El barbero demoníaco de la calle Fleet

Un chorro de sangre guiado por una fuerza sobrenatural empieza a poner en funcionamiento una máquina. Pasteles de carne manchados en sangre y finalmente ríos de sangre bajos nuestros pies camino a la una eterna y acuosa niebla llamada mar. El inicio de “Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet”, ya en sus títulos de créditos, es maravilloso y pone nuevamente la guía de la genialidad visual de su director.

Hay catálogo de humor negro, dosis melodramáticas y, por supuesto, musicalidad. Burton juega mucho con ese travelling-retro-digital para mostrar la grandeza de los decorados. Poco sol en pequeñas dosis salvo en una playa onírica o en flashbacks. La fotografía de Dariusz Wolski la hace ser el reverso de época de “Dark City” y su atmósfera malsana mira a la serie B, a la Hammer, pero con vistas a un espectáculo grandioso (y comercial).

El cúmulo de referencias burtonianas es obvio. Como si el propio Burton se mirase también en el reflejo de esas letales cuchillas de afeitar: desde esa industrializada ciudad a lo “Charlie y la fábrica de chocolate” en plan “Pleasantville”, las cuchillas y el peinado de “Eduardo Manostijeras” con esos personajes sacados del expresionismo alemán y sus góticas ojeras recurrentes: “Pesadilla antes de navidad”, “La novia cadáver” o “Steamboy” y enlazando con “Sleepy Hollow” dotándole de musicalidad y personajes malsanos. No hay lugar para la cordura y la belleza fundada en personajes bondadosos. Aquí la venganza se erige como canto arrebatador y asesino y realmente el director de “Ed Wood” consigue una obra poética fundada en el terror: el mayor dolor y pánico que podemos padecer es ver un mundo que era luminoso de color, gris y eternamente nublado. Olvidar aquello hermoso que hemos sacralizado y ahora es feo y repulsivo. Olvidar amar y al verdadero amor. El amor ha muerto cuando no tenemos esperanzas de volver a encontrarlo en esta tierra.

Pocas películas han logrado emocionarme desde el principio hasta el final. Aquí tengo a la última que lo ha conseguido. Y es que desde que suena la primera nota de un tenebroso órgano y Depp empieza a entonar los primeros versos de este musical, hasta que la trama queda resuelta, mi cerebro experimentó sensaciones que añoraba desde hace tiempo en el cine.
Tengo que destacar que no soy el mayor fan de los musicales, y que nunca me ha gustado eso de que la gente empiece a cantar sin ton ni son de repente, pero Sweeney Todd es una de esas excepciones que me han gustado (en este caso encantado), y es que tengo que reconocer que la película no sería tan romántica en el sentido poético y artístico si no fuese un musical.
Además, Burton nos vuelve a ofrecer escenas con ese toque de humor macabro que caracterizaba a sus mejores obras, y tanto Johnny Depp como Helena Bonham Carter estan estupendos. Por no mencionar la estupenda dirección artística y la caracterización de Londres, pocas veces recreado con tanta sensación de suciedad y desesperación típicas de la época victoriana de la capital inglesa.
Por lo tanto, tenemos aquí una de esas películas que es mejor verlas en la sala de un buen cine, de las que merece la pena gastarse los desmesurados 7 euros que ya nos cuesta este medio de cultura, y procurar no parpadear, sobretodo para no perdernos ni una palabra de los subtítulos de las canciones.

P.D.: Felicito a los que hayan decidido no doblar las canciones. En versión original es como deben estar para no "pifiarla" en la traducción, y si no recordemos lo que pasó con la fallida "El fantasma de la Ópera".

P.D.D.: ¿Por qué todo el mundo que la ve de lo primero que se acuerda al rememorarla es del paquete de Sacha Baron Cohen?

Mis sentimientos por esta película son totalmente contradictorios:

Mi yo "cinéfilo" dice: "Psé...No merece más de un 4.La historia promete mucho pero está mal explotada; no se atan los cabos que se deberían atar y en cambio hay escenas que no tienen mucho que decir a la trama en general. La venganza queda diluida en un final soso y hasta predecible al ojo atento. Un musical es mucho mas que dedicarse a cantar sobre las intrascendencias de la vida dejando lo serio al diálogo...Normalita"

Mi yo "melómano" comenta: "Salvo la muy honrosa excepción de "Pretty Women" las canciones no tienen chispa ni encanto. El binomio canción-acción cojea en algunas escenas, falta unidad musical entre los diferentes temas y (craso error) no existe un clímax musical final: La película acaba sin ese esperado canto a la venganza y la violencia que tanto se esperaría uno tras haberse comido hora y pico de cancioncitas sobre empanadas y crecepelos hechos con pis y tinta. Descafeinado"

Mi yo "Burtoniano" opina: "Sobresaliente ambientación, quizás la mas asombrosa y genial de las que nos ha regalado el bueno de Tim hasta la fecha. Los escenarios, la fotografía, el vestuario, y sobre todo el diseño de personajes rayan a un altísimo nivel estético. El personaje de Sweeney Todd es absolutamente increíble, vamos de esos protas que echas de menos en cada segundo que no están en pantalla (aplausos a Johnny Depp, inmenso en un papel que le cae como un guante). Un 10 a ese genial "toque Burton" que en esta peli veremos por doquier"

Mi yo "vengativo" parlotea: "Hállome estupefacto por la venganza tan alucinante que acabo de contemplar en pantalla...Siempre me han encantado las pelis que tratan este tema pero creo que pocas veces (o nunca) había visto algo así...ésta no es una venganza de las que dan descanso al alma, no es una venganza que puede curar heridas o al menos disimularlas; ésta no es una venganza justa...Esto es "la venganza por la venganza". Es la venganza que te lo arrebata todo y no te deja nada, la venganza que te hunde y te obsesiona y la venganza que acaba destruyendo todo lo que una vez pudiste amar.
Esta venganza me ha sacudido como muy pocas lo han hecho y por ello merece entrar en ese podio "vengativo" al que pocas joyas como Old boy, Memento o El Cuervo pueden aspirar, ocupando así un sitio en mi memoria"

Sigue en Spoiler

Con el barbero vamos sugestionados. De entrada la dirige Burton y la interpreta Depp. A esto le unimos que está basado en un famoso musical de Broadway. Qué peliculón!! decimos antes de incluso sufrirla. Luego la ves. Vale, te gusta. Pero tu subconsciente toma posesión sobre tu mano. Tú quieres plantarle un siete porque te ha gustado. Pero tu mano, teledirigida, va al diez. Quiero ser como esos que van a Broadway; y únicamente seré como ellos postrándome ante el barbero...

Al género "musical" hay que respetarlo aunque no sea del agrado de muchos (el mío, por ejemplo). Pero no quita para que bajo mi punto de vista, el punto flaco de Sweeney Todd es el hecho de ser un musical. A mi me corta el punto canción va canción viene. Y es una lástima porque la película pinta bien.

En un momento de lucidez, de genio del todo a cien, mientras Deep copleaba por enésima vez, se me ocurrió que en el cine, lo mismo que se hacen dos versiones de la misma historia bajo los distintos puntos de vista (Banderas de nuestros padres / Cartas desde Iwo Jima), también estaría bien que se hiciese con algunas producciones musicales. Molaría una segunda versión, compartiendo planos, de este barbero diabólico; pero sin canciones, claro. Aunque cualquiera aguantaba luego a los tocacojones musicales.

Lo que le sucede a Burton cuando se pone en plan pelmazo, vamos: Mucha estética Burton, tenebrismo por doquier y atmósfera hipergótica de la muerte, pero un guión absoluta y prácticamente nulo en el que predominan momentos previsibles a tutiplén, licencias absurdas y una trama muy poco pulida que en ningún momento da la sensación de ir a sorprender.

Eso sí, debo decir que Depp me ha sorprendido gratamente en esta ocasión realizando un papel de psicópata que parece venirle como anillo al dedo y que resulta sumamente bien caracterizado, aunque es lógico que entre tanta oscuridad al final Sweeney Todd parezca más sombrío que nadie. ¿Es que a Londres no llegaba la luz del sol?

Poco más queda pues, que decir sobre la nueva aventura del tándem Depp/Burton que sí, será todo lo chula que queráis, sí, será todo lo sangrienta que queráis, sí, será todo lo curiosa en su filmografía que queráis, sí, será todo lo cien por cien Burton que queráis, pero a los simples mortales, aquellos que no sabemos apreciar el ¿talento? desaprovechado del magnánimo ¡oh, Tim Burton!, pues nos importa bien poquito si la historia no posee unas bases construidas con un mínimo de cuidado.