Sobredosis

Me cuesta mucho entender las elecciones que hizo Fernando Ayala, al aceptar dirigir proyectos como Pasajeros de una pesadilla, o Sobredosis, que parecen más patéticos telefilmes, que películas hechas por un director con 30 años de trayectoria.
De verdad que esta historia tan grosera y grotesca sobre como un adolescente va cayendo en la droga, es muy mediocre, muy burda, además de que el guionista no es capaz de profundizar en nada, solo se recrea en la sordidez sensacionalista, y la degradación de los drogadictos, con escenas realmente lamentables y asquerosas, como la de la violación.
Encima los diálogos son de humor involuntario por lo rancio y risibles, creen imitar el lenguje de los drogadictos y hacen cualquier cosa.
Para acabar de rematarla, la película es machista y sobre todo homofobica, los gays que aparecen en ella son unos pervertidos de cuidado.
De verdad que parece esas películas anti drogas de los 50 o 60, más que de los 80, y realmente una lástima que en sus últimas películas Ayala cayera tan bajo, y que en tiempos de democracia, sin censura, en vez de aprovecharla para retomar a su cine comprometido, solo lo usará para llenar de escenas de sexo, estos bodrios sórdidos y vacíos.