88

¿Os acordáis del anuncio del Corte Inglés con reminiscencias Lynchianas de hace un año? Pues quitadle el glamour, la gracia, poned música machacona y situaciones sin sentido. Alargadlo hora y pico e intentad hacerlo "noir", mezcladlo con al menos la mitad de psicotrópicos que se debió inhalar el director para hacerla y todavía os quedareis lejos de la terrible HEZ que han pergeñado en esta película. No se si les dieron subvención para hacer esta broma cinematográfica, pero de ser así deberían devolver cada céntimo, y con intereses por los traumas generados a los... 10 o 12 (todos familiares del reparto, o ni eso) espectadores que presupongo tuvo esta pérdida de celuloide, si es que alguna sala suicida se aventuró a darle cobijo.

Concluyendo: MALA DE *****NES.

88 es una de esas películas que con solo ver los primeros veinte minutos ya sabes si te va a gustar o no. Bueno, en este caso, los veinte primeros minutos son mas que suficientes para correr a por el mando a distancia y poner fin a esta locura fílmica del aburrimiento y la mediocridad mas absoluta y caótica que he visto hasta el momento. Y es que he tenido la desgracia de ver un buen número de películas malas, pero es que esta se lleva la palma y no precisamente de premios, como el que le concedieron a este truño en el festival de Gijón... Ver para creer.
Pero como suelen decir no hay mal que por bien no venga y es que cuando al fin uno se encuentra con una que destaca por su brillantez, se aprecian mejor sus resultados, disfrutando de cada uno de sus fotogramas. Sin embargo, éste no es el caso.

88 está realizada bajo la tupida red de ideas de una historia confusa. Carente de ritmo y sentido unido a la fría interpretación de sus personajes; la mayoría de ellos con muchas tablas sobre el escenario, lo que llega a chocar aún mas, porque no nos encontramos ante una película de aficionados al cine, que se van un fin de semana al pueblo a grabar unas imágenes con los colegas para ver lo que sale. En ese caso, sería comprensible, pero es que 88 es como su argumento, algo incomprensible y surrealista que no hay por donde cogerlo.

“88” es de esas películas que posiblemente eran mejores en la mente del director de lo que luego vemos en pantalla. Tarda demasiado en tomar forma y lo hace de manera confusa y aunque hay casos en que la confusión añade originalidad al producto, eso solo funciona en manos directores con un universo especial, cosa que no sucede con Jordi Mollà quien aquí intenta jugar a ser Peter Greenaway o David Lynch y acaba bordeando una ridiculez inteligible (que posiblemente no agrade ni a él) para acabar en un final ridículo que no aporta ni un apice de entendimiento al conjunto. La confusión se apodera de absolutamente todo y el espectador no sabe por dónde caminar porque el director está demasiado enfrascado en lo que sea olvidando que es un producto para otros, no para tus amigos o para ti mismo. Es una película hecha sin pensar en el espectador e interpretada con la convicción de quien resuelve un sudoku poniendo números al azar por si acaso acierta, eso también se debe a la evidente desigualdad en la calidad interpretativa de los mas que correctos Ochandiano y Bonnin y el resto de actores que en muchos casos parecen amateurs o recitan sus textos sin apenas emoción. Durante todo el metraje tienes esa sensación de lo que podría haber sido y no es. Los experimentos a veces funcionan pero cuando no tienes un gran presupuesto o una gran experiencia deberías hacerlo mejor de lo que Jordi Mollà demuestra aquí. O en todo caso buscar un proyecto mayor (y mejor) que acerque al espectador a una comercialidad mas próxima y entendible. Porque de no ser así solo consigues un mediocre experimento que apenas satisface a una minoría y en muchos momentos bordea el ridículo (e incluso la caspa) sobre todo en su tramo final. Que conste que la película tiene buenas intenciones y es razonablemente más entretenida de lo que parece (aunque aburrida, al fin) pero da la impresión de que estamos compitiendo con un seiscientos en una carrera de Formula 1 y que, además, hemos conseguido el carné de conducir hace una semana en una tómbola. Y es que uno, cuando acaba de ver “88” se pregunta si Jordi Mollà se ha equivocado o simplemente es que no sabe hacerlo mejor.

Nada mas empezar, se ve que está subvencionada por el ICO, después hay que esperar 6 minutos para escuchar las primeras palabras, después 3 minutos para escuchar las segundas conversaciones, nada que ver unas con otras y entre medias imágenes a la Española, sin sentido común, el resto de la película es mas de lo mismo de principio a los 29 minutos que aguanté, ya que está claro el fin de esta película, repartirse el botín entre los que salen en ella, no merece la pena para nada perder el tiempo en sentarse a verla

Jordi Mollá, si aceptas mi humilde consejo, dedícate a tu profesión: actuar.

Si soy sincera, la he visto entera sólo por sentirme capacitada para votarla en Filmaffiinity. Por la nota, esperaba una película mala, para una tarde de sofá. Pero más que eso es una incomprensible forma de gastar dinero del estado. Estoy a favor de apoyar al cine español, pero al cine, no a esto.

No voy a perder mi tiempo en hablar sobre el guión de la película. Incomprensible y detestable.
Las interpretaciones mal, pero no se les puede culpar a los actores por no entender a sus personajes ni al argumento.

Lo bueno: personalmente, no puedo decir que me aburriera, porque era taaaan mala, que aproveché a hacer otras cosas más divertidas, por la buena compañía que tenía a mi lado ;)
Mi más sentido pésame a los que pagaron por verla en el cine.

Y repito, Jordi Mollá, por favor, si te crees tan fantástico, sigue por el mundo haciendo de actor internacional, porque a mi parecer, no eres malo. Pero no vuelvas a España para hacer estas mierdas.