Comando especial 2

2 veces he cometido el error de ver las andanzas de esta pareja cochambrosa de policías en la que destaco a Tatum muy por encima de su compañero de andanzas, en los 2 casos de inicio resultan películas aceptables, van degenerando y al final le invade a uno la vergüenza ajena más profunda. Algún momento simpático y algún que otro gag afortunado no salvan de la quema esta muy mediocre película. Muy previsible, muy absurda en el peor de los sentidos y con un desenlace escrito por un guionista de una edad mental cercana a los 8 años.
Lo mejor sin duda los créditos finales.

Comenzaré esta crítica con varios avisos de importancia. "22 Jump Street" es una película no apta para todo tipo de paladares. Cinéfilos de gusto exquisito y amantes del profundo conflicto emocional de los personajes, abstenerse. Ignorantes de la primera parte de las aventuras de Jenko y Schmidt, abstenerse. Adoradores de un sentido del humor inteligente y elegante a partes iguales, abstenerse. Si no perteneces a ninguno de estos grupos, y encima te consideras un amante del mejor cine de evasión, con la diversión como única meta, esta es tu película.

Pero no sólo eso, sino que "22 Jump Street" es mucho más. Philip Lord y Chris Miller han parido la comedia más alocada e irreverente del verano, y una de las mejores gamberradas de lo que va de año (con permiso de otro de los vástagos de estos directores, como fue "La LEGOpelícula" o "Malditos vecinos"). Plenamente conscientes de lo complicado que resulta afrontar la misión de satisfacer al público con una secuela de una película de éxito, esta enérgica pareja deciden reinventar su propia fórmula de una manera que, bien mirada, resulta sobresaliente y sorprendente. Lejos de buscar elementos que aporten novedad a la trama, y huyendo de la incorporación de distintos matices para separar a esta cinta de su predecesora, Lord y Miller, con la ayuda al guión nuevamente de Jonah Hill y Michael Bacall, deciden no andarse por las ramas, y destruyen el universo cinematográfico de las segundas partes con una cinta autoparódica cargada de metalenguaje y bromas internas, que no conoce los límites a la hora de buscar el mejor gag de la forma más radical posible. Conocedores del tópico que durante años ha parecido obligar a las segundas partes a ser más grandes y más estruendosas, convierten ese estigma en un chiste alargado que funciona a la perfección con el público que cayo rendido a los pies de "21 Jump Street".

Todo lo bueno de aquella, permanece latente en esta cinta. Jonah Hill y Channing Tatum vuelven a ser lo mejor de todo el metraje, con esa química descomunal que son capaces de conseguir, en parte gracias a la naturalidad y capacidad de improvisación del hilarante y genial Hill, cuya labor resulta simplemente magnífica. Ellos dos son amos y señores de una historia que evita ahondar en conflictos emocionales más complejos de lo que la propia película necesita, algo que si que sucedía en la primera parte, y que lastraba por momentos el ritmo de la narración. Esta película es una fiesta para el patio de butacas, con algunas de las escenas más alocadas y originales del presente curso cinematográfico. Con un ritmo en constante in crescendo que desemboca en un desenlace completamente desquiciado.

Evidentemente, no se puede pedirle peras a un olmo que no engaña en ningún momento con su oferta. Lord y Miller, Hill y Tatum, juegan a pasárselo bien, y buscan esa complicidad con el público a través de una sobrada empatía. No ofrecen coherencia narrativa, ni tensiones dramáticas. No trazan ningún thriller ni aseguran escenas de acción en la mejor tradición de las "buddy movies" a las que parodian. Y aún con esas, estamos ante una de las mejores muestras de su propio subgénero de los últimos años. Una cinta que se sabe tan imperfecta, y lo explota tan bien, que al final se convierte en el entretenimiento perfecto para quienes busquen en las aceras de Jump Street un rato de convulsiones estomacales y carcajadas.

22 Jump Street es una película muy apta para todos aquellos que consideran la primera película una de las mejores comedias del 2012. Esta secuela tiende a parodiar a su antecesora (el desarrollo es similar a la anterior entrega sólo que cambiando los roles de Jenko y Schmidt).
Por un lado tenemos lo bueno, fiestas, humor gamberro, una química ya palpable en la primera que mejora y incluso la aparición de Dave Franco y Rob Riggle en una escena bastante graciosa.
Pero, el cargante personaje de Ice Cube (yo personalmente no le encuentro la gracia a un personaje que se limita a decir 3 insultos por segundo) aparece bastante más incluyendo una subtrama que es lo más flojito del film y en ocasiones uno hecha de menos los personajes de la primera parte.
Claro que la aparición de Peter Stormare (haciendo chistes sobre los 90) y sobre todo (lo mejor de la película sin duda) esos créditos finales autoparódicos y que demuestran hasta donde pretenden llegar los directores de la cinta hace que merezca y mucho la pena este film.
Lo dicho, para ser una secuela es bastante notable.

Realmente acá no se cumple que segundas partes son malas estas son pésimas las dos. Sin gracia, con chistes realmente idiotas y sin ningún tipo de originalidad. El argumento, si se puede llamar así, es al igual que la primera, el de dos policías que deben infiltrarse en una universidad y tratar de descubrir quién es el distribuidor de una droga peligrosa. Jonah Hill y Channing Tatum no solo no tienen química sino que son muy malos. Nada para destacar.

Como era de esperar, tras el éxito cosechado por Infiltrados en clase, los productores de ésta no iban a tardar en lanzar la sabida secuela y aquí llegan los mismos intérpretes ubicando a sus personajes de una forma muy original en la universidad, donde volverán a infiltrarse para resolver un caso policial.

Un claro ejemplo de cómo exprimirse las neuronas, para ofrecer un producto novedoso y explotarlo comercialmente. Si los espectadores recuerdan lo ocurrido en la primera parte, se darán cuenta que este segundo episodio protagonizado por Jonah Hill y Channing Tatum, no ofrece nada nuevo y se limita a explotar el mismo esquema argumental de la primera.

El humor que emplean los responsables de la película es demasiado pobre y todas las situaciones generadas pecan de forzadas y demasiado reiterativas teniendo en cuenta lo ofrecido en la primera parte. Emplea el humor fácil y sencillo, explotando situaciones del absurdo que no van a ninguna parte. La trama del caso que intentan resolver los protagonistas, carece de verdadero interés, prueba de ello son las numerosas estupideces que realizan para resolver el caso, lo cual deja en evidencia que lo que importa es ofrecer entretenimiento barato y de fácil consumo. Lo único que mantiene el interés de la trama es la química existente entre los dos intérpretes protagonistas, Jonah Hill y Channing Tatum, logrando despertar cierta conexión y empatía del espectador. Ahora mismo es lo mejor de la saga, pero los responsables de la película deberían tener cuidado con caer en lo fácil, puesto que no siempre funciona la misma fórmula y ésta empieza a estar muy desgastada.

Hay momentos puntuales en los que la acción y el humor encajan a la perfección, son esos instantes cuando mejor funciona la película pero, por desgracia, no abundan a lo largo de su larga duración, quizás excesiva.

A veces lo bueno, si breve, dos veces bueno. Cae en la reiteración de situaciones, en explotar la misma idea de los problemas por los que pasa la pareja de policías y lo único que logra ofrecer chispa a la trama es la aportación cómica de Ice Cube, como jefe de los dos policías. Con su mal humor y broncas habituales logra verdaderos momentos de diversión. El resto se antoja demasiado absurdo y ridículo.

En resumidas cuentas, cine de entretenimiento que no cumple con su propósito, puesto que llega a resultar pesada y no logra ofrecer la diversión esperada. Un calco barato e insulso de su predecesora, veremos cuanto tiempo siguen explotando la misma fórmula, como ya amenazan sus títulos de crédito…