Perfectos desconocidos

Perfetti sconosciuti è un’arma a doppio taglio. Innanzitutto, è un film divertentissimo pieno di momenti comici indimenticabili ma, a mio parere, è soprattutto un’opera che fa riflettere molto sulla nostra società e sulle condizioni in cui viviamo per quanto riguarda la nostra privacy.

Potrebbe dirsi che sia più teatro che cinema (come molti altri film), e così occorre che la sceneggiatura sia eccelente per non annoiare. Perfetti sconosciuti ci riesce senza dubbio, e perciò è stato un grande successo ed è stato adattato tante volte in diverse lingue. Anche io l’ho trovato veramente interessante e, in effetti, un po’ speciale per essere il primo film italiano che guardo in versione originale. Sono rimasto sorpreso per le interpretazioni degli attori: per esempio, nella scena in cui Rocco parla al telefonino con sua figlia, dove possiamo notare la calma e magnifica recitazione di Marco Giallini.

Riguardo alla tematica, il film espone molte idee attraverso i suoi personaggi. Osserviamo che alcuni di loro affrontano i problemi con sincerità e coraggio, mentre altri nascondono i loro segreti mentendo continuamente. L’eclissi lunare è una metafora chiave nell’argomento: la luna diventa sempre più scura e riflette la faccia cattiva di ognuno dei personaggi, conseguenza delle bugie e delle infedeltà. Tuttavia, alla fine intravede una piccola speranza in chi se lo merita, quelle persone autentiche che dobbiamo difendere.

[TRADUCCIÓN]

Perfectos desconocidos es un arma de doble filo. Ante todo, es una película entretenidísima repleta de momentos cómicos inolvidables pero, a mi parecer, es sobre todo una obra muy reflexiva sobre nuestra sociedad y las condiciones en que vivimos en lo que respecta a nuestra privacidad.

Podría decirse que es más teatro que cine (como tantas otras películas), y por ello es necesario que el guion sea excelente para no aburrir. Perfectos desconocidos lo consigue sin duda, y por ello ha sido un gran éxito y se ha adaptado tantas veces a diferentes idiomas. Yo también la he encontrado verdaderamente interesante y, de hecho, un poco especial por ser la primera cinta italiana que veo en versión original. Me han sorprendido las interpretaciones de los actores: por ejemplo, en la entrañable escena en que Rocco habla por teléfono con su hija, donde podemos apreciar la contenida y magnífica actuación de Marco Giallini.

Respecto a la temática, la película plantea muchas ideas a través de sus personajes. Vemos que algunos se enfrentan a los problemas con sinceridad y valentía, mientras otros esconden sus secretos mintiendo constantemente. El eclipse lunar es una metáfora clave en el argumento: la luna se vuelve cada vez más oscura y refleja la cara malvada de cada uno de los personajes, consecuencia de las mentiras e infidelidades. Sin embargo, al final se deja ver una pequeña esperanza en aquellos que valen la pena, esas personas auténticas a las que debemos defender.

Tres matrimonios, un soltero. Amigos desde hace años dispuestos a pasar un test de sinceridad. Dejar sus celulares en modo público durante una noche entera.
Con esta premisa se nos presenta esta galardonada película italiana que no solo reventó la taquilla local, sino que incluso ya esta siendo objeto de remakes (Alex de la Iglesia, España).

¿Hablamos de un reconocimiento justificado? A nuestro criterio si, basándonos en dos ejes que el director logra ejecutar con mucho acierto.
El primero, es el de lograr revitalizar al cine como medio de expresión de realidades cotidianas. Si algo suele verse en el cine comercial del último tiempo, es un abundancia de films que trabajan los mismos tópicos, una y otra vez, sin aportar nada significativamente novedoso. Acá, justamente ese obstáculo se supera, permitiendo sumergirnos en problemáticas que nos involucran en el día a día. Trabajar sobre nuestra intimidad, basándose en el celular como nuestra icónica caja negra, es realmente destacable.
El segundo, es el de poder aprovechar los límites de su unico escenario para transformarlo en una máquina constante de generar tension e incomodidad. No hacen falta más que cuatro paredes (y un gran reparto) para reflejar la fragilidad de las relaciones modernas.
Vínculos líquidos puestos en escena en menos de 100 minutos. Muy recomendable.

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Esta comedia, que ganó el David de Donatello a la mejor película italiana de 2016, aprovecha la celebración de una cena entre 7 amigos/as para denunciar la desmesurada relevancia que desempeña el smartphone en las relaciones sociales actuales.
El propósito es bueno, ya que tiene como fin demostrar -como lo indica claramente el título de la película- que los hombres y las mujeres del siglo XXI esconden tantos secretos inconfesables en las entrañas de su móvil que resultan, de hecho, "perfectos desconocidos" para sus familiares y amigos cercanos, que no tienen ni la menor idea de la existencia de su doble vida.

Después de ver la versión de Álex de la Iglesia, tuve la suerte de poder ver en los cines polacos la versión italiana y poder comparar las dos versiones.

El mérito se lo lleva la versión italiana, por la originalidad de la idea y del guión, es lo que se lleva todo los premios, es un guión fabuloso.

La película está muy bien dirigida, Álex de la Iglesia copia practicamente todas las ideas y mejora algunas, las mejoras de la versión española son un auténtico acierto.

Perfectos desconocidos es un auténtico acierto de taquilla y una película muy actual sobre nuestros mundos y el mundo de los teléfonos móviles, es una película muy social y además de ser muy real.

Pude ver las sala de cine en España y en Polonia, en los dos casos la película atrapa a los públicos, desde el mismo principio la historia te engancha, te hace reír y llorar y sobre todo, te hace pensar y mucho.

A pesar de saber todo lo que iba a pasar, la película me dejó muy enganchado desde el principio, pero creo que los cambios que hizo Álex mejoran mucho más la película.

Sin ninguna duda estamos ante una película muy buena para la taquilla pero en este caso, una película realmente buena y que es a la vez taquillera.

Un gran acierto en todos los aspectos.

Otro film donde la tecnología está en el centro de la escena. Con un formato teatral, donde el cúmulo
de acciones se desarrollan en un solo decorado interior. Perfetti sconosciuti, (Italia,2016) de Paolo Genovese escenifica situaciones en una cena de amigos que irrumpen en un juego peligroso.
Por supuesto ya sabemos lo que puede surgir de este "juego". Lo que no sabemos es como se va dar cada situación. En el desfile de argumentos de cada personaje para dar su consentimiento al juego peligroso, nos ubicamos, nosotros mismos en esa situación, y mas que de la acción pensamos que haríamos o si estuviéramos ahí. Un logro del guión.
Cada llamada y mensaje de ahí en mas enrarecerá el ambiente y el desfile de cosas privadas no se hace esperar.
Entonces lo que comenzó como una comedia se trasforma en suspenso primero y drama anunciado.
En este drama teatral de caja italiana los personajes oscilarán desde el intento de evitar bochornos, pasando por momentos de resignación ante la perdida entre lo privado y lo público hasta llegar, al escarnio y condena, según se plantee cada situación inconfesable.
Las situaciones tienen su desenlace durante el film mismo y recuerda al planteo que hacía Luis Buñuel en "El Angel Exterminador". En aquel film la aceptación de lo surrealista en no poder salir de aquella casa, justificaba
el encierro de las acciones de los personajes. En cambio en esta propuesta de acciones mancomunadas en un mismo espacio y tiempo, obedece casi exclusivamente a las necesidades del desarrollo de un nudo dramático que por momentos parece forzado y hasta estereotipado por lo liviano.
La solidaridad de la contención femenina y la complicidad de camaradería masculina solo actuarán de elementos ornamentales para explicar en algún sentido los distintos perfiles de cada integrante de aquella cena extravagante.
¿Somos todos modernos no ? espeta a los demás uno de ellos cuando han caído todos los velos de la privacidad y se han borrado aquellos límites que, según parece, siempre deben existir. El tema es la hipocresía y hasta donde la condición de modernidad asumida no raya en la tontería.
No es la tecnología, somos nosotros, parece ser el mensaje aleccionador del film que posee la virtud de no bajar línea y tan solo conformarse con exponer una situación dramática de va desde la gris cotidianidad a la alteración de las miradas de cada uno de los otros. Como fue de suponer desde el inicio la sexualidad se torna central en la condición gay, que sin embargo está solo tratada de manera epidérmica. Si la modernidad de la espontaneidad de sms's y WhatsApp's que llegan sin esperar su turno de tiempo y lugar, nos permite ser de varias maneras
contradictorias, de forma veloz, esa multiplicidad de termina en ninguna esencialidad.
Según parece lo único que queda vivo es la necesidad de mantener una farsa ante los vacíos que se generan cuando la modernidad de la que hacemos gala, no nos exime, ni salva de nuestros mas pre modernos y antiguos deseos y miserias.