Noches de tormenta

Todo prefabricado. Interpretaciones pasables. Historia predecible. Violines cuando se esperan. Tensión impostada. Diane Lane desaprovechada. La cara de Gere restaurada -"lijada"-. Público objetivo de la película conformado. Clichés alcanzados. Final abrupto y desconsolado.
Nota: 4,25.
PD. Basta de intentar hacernos tragar a Gere como médico genial o arquitecto único: es realmente difícil de asumir.
PD2. James Franco qué pinta en el papel de hijo, aparte de cobrar el talón? Menudo papelón.

Dramón romántico con dos excelentes actores, con una química más que evidente y que los productores han explotado en varias ocasiones, y una cuidada ambientación .

La segunda oportunidad que muchos buscamos y, desgraciadamente, pocos encontramos, tras salir de otros compromisos rotos por múltiples acontecimientos, buscando algo a lo que aferrarse para seguir viviendo, y amando.

A ratos lacrimógena. A ratos, deliciosa.

La razón de ser de Noches de Tormenta está única y exclusivamente en el reencuentro de Diane Lane y Richard Gere tras la clásica Cotton Club y la reivindicable Infiel. Por ello el film que aquí nos ocupa parece preocuparse poco o nada por la lógica y la emotividad de su historia en favor de dejar que Lane y Gere den rienda suelta a su - innegable - química.

La historia es disfrutable y entretenida, pero la hemos visto ya muchas veces, y de manera mucho más profunda. Pero el principal problema de Noches de Tormenta no es que apele continuamente al tópico y a la lágrima fácil, sino una estructura de guión que nos presenta todas las cicatrices emocionales pasadas de los personajes (sin ahondar demasiado en ellas, por cierto), para luego pisar el acelerador en un romance demasiado superficial y rápido como para marcar una vida, más aún si se tiene como referente evidente Los Puentes de Madison.

Noches de tormenta no es un melodrama memorable, ni la mejor película de Lane - Gere, ni la mejor adaptación de Nicholas Sparks (Mensaje en una botella, El diario de Noah, Un paseo para recordar); pero es lo suficientemente amena como para pasar una tarde de domingo disfrutando de los bellísimos paisajes de Carolina del Norte y de la espléndida Diane Lane, experta en sacar jugo de personajes muy por debajo de sus posibilidades.

Recuerdo leer una vez una crítica de uno de los usuarios de esta página en la que decía que dejaba aquí sistemáticamente de leer los comentarios de una película si el que la hacía empezaba a decir que se había leído antes el libro en el que estaba basado, que le molestaba que se comparara la película con su versión escrita. Bueno, yo creo que este chico no se va a parar a leer el que yo voy a hacer sobre esta película ( si es que hay alguien que lo lea aparte del sufrido validador ), porque yo tengo que decir que he visto la película y que después he leído la novela de Nicholas Sparks que le ha servido de inspiración, y es que una cosa no invalida la otra, ¿no?. Creo que el director, ese desconocido por mi George C. Wolfe, ha hecho un trabajo muy correcto, con una base muy sólida como es una novela que dentro de su género romántico está más que bien. Los amores de mediana edad son los que más me van llegando dentro porque los amores juveniles son más alocados, quizás más extremistas, me amas o no me amas, me muero si me dejas o te mueres tu, cosas así. Pero los amores maduros, los que vienen cuando una cree que todo en la vida ya está hecho, que tienes lo que se supone que deberías tener y que eres lo que se supone que debes ser, y de repente llegan sin avisar, sin buscarlo y te cambian la perspectiva de tu vida de arriba a abajo y te demuestran que hasta entonces estabas sobreviviendo simplemente, ésos son los que a mí me emocionan. "Los puentes de Madison" ha puesto el listón enormemente alto para el que intente retratar una de estas relaciones en la pantalla con éxito. Es imposible competir con ella, pero al menos esta película no cae en el ridículo, es una historia sencilla en la que el dichoso destino se encarga de poner las cosas en su lugar. Como mi título expresa, nunca es demasiado tarde para una oportunidad y Diane Lane (maravillosa actriz y bella mujer) y Richard Gere (atractivo hombre y correcto actor en su salsa aquí) se ponen en la piel de estos supervivientes que encuentran otro sentido a su vida un fín de semana en una impresionante casa a orillas del mar en Rodanthe. Es la tercera vez que estos veteranos se encuentran y la química entre ellos es palpable. Mae Whitman comola hija de Lane está muy correcta. Decir que jamás había visto a la actriz Viola Davis tan guapa como aquí, muy bien también su aportación a la película. Para el que esté interesado en ir a pasar unos días a este enclave de ensueño, decir que todos los interiores de la película se rodaron en estudio, siendo la única imagen real de la casa la que aparece en exteriores al comienzo del film. Tras el rodaje, la casa, que estaba demasiado cerca de la playa y muy erosionada, fue arrasada en uno de los vendavales de la zona y dada por inválida. Una empresa especializada en trasladar edificios a otros enclaves más protegidos, la trasladó a a otra localizad cercana. Los nuevos propietarios que se hicieron con ella para explotarla como alojamiento turístico, eran grandes fans de la película y decidieron redecorar todo su interior exactamente como aparece en ella, incluyendo esa maravillosa habitación azul en la que Richard Gere se alojaba. Bonito ¿no? Dice Nicholas Sparks que la novela está inspirada en su historia de amor con su esposa Cathy, a la que conoció en una pequeña localidad costera.
Disfrutadla, un saludo,
Tess

Juro por todos los santos que no podía creer lo que estaba viendo. O sea, la película es de dos maduros con sus crisis respectivas de edad, que se encuentran en un romántico lugar y que a pesar de ciertas resistencias, ella al final afloja y se entreveran los dos como cuasi adololescentes. No está nada mal que el guión sea un refrito visto cientos de veces hasta el aburrimiento. No, eso no sería tan malo tampoco, se puede tolerar. Que el film no aporte nada nuevo y sea más potente que 10 valiums mezclados con vodka, y bue... Los productores están en todo su derecho de perder su dinero como les plazca filmando semejante bazofia. Pero lo que realmente me dejó pasmada es que el rechoncho venido a menos de Gere tenga unas tetotas más grandes que una señora y que se crea que aún es guapo. Eso si que de verdad me asustó.