de diciembre de 2005 y la última vez que lo vi sano me dió un billete de 10 euros que transformaron en mi edición de DVD de La Amenaza Fantasma. Aunque la pérdida está superada, la ausencia se sigue notando. Me quiero imaginar que cuando falleció, Muerte de los Eternos se acercaría a él, le sonreiría y él le tiraría los trastos, ella se reiría y se lo llevaría allá a donde vayamos una vez faltemos.

Sea como fuere escribo esta crítica, en recuerdo de mi abuelo y en que a su manera, dejó su impronta en mí. Además la serie tiene a directores de leyenda como los hermanos Marchant, admirados por Tarantino, Pilar Miró y Mario Camus ¿qué esperan a ver este maravilloso western a la española?

Grueso, envidioso, calumniador (por lo tanto, delincuente) y perteneciente a la raza superior de los retrasados orondos. Una risión, por supuesto. Mátalo, Curro, matalo y pisalo como dicen los argentinos; no tiene dos hostias y se esconde como los conejos. Un parásito social. Un mal perdedor y un mal ganador, un maleducado, sin más. Entre el delirio y la maldad, Curro pondrá paz. Una plegaria, una oración. Franceses os vais a cagar. No sabéis dónde os habéis metido, el mismo Napoleón se dio cuenta. No contaba con tipos así, pues con lo calculador que era que sabía al milímetro dónde iba a caer cada bala de cañón, con toda esa grandísima inteligencia, se te pasaron estos tres.

Sancho Gracia lo borda. Más chulo que él no lo había. Por mis cojones españoles. Más tarde, muchas mujeres lo acusaron de acosarlas y molestarlas, en esta época de "mitús" estaría más cancelado y desfechado que el cine español de hoy. El nieto, un asesino despiadado, joder, no se merecía tanto. Si estuviera vivo, reunía a la cuadrilla y asaltaba la cárcel y acometía el rapto (del serrallo).

Esta serie trae muchos recuerdos al personal pero es más bien mala, se repite mucho, como todas las series, su nombre lo dice: "serie"; pues coño, hecha en serie, pero ésta se repetía un poco más aunque las chulerías del tridente atacante Curro y a los lados, Algarrobo y el Estudiante (otro que tal bailaba), marcó muchos goles de domingo y dio alegrías al personal. Se trataba de elevar el espíritu nacional y de alabar su carácter luchador e inconquistable, que se lo digan a Napoleón, y hacerlo entreteniendo al personal. Más no se puede pedir, bueno un poco sí.