Guasón

Pensaba que me iba a encontrar con una de esas películas que recuerdas durante mucho tiempo y, si eso sucede, no será para bien. Con ambientación tétrica, oscura, dramática y con tarados mentales por todas partes, el disfrute queda un tanto difícil. El argumento flojo si bien cuenta con buenas actuaciones. Nos presenta una sociedad aún peor de lo que ya es la real y, la verdad, no creo que estemos para catastrofismos cuando decidimos evadirnos un rato en el cine y menos en la España actual. Creía que propondría algo de más calado pero ni tan siquiera veo que trate de dejar algún mensaje que no sea el caos y una sociedad aún peor.
Algo lenta y apocalíptica cuenta con guión algo laxo (es que es cine, dicen algunos), nos presenta al país más potente del mundo como un auténtico estercolero.
Moraleja: No dejes a un loco suelto y menos con un arma.

Excéntrico, llamativo, violento, dañino o pérfido son adjetivos atribuidos al color amarillo.
Nos introducen bajo una rimbombante tipografía amarilla qué ocupa toda la pantalla, junto a los acordes nada sutiles de su compositora, en esta lacónica y furiosa pesadilla.
Joaquin se pasea, baila, se retuerce y corre por el escenario más o menos esbozado al estilo de los setenta.
Unas cuántas citas, algunas más oportunistas que otras, nos recuerdan que lo que se cuenta es profundo y trascendente, así, sin más, por el mero hecho de citar aquéllo que en otro tiempo si lo fue.
Es frustrante la cantidad de veces que lo percibes, que lo escuchas (otra vez, esa maldita música) que expresa sin sutilezas la corroida personalidad del antihéroe.
«Set-pieces» que bien valdrian haberlas visto en directo, pero que filtradas por las lentes de la cámara se vuelven impostadas o ridículas. No es la energia de esa «bestia» de la actuación. Es la improvisada y poco atenta puesta en escena del realizador la que las traiciona.
Cuándo todo parece perdido y agotado, de repente, casi a la vez que el maquillaje blanco hace de nuevo su aparición, surge un haz de veracidad verdaderamente incómodo que esta apunto de solucionar el despropósito inicial.
Lástima que llegue tarde. No deberían haberse recreado tanto en la miseria de Gothan/Joker. No era necesario.
Que hermoso hubiera sido que el verde; contemplativo, sereno, brillante y misterioso como un cuadro de Hopper se tintara sobre el cabello de Phoenix.

Me esperaba algo bueno, pero me he encontrado con algo muy muy muy bueno.

La actuación del protagonista es soberbia, y, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Pero no el único. Las demás actuaciones, el guión, la fotografía, la música.... todo es buenísimo.

No me esperaba una película tan buena del director de la trilogía Resacón en Las Vegas, la verdad.

Definición de arte: transmitir sensaciones y emociones. Sinónimo de arte: Joker.

No recuerdo nunca haberme reído tanto con un drama tan profundo, por cierto.

Nunca me imaginé un personaje como este Joker, tan pasado de vueltas. Esa risa que te congela la sangre. Tan triste, tan desgraciado y a la vez tan brutal el pobre Joker. A mi sinceramente me ha llegado al alma su patetismo y mala suerte.
Joaquin Phoenix lo borda. Logra que un personaje de cómic sea convincente y parezca real.
Genial.

Técnicamente genial, visualmente maravillosa y una interpretación magistral. Tanto es así que pienso que si la peli fuera muda seguiría siendo igual de buena -haced el experimento mental y veréis.

Siempre digo que cuando una película es genial, se te queda grabada en la memoria como si fuera de un color. Es curioso, pero Joker se me ha quedada grabada como una peli azul. Diréis que por el traje del payaso, pero he vuelto a mirarla y en el traje apenas hay azul, el azul que se graba es el de sus ojos. Esto no solo es un mérito de la dirección artística sino de la tremenda fuerza expresiva que Fenix le imprime al personaje de Joker. No pongo el artículo delante porque concibo a Joker como nombre propio de una persona, porque es de una persona de quien se cuenta la historia, y es ahí donde reside la fuerza del film. Quiero decir que aunque Joker pueda ser la representación de una sociedad moral corrupta, el sufrimiento está encarnado en un individuo, en una persona, y no en el hombre masa aquel tal y como lo concebía nuestro Ortega y Gasset. Joker sería aquí una especie de Jesucristo que viene a redimir a Gotham, que sería una especie de Israel corrupto adorando al becerro de oro como nuevo Dios construído por Aarón: en la peli el capitalismo cuya mercancía es el sufrimiento de las personas individuales.

Pero ese es precisamente el lado flojo de este trabajo que no deja de ser por ello un genial trabajo, me refiero al mensaje, nada nuevo bajo el sol. Hacia la mitad de la peli apareció en mi mente Un día de furia y ya no me abandonó. Porque lo que le pasa al personaje del film de Schumacher es lo mismo que a Joker. Los dos son desequilibrados -otra cosa es que el individuo con todas sus neurosis sea un resto de la sociedad- que estando en la cuerda floja, en un momento dado pierden totalmente la cordura y la lían parda. Pasa algo parecido con Taxi Driver aunque creo que ahí el mensaje es otro.

¿No hay nada nuevo entonces en el mensaje de Joker? Sí, sí que lo hay: la corrupción no está solo en el poder y la política, sino en toda la sociedad. Una sociedad que al ser tan irracional desarrolla una vulnerabilidad a la violencia tal que lo que necesita es un líder irracional como Joker, Hitler... por no dar nombres de políticos españoles; se me ocurren varios payasos, varios guasones, varios jokers.

Al menos la peli no acaba con el final moral típico americano. El final no puede ser más negro. Por cierto, creo que le sobra la última secuencia.

Nota: 10 (sin matrícula de honor).