Caos: El inicio

Es bastante preocupante la torpeza de Doug Liman, convirtiendo una buena idea, en un absurdo sin interés. Son varios los ladrillos que me he tragado con su firma y no se ha redimido con ésta enredada producción en la que no se han escatimado medios y que cuenta con un reparto importante que debería llenar las salas pero que no logra levantar la película. No es un desastre total pero se sale de la sala sin una idea clara de lo que hemos visto...y si la analizamos mínimamente es peor porque podemos llegar a la conclusión de que nos han tomado el pelo.
Holland y Mikkelsen están bastante bien y Ridley resulta un poco cansina. El conjunto actoral en conjunto recibe un aprobado alto pero la caótica realización convierte la película en una mediocridad inflada.
Muy floja y, en algunos momentos, irritante.

Hay que admitir que llevar al séptimo arte una historia de estas características parecía difícil y realmente las expectativas que ya estaban por mi parte muy bajas no han hecho más que acrecentar mi razón. Un western distopico donde lo caótico se antepone a sus pretensiones. Confusa, aburrida, sin dejar rastro de poder crear un buen blockbuster. Cuando la película intenta crear una conexión entre los actores protagonistas, la poca química que desprenden juntos desentona en toda la función.

Una película de ciencia ficción futurista protagonizada por Tom Holland y Daisy Ridley, los dos muy de moda, puede parecer muy atractiva en principio.
Pero a la hora de la verdad, ha sido recibida con muy malas críticas. Habiéndola visto, ahora lo entiendo.
De entrada, y sobre todo, el concepto de “ruido” que utilizan en la historia, me parece algo muy poco acertado. Comprendo que es difícil representar que los pensamientos se pueden ver y escuchar, pero lo hacen de una forma un poco rara, sobre todo al verlo por primera vez. Supongo que al leer la novela, esto no resulta tan extraño.
La superposición y aturullamiento de lo que se les pasa por la cabeza, que además se escucha a un volumen diferente y un poquito distorsionado, me resultan extremadamente molestos, y continuamente me están sacando de la historia en sí.
Pero aparte de esta particularidad (ya suficiente para que no me convenza el film), esta historia de una colonia en otro planeta donde no quedan mujeres, está desarrollada con poca fuerza y acción.
El diseño de producción (en cuanto a vestuarios y decorados) también es un tanto pobre para los tiempos que corren y una película de estas características.
Los actores, fuera de sus roles de Peter Parker y Rey, se muestran aquí un poco perdidos en una película que les viene pequeña en cuanto a comercialidad. Y desde luego, como pareja tienen una química inexistente, más aún cuando ella sabe todo lo que piensa el otro y se pierde toda emoción.
La aventura por el bosque en busca de un lugar seguro o poder llamar a la nave, se me antoja con muy poca enjundia. Es que hasta el malo de “Casino Royale” está desaprovechado como un villano al que no termino de entender su motivación.
En definitiva, es un film muy justito que, como mucho, podría ser mediocre en un día que nos pille con benevolencia. Sin embargo, el dichoso ruido me estorba tanto para empatizar con la historia, que al final no me ha gustado y no la apruebo.
Quizás con más momentos de acción, podría habérselo perdonado, pues el director demuestra que eso sí sabe hacerlo bien. Lástima que el guion no le haya dado ocasión de aprovecharlo.

Me tomo tres chupitos, te hago un guion y por la mañana lo tienes en el despacho. Te voy a contar de qué va este ladrillo. Resulta que la humanidad llega a un planeta como muy salvaje, con árboles y tal pero lo suficientemente separados para que puedas ir en moto, a caballo, camioneta o lo que sea sin problemas de trastazo. Como los hombres se aburren, batallan con una especie de marcianos mancos y digitales (luego solo hay uno) y.... (continúa la apasionante trama en spoiler)

No me va a mí demasiado el calificar muy bajo a las películas porque, como he escuchado al gran Rodrigo Cortés, que una película llegue al espectador es lo más parecido a un milagro que pueda haber. Son tantas las viscisitudes por la que tiene que pasar, tantas reuniones que se hacen, tanta gente dando una opinión que el esfuerzo que debe suponer tiene que ser titánico.

Toda esta diatriba viene a que yo les suelo pedir poco a una película. Con que me entretenga yo ya me doy por satisfecho. Y eso es lo que le reprocho a este film del irregular Doug Liman (que lo mismo te hace un Bourne que la caga con "Jumper", se marca un "Al filo del mañana" que una chorradita tipo "Sr. y Sra. Smith"). Que me aburrí como una ostra. Llegado el mitad del metraje, sinceramente, me da igual lo que le pase al personaje de Tom Holland o al de Daisy Ridley.

Alabo mucho el mensaje tan de nuestros días, tan feminista y tan respetuoso con la identidad sexual, tan antirreligioso... por muy zafio y burdo que sea. Pero no consigo superar el sopor ni el aburrimiento.