Pasiones rotas

Una película estadounidense que se desarrolla antes y en los comienzos de la Guerra Civil española es algo que de entrada llama la atención. Actrices y actores conocidos como Polly Walker, Franco Nero o Vincent Pérez aseguran un toque internacional. Lamentablemente, la historia de la película no parece despegar, a la relación entre los dos protagonistas y a la acción le faltan coherencia y sentido. Algunas interpretaciones no son creíbles (¿qué le ocurrió aquí a Vincent Pérez?) . En cuanto al contexto político, éste se limita a ser un telón de fondo al que se hace referencia pero en el que no se ahonda como merece.
Sin embargo, lo peor de todo es la visión de una España de pandereta típica de las novelas de Ernest Hemingway en una película de 1998. Un niño que canta y toca a la guitarra, para los protagonistas, una canción supuestamente popular y conmovedora. Y, como no, la llamada "fiesta nacional", ensalzada momentos antes con los argumentos de siempre, en la que se nos muestran varios minutos de escenas de tortura y maltrato animal. Lamentable.

Película ambientada en tierras españolas y protagonizada por Polly Walker y Vicent Pérez. Ella hace de una institutriz irlandesa que viene a encargarse de la educación de las hijas de una importante familia acaudalada. Ella ve al hijo calavera y rebelde de la familia y entra en shock, comienza el dramón. La película tiene una gran ambientación y es capaz de plasmar con detalles todas las tensiones políticas internas de un país dividido en distintas facciones casi a punto de entrar en guerra. Vicent Pérez hace de galán como es habitual, el resto del reparto tiene como rey a un Franco Nero en todo el apogeo de su madurez, que da lo mejor de sí. Los diálogos son edulcorados y cursis y la carga fotonovelesca a veces resulta inadecuada, pero tiene una hermosa banda sonora y una historia interesante. A mí la película me gustó por su título. Además no todos los días se ve a Atia, la domina romana, dando clases de inglés. Saludos.