Influenza

Bong Joon-ho experimenta con la forma y nos involucra en una historia de descenso a los infierno. Víctimas evidenciando la pasividad del responsable protector. Se nos plantea un voyerismo activista que pretende y critica.

El director coreano expone la hipocresía de organismos al servicio de la sociedad. Muestra la nula defensa ante la atrocidad que generan sus propias víctimas. La pasividad de mecanismos ineptos. Incapacidad para frenar cualquier ola criminal con señales delatoras en futuros evitables.

Valiente en la forma y persistente en el mensaje.