Mal día para pescar

¡Qué buena película! Una verdadera joya del cine uruguayo que según tengo entendido, ese país propuso como precandidata al Oscar 2010, aunque sin suerte. Sin embargo, eso es apenas un detalle no le quita mérito a una cinta que refleja con belleza la historia de dos buscavidas que recorren los pueblos del Uruguay. Jacob van Oppen, un ex campeón mundial de lucha libre y su protector, el príncipe Orsini, un charlatán encargado de arreglar los combates con su pupilo.
La película es un refresco para los sentidos; por un lado, una pincelada que retrata esos pueblos del interior, perdidos en su propio y envidiable ritmo de vida y por otro, una historia bien contada por personajes creíbles y queribles.
Para recomendar.

Sólida y consistente historia de decadencia, armada con personajes bien definidos y dotada de una intensidad que consigue evaporar sus tópicos. Algún que otro exceso en el maquillaje y algún secundario forzado, hacen dudar por momentos, pero su tono convincente y la compacta interpretación de sus actores principales, insistirá en que no perdamos el pulso, transportándonos así a una parte final cargada de singular lirismo, que redondeará una estupenda versión del tema musical medular de la película, el clásico "Lili Marleen", con la aparición de los créditos.

Buen trabajo del uruguayo Álvaro Brechner, que deja un buen sabor de boca, además de la clara sensación de que el cuento original de Juan Carlos Onetti en el que está basada, tiene muy buena pinta.

A los sones de "Lili Marlene" y "Funiculi, funiculá" transcurre este western atípico en el que encontramos infinidad de guiños al género: sensación de calor ambiental sofocante, forasteros que llegan al pueblo, embaucadores charlatanes, chica guapa, sheriiff que intenta evitar el enfrentamiento, desafíos y duelo final (incluyendo primerísimos planos de las miradas de los participantes).

A veces las adaptaciones de las obras de los escritores latinoamericanos del denominado Boom no son más que buenas intenciones. Pero en Mal día para pescar encontramos la buena relación, la posibilidad de que libros e imágenes se correspondan. A lo mejor por lo que se trata de un cuento, así como lo fue alguna vez con En este pueblo no hay ladrones, de García Márquez.
En resumen, Mal día para pescar: interpretaciones y fotografía vibrantes; diálogos y actuaciones en su punto; en otras palabras, un trabajo de adaptación al que vale la pena echarle un vistazo y detallar sus relaciones con Uruguay, Latinoamérica, Onetti.

Si te dicen que "mal dia para pesar" es un film de los hermanos Kaurismaki, creo que después de verlo no dudarías ni un segundo. Con una estética muy cuidada, una historia que quizás dejara dudas en la gran ciudad pero hiper realista con las vivencias de un pequeño pueblo del interior uruguayo. Muy bien actuada, sobresale Antonella Costa y su belleza. Linda sorpresa del nuevo cine Uruguayo.