Aliens, el regreso

Mi película de acción favorita, en mi opinión no se puede comparar con la primera parte, ya que el argumento y el tipo de película son muy diferentes.
Tal y como ocurre con otras películas del autor, en aliens la acción no parece tener fin, a cada escena le sigue otra de más intensidad. Aquí hay que destacar que a diferencia de la mayoría de películas de acción comerciales, en Aliens, lo que sucede es creíble: la acción sucede y los bichitos se llevan por delante a todos los personajes que pillan. En todo esto, la protagonista tampoco hace ninguna pirueta milagrosa ni acto increíble, símplemente sobrevive porque tiene suerte. En mi opinión estos detalles le dan más credibilidad a la historia, en la historia no hay ningun superhéroe (de manera que casi todos terminan trasquilados).
Otra cosa muy destacable del film es el carisma que le dio a los personajes, de manera que por ejemplo el humano más beligerante y bestia de la película es una marine llamada Vásquez.

Finalmente, me gustaría destacar que Cameron creo el Universo de Alien, con la reina, explicando su manera de reproducirse, los marines coloniales, sus armas y un largo etc... que tanta repercusión han tenido después en otras películas videojuegos y juegos de miniaturas.

Si hay que elegir, yo estoy entre los que prefieren «Alien: el octavo pasajero» por encima de este «Aliens: el regreso». La primera entrega es otro nivel. La segunda es una película de acción; una buena película de acción, lo cual no es poco. Es mucho, a decir verdad.

Esta vez, Cameron desnuda la película de cualquier virguería artística y nos ofrece acción y más acción, con unos Aliens que cobran protagonismo (impresionante su realización) pero que tardan por lo menos una hora en salir. De eso se trata, claro, de ir de la Tierra a un planeta ya maldito, de cruzar el universo, de conocer y empatizar con unos personajes, y de prepararse el cuerpo para lo que viene después: adrenalina en estado puro. No me avergüenza confesar que he saltado del asiento, que he chillado y que me he llevado no sé cuántos repullos. En fin, que me lo he pasado en grande.

Por supuesto, nada sería lo mismo sin la tripulación que embarca James Cameron en esta nueva nave sin nombre. Quizá comete el fallo de meter al principio demasiados personajes para, más pronto que tarde, reducir el grupo drásticamente, aunque los que quedan son de matrícula de honor. Todos están de diez, pero algunos son de veinte como mínimo. La niña es un escándalo, mejor que cualquier protagonista que podamos encontrarnos ahora; lo que hace sigue pareciéndole una de las grandes proezas de la historia del cine. Ripley, desde luego, magnífica, quizá algo más dura e igualmente sensible. Y Vasquez... no hay palabras para catalogarla. Ella comparte protagonismo en una de las más grandes y emotivas escenas de la película, realmente imborrable. Estas sí son mujeres de los pies a la cabeza, heroínas antológicas, fuertes y decididas; leales, amigas de sus amigos, nobles, bellas, luchadoras con lágrimas en los ojos. Yo quiero ser como vosotras.

Los hombres tampoco se quedan atrás, al contrario. Inolvidable el cabo Hicks, también descomunal como héroe. Masculinidad como la suya es arqueología. Todo un guerrero, en apariencia apático, pero lleno de ternura, de humildad, de entereza; la combinación perfecta de cabeza, cuerpo y corazón. ¿Cómo un chico tan atractivo (Michael Biehn) pudo desaparecer de esa manera del cine? Si ya sólo viendo cómo se fuma un cigarrillo te enamoras.

Se nota que me ha encantado y que, además, me ha emocionado, ¿no? Personalmente, cierro aquí la saga porque nada bueno puede venir después. Esto es un broche de oro. Dejemos las cosas como están y que Ripley descanse de tanto ácido y visitas espaciales. Ya le toca.

Vamos, nenes, tenéis que verla.

Impecable y fantástica secuela de una película mítica. Si ya es difícil abordar una segunda parte de cualquier película, más aún cuando su primera parte es una obra maestra absoluta de la ciencia ficción y, aún más, cuando se trata de abordarla a partir de un género distinto. Si Alien el Octavo Pasajero era el trazo perfecto entre el terror y la ciencia ficción, Cameron, en Aliens el Regreso, opta por expandir dicho universo, acercándose sin paliativos al género de acción.

Una situación de probable catástrofe en la mayoría de casos, pero no con James Cameron que demuestra, más que nunca en esta película, que es el más listo de la clase. Quizás no el mejor, pero si el más habilidoso y el más inteligente a la hora de diseñar y crear la comunión perfecta entre acción y ciencia ficción.

Aquí recurre a lo que mejor sabe hacer: crear atmósferas sublimes, a partir de unos efectos especiales inmejorables (sobre todo teniendo en cuenta los años que tiene la película) y redondearlo con un manejo del ritmo y la tensión realmente formidables. La película no decae en ningún momento y si lo hace es brevemente y para sobrevolar más tarde por encima de lo que uno podía pensar.

Además Aliens el Regreso tiene un componente que lo hace aún más atractivo y es que el trabajo de actores es impecable, con mención especial a Sigourney Weaver (que fue nominada al oscar por su fantástico trabajo), Paul Reiser componiendo uno de los mejores villanos que han pasado por la gran pantalla y Bill Paxton como el alocado y excéntrico marine Hudson; sin olvidarnos del resto de actores que también brillan con luz propia y componen un reparto perfecto, quizás porque desde el guión cada uno de los personajes está perfectamente definido y resulta veraz en la historia.

Y es que el mimetismo y el cuidado con el que Cameron traza sus películas es realmente asombroso y desde el propio guión podemos observar una película perfectamente diseñada al milímetro. El montaje del director mejora claramente la película (no como en otros casos en los que apenas se nota su contribución), a pesar del cambio de las voces de doblaje en las escenas.

No llega a la altura del primer Alien, la cual podría suponer perfectamente la cumbre de la ciencia ficción, pero si es una soberbia segunda parte, llena de acción, tensión y ritmo, que expande acertadamente el universo presentado en la original y que se apoya en una Sigourney Weaver espectacular, una atmósfera más que inquietante y un clímax final que es directamente para guardarlo en un lugar de honor de cualquier videoteca.

Disfrútenla.

Añadiendo una simple "s" al título de la primera parte, James Cameron se hizo cargo de la secuela de "Alien", de nuevo con Sigourney Weaver en el papel protagonista, acompañada esta vez por Paul Reiser, Lance Henriksen y Michael Biehn. Tras vagar perdida por el espacio en la Nostromo, la teniente Ripley es encontrada por una nave amiga. Mientras tanto, el planeta donde John Hurt encontrara en la primera parte el huevo de la "araña" incubadora del alien ha sido colonizado...

Cameron opta por la regla del más: más acción, más (y mejores) efectos especiales, más metraje, y, sobre todo, más Aliens. De una única y misteriosa criatura en la primera parte pasamos a miles de ellas, y al descubrimiento de la Reina Alien, despiadada madre de todas. Por ello, aunque al mostrarse la criatura en su esplendor y multiplicada por mil se reste algo de temor hacia ella, el ofrecernos más información sobre su "nacimiento" y creación (algo que dado la poca información que ofrecía la primera parte vino a calmar la sed ferviente de los fans, ávidos de cualquier cosa que les adentrase un poco más en ese terrorífico mundo), hace que la película no caiga en el saco de secuelas malogradas, sino que constituya una muy digna continuación para una saga de (por ahora) cuatro filmes.

En la cinta, Cameron recupera el espíritu de las películas bélicas y lo transporta al mundo de los Aliens. También dota de una mayor humanidad al personaje de Ripley al hacer ver que tuvo una hija en el pasado, y con la introducción de una niña pequeña en el metraje hace a la cinta un tanto menos sombría que su original. Conserva no obstante aspectos similares con su predecesora, como son la inclusión de un traidor en el equipo y de un androide, y un climax final con rasgos en común con la primera parte.

En resumen, una muy entretenida segunda parte que cimentaba el mito Alien, que ha perdurado hasta nuestros días bien mediante las películas clásicas o las nuevas (y por otra parte, olvidables) "Alien Vs. Predator". Cualquier tiempo pasado, o lo que es lo mismo, cuando aún era "Alien Vs. Humanos", fue mejor.

Que se puede decir de ésta película, soberbia, magistral, entretenidísima, un bombazo, un pasote, no te la pierdas, compratela original, no te la descargues ilegalmente que pierde en calidad, jejejejejejejeje. Lo que sea, pero es imprescindible verla.

Yo no paso sin ella entre mis pelis. Cameron, que pedazo de director, empezó con Terminator y continuó con este pedazo de pelicula.

No se que es, pero es una peli absorbente, tiene un suspense desde que empieza que ya te engancha, el planteamiento hace que desees ver por donde van los tiros. Luego todos y cada uno de los soldados son un descojono, molan, y da pena que acaben... bueno, ved la peli.

Lo que dije, el suspense no para en ningun momento, los decorados son una puta pasada, los vehículos, las naves, las escenas de acción. Sigourney Weaver, pues cuidado, Arnnold y compañía deberían de aprender mucho de esta pedazo de hembra de accion.

Y Bishop, otro androide para la historia por culpa de Lance Henrikksen.

En fin señores, que debéis verla, que es de lo mejorcito de la ciencia ficción de ayer, hoy y siempre.