Los increíbles Powell (Serie de TV)

Para cubrir el hueco dejado por la serie Héroes, ABC lanza este formato (nada original por cierto ya que recuerda sin duda de la película Los Increíbles de Disney) para los amantes del mundo fantástico de los superhéroes.
La decepción viene cuando nos damos cuenta (a los 5 minutos de serie) de que intenta dar importancia a las relaciones entre los miembros de la familia cayendo en tópicos insoportables: el padre que se siente inferior a su mujer, el niño que se siente infravalorado por sus padres, la adolescente con los típicos problemas de instituto y la madre que no hace más que trabajar y no atiende a su familia sintiéndose mal por ello. Y "tachan", creen que con sus nuevos superpoderes van a superar estos problemas, siendo los resultados catastróficos, por no decir patéticos. Para ponerle la guinda a este sinsentido, añaden unos supervillanos y una conspiración igualmente patéticos.
La única salida que le veo es orientarla al público infantil (que me sorprende que no fuese la idea inicial), y he de decir que los efectos especiales son buenos pero, rotundamente, no es para los seguidores de Héroes.

Producción americana que muestra la vida cotidiana de la familia Powell de clase media-alta que va rumbo de convertirse en disfuncional. El padre, Jim (Michael Chiklis, La "Cosa" de los Cuatro Fantásticos), dibujante de bocetos de la policía, gran atleta en sus tiempos de instituto, se siente infravalorado e inútil en comparación con su mujer Sthephanie, científica de éxito que trabaja en una empresa de alta tecnología, bastante agobiada por no disponer de tiempo para ocuparse de su marido, el trabajo, la casa y sus hijos: Daphne, una adolescente pasota y adicta al móvil, y JJ, un preadolescente acomplejado al descubrir sus profesores que no consigue aprender con la misma rapidez y capacidad que sus compañeros de viaje.
Como única posibilidad que ve para salvar un matrimonio que hace aguas, Jim decide irse de viaje con toda su familia a Brasil, pese a las protestas de éstos. El avión en el que viajaban sufre un accidente y caen todos en un lago, donde una sustancia radioactiva les otorga poderes que parece suple las carencias que sufren en sus vidas, así, Jim se vuelve superfuerte, que le permite sentirse útil e ir por la ciudad como un justiciero. Sthephanie obtiene supervelocidad, pudiendo cumplir sus compromisos sin el menor esfuerzo. Daphne es telépata, lo que le permite cotillear más profundamente en las mentes de sus amigas. JJ consigue una mente dotada de una increíble inteligencia y memoria, que le lleva al éxito académico, deportivo y social, sobre todo con las chicas.
La serie, cargada de humor y situaciones familiares, no consigue enganchar, dando la impresión de que ya se ha visto esa escenas miles de veces. Algo mejora cuando una serie de individuos, algunos relacionados con la empresa de Sthephanie, otros con superpoderes también, se involucran en la vida de los Powell, pretendiendo descubrir sus poderes o utilizarlos en beneficio propio, provocando que sus vidas no vuelvan a ser ordinarias. Por desgracia, la serie no consigue despegar, dejándolo muy mal parada en comparación con otras historias sobre superpoderes muchos más interesantes y entretenidos que los Powell.

Jim Powell (Michael Chiklis), dibujante de retratos robot en una comisaría de Los Ángeles, su mujer Stephanie (Julie Benz) una atareada científica que trabaja para una potente empresa, y sus 2 hijos adolescentes Daphne y J.J. (Kay Panabaker y Jimmy Bennett), son los Powell, una familia que al arrancar la serie se nos muestra como un grupo en el que la falta de comunicación entre ellos debido a la atareada vida que llevan está afectando a su convivencia, por lo que por aquello de unir lazos y demás se toman unas vacaciones en Sudamérica, sufren un accidente aéreo en el que caen a un río y tras salvar la vida saliendo a la superficie de unas aguas fosforescentes, vuelven a su hogar con distintos superpoderes cada uno.

Todo esto en apenas unos minutos del episodio piloto, partiendo de esta simpática premisa la cadena ABC pone en marcha una comedia dramática familiar (tanto por ser una familia la protagonista, como por ser este el segmento al que mayormente está dirigida), que viene a ser una especie de mezcla de "Los increíbles" y "Los 4 fantásticos" donde episodio tras episodio vamos encontrándonos villanos con superpoderes detrás de los cuales esta una misteriosa organización con los cuales se las van teniendo tiesas, mientras vemos como cambian las relaciones familiares esas nuevas habilidades, y como afectan a sus respectivos día a día en trabajo (padres) e instituto (hijos).

Narrada en tono suave y con unos efectos digitales dignos para tratarse de una serie de televisión, estamos ante algo que sin llegar a enamorar ni hacerte morder las uñas entre episodio y episodio, se deja ver, entretiene y se disfruta más desde el lado fantástico que desde lo justito de interés dramático que contienen los personajes, más que nada por aquello de ser Michael Chiklis el encargado de dar vida a ese invulnerable forzudo convertido en una especie de "La cosa" moviéndose como "La masa" (tiene su punto la patina de inocencia de su personaje, tras tenerlo fresco todavía en la memoria como ese desatado Vic Mackey de "The Shield"), ya que las subtramas y escenas con superpoderes con Julie Benz y los chavales de por medio resultan menos atractivas aunque cumplen con el cometido de cubrir todo el sector familiar de espectadores a los que evidentemente esta dirigida.