Ricky Bobby: Loco por la velocidad

Absurda hasta la médula, en todo momento abusa de la estupidez no siempre con humor que te deja aturdido. La primer media hora esta de sobra llena de improvisación alborotada pero escasa en gracia, absolutamente de sobra.
La película no tiene ritmo, es mas bien una montón de improvisación más el colorido del Nascar de fondo, que resulta en un producto rápidamente olvidable e intrascendente.

Tenemos aquí otro trabajo del bueno de Will, rodeado de otros famosos humoristas, entre los que destaca Sacha Baron Cohen (bastante más gracioso que el propio Ferrel). Le acompaña su incondicional compañero del humor absurdo, John C. Reilly, el cual debería seguir la línea que cogió al rodar la impecable Carnage, donde realmente demuestra su talento. Una película que está bien para pasar el rato, pero que es superada en comicidad por innumerables cintas de humor protagonizadas por contemporáneos colegas de Ferrell. Aunque debo decir que seguiré viendo películas de este actor, porque al fin y al cabo algún gag bueno siempre logra colar, y suele rodarse de intérpretes que muchas veces le superan en talento cómico.

Para el 90% de los espectadores actuales, acostumbrados al humor Apatow de descerebrados millenials salidorros y treintañeros que se sienten viejos e intentan desfasar como jovenzuelos, Will Ferrell es una reliquia del pasado, un vejestorio con un humor demasiado trabajado para los requisitos actuales donde si dedicas más de treinta segundos a un gag, se considera obsoleto y se le deja de prestar atención.

Los que somos un pelín más mayores o menos metidos en el mundo youtuber o influencer y podemos mantener la atención en algo más de un minuto, encontramos interesantes comedias como esta “Pasados de vueltas” con sketches irreverentes pero no necesariamente basados en frases soeces o situaciones sexualmente humillantes. O al menos no sistemáticamente. Y en este tipo de humor el infravalorado Will Ferrell (por no decir ‘denostado’) es un experto en formar personajes cómicos CON los que reírse, no DE los que reírse tanto cuando da la cara como cuando no (recordemos como, en la sombra, mantenía el entramado de comedias de culto como “Zoolander”).

“Pasados de Vuelta” es una comedia decente, agradable, graciosa en muchos momentos y de la que estoy seguro que actores del reparto que hoy en día triunfan a lo grande como Amy Adams no se sienten avergonzadas. No todos los actores que se meten en el mundillo a través de películas de perfil bajo como ésta pueden decir lo mismo.

"Pasado de Vueltas" es un típico film de parodia, lleno de gags y situaciones absurdas, pero bien realizado y con un argumento interesante.
Se trata de la historia de Ricky Bobby, un apasionado de la velocidad que por circunstancias pasa de ser un currante cambiando ruedas a piloto profesional de un bólido de la NASCAR americana.
Las situaciones irreverentes se sucenden continuamente y los vínculos entre él, su mejor amigo (también piloto) y su rival francés (parodia de la F1) dan paso a un argumento hilarante.
A mí me hizo mucha gracia. He de confesar que es el tipo de humor que a mí me gusta, como el de la película "Dos tontos muy tontos" (para mí, la mejor película de humor de la historia).

Will Ferrell protagoniza este film cuyo objetivo es continuar el éxito de "El Reportero". Me sorprende que John C. Reilly haya aceptado estar en este film al igual que Sacha Baron Cohen, ambos merecen bastante más que estar en esto.
Cohen eso sí es una pasada como el corredor enemigo de Ferrell. También está graciosa la aparición de Gary Cole y Amy Adams.
Y poco más, es humor estúpido pero lejos de la mejor obra de McKay que es "El Reportero".