El día final

Arnold Schwarzenegger protagonizó otra prometedora película (a mí me llamó mucho la atención y me esperaba bastante de ella) que supuso una decepción monumental y muy desconcertante.

La salvan los momentos conseguidos de acción, sí, y el interesante duelo que mantienen Schwarzenegger y Byrne hacia la mitad de la película.

El resto, pura decepción.

Si que es mala eh, tenía el recuerdo de haberla visto con 16 años y ya me pareció así en su momento, vista 9 años después... por lo menos se queda en eso, no es mas mala que antes y tampoco mas buena.

Y podría haberlo sido, el argumento o la propuesta inicial no es la ostia pero un chuache en sus buenos tiempos habría dado mas, aquí lo único bueno y decente es Gabriel Byrne que compone un Lucifer alejado de histrionismos que cuela.

El fin de los buenos días de Chuache se acabaron a finales de los 90, atrás queda El último gran Héroe, su gran y para mi infravalorada película.

El fin de los días 1999

En su día la ví ( yo era una mocosa ) y me encantó, la recordaba con muy buen savbor de boca.
Si no recuerdo mal esta la hicieron `por el famoso efecto 2000.

La ví de nuevo el otro día, aunque es entretenida tiene muchas taras que no se llegan a entender, pero una peli de estas caracteriscas no se le puede pedir mucho.

Schwazenegger ni fu ni fá, no me transmite nada de nada.

No és de miedo ni mucho menos.

Peli palomitero 100%... el buen recuerdo me a hecho una mala pasada en este caso.

Un 5.

Jajajajaja, que más puedo decir de esta ridícula, malísima y estúpida película.
La peor película que hable del final de nuestros días, una verdadera bazofia cinematográfica, no concibo como es posible que los actores aceptaran ser parte de semejante ridiculez (exceptuando al señor gobernador) una de las perores películas de los 90 de verdad que si la vez ese si seria el fin de tus días.

Sí, ya sé que los cineastas responsables son otros, pero reconozcamos que, desde que ha alcanzado tanta fama, en el momento en que el nombre de Schwarzenegger aparece en una película sabemos que va a acaparar demasiado protagonismo para su escasa capacidad interpretativa.
Todo es convencional y "taquillero"; un ridículo intento de mezclar cine negro, acción de la peor y profecías. Ni siquiera Byrne está inspirado.

Lo mejor es la fotografía. También se podría destacar el físico (sólo el físico) de la chica, Robin Tunney.

Lo peor de todo es que la vi en el cine cuando éste ya estaba muy caro. Yo deseaba encontrar algo como en sus inicios, pero desde entonces ya no he vuelto a dejarme engañar por el impresentable del "Chuache". Si vuelve a hacer algo bueno, en el caso de que "regresara" (He'll be back) a esta industria –cosa que me atrevo a pronosticar como segura si no muere antes–, ya lo veré en mi casa.

¡El fin del buen cine está cerca... como sigamos así!