Haz click aquí para copiar la URL

Río de plata

Western. Drama. Romance Cuando es expulsado del ejército, Mike McComb, jugador sin escrúpulos, egoista y cínico, decide convertirse en el mayor magnate de plata de Nevada. Su imperio empezará a caer cuando los demás mineros combinen sus esfuerzos contra él. Llegará a perder incluso el apoyo de su mujer y de sus viejos amigos. (FILMAFFINITY)
1 2 >>
Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
14 de noviembre de 2009
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Último de los 7 films en los que colaboran el realizador Raoul Walsh y el actor Errol Flynn. El guión, de Stephen Longstreet y Harriet Frank Jr., adapta la novela de bolsillo “Mike McComb”, del propio S. Longstreet. Se rueda en escenarios reales de Bronson Canyon (L.A.), Inyo National Forest (Bishop, CA) y Warner Ranch (Calabazas, CA) y en platós de Warner Studios (Burbandk, CA). Producido por Owen Crump para la Warner, se proyecta en sesión de preestreno el 18-V-1948 (Denver, Colorado).

La acción dramática tiene lugar en Gettysburg, a 6 millas de la batalla (1-3/VII/1863), en Silver City y en localizaciones del territorio de Nevada, entre los años 1863 y 1878. Mike J. McComb (Flynn), antiguo capitán de caballería de la Unión, tras abandonar el ejército, decide emprender una carrera en busca de riqueza y poder. Progresa con rapidez en múltiples actividades (juego, banca, ganadería, minería de plata, madera, etc.). Sus oponentes son Georgia (Sheridan) y el envidioso “Buck” Chevigee (Blue). El villano es “Banjo” Sweeney (MacLane), su mano derecha es “Pistol” (D’Andrea) y el apoyo legal se lo proporciona el abogado John Plato Beck (Mitchell).

El film suma drama, romance y western. Compone un relato que compone un cuento moral sobre la ambición, la soberbia, el individualismo y la ausencia de escrúpulos. La acción tiene lugar en los años posteriores a la Guerra Civil (1861-65), mientras se da en el país una expansión económica intensa, se impone el liderazgo de los empresarios ambiciosos y emprendedores, se registra el desarrollo del sector de las finanzas (banca, bolsas de valores, financiación internacional...), el crecimiento del sistema económico de libre empresa, el avance industrial, la acumulación de grandes capitales privados y la expansión económica general de los estados del Sur y del Medio Oeste. Estas circunstancias quedan reflejadas en el film, aunque se sitúan en el trasfondo del mismo. Se explican a grandes rasgos, con un nivel de aproximación satisfactorio y, por demás, interesante. Reflejan con relativo acierto una realidad histórica del pasado del país, en la época vertiginosa en la que se enmarca el film. La suma de ambos elementos (relato directo y trasfondo histórico) ofrece explicaciones imprescindible para que el espectador pueda entender cabalmente algunas claves de la historia que se explica.

La riqueza de un país depende de la cantidad de bienes y servicios que produce, no del oro y plata que acumula. Es interesante ver cómo en el XIX se pensaba que existía una relación directa entre poder económico y financiero de un estado y el volumen de oro y plata del que disponía. En el marco del relato, la teoría indicada explica hechos importantes, como el impulso que la autoridad desea imprimir a la producción de plata y sus consecuencias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de noviembre de 2009
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A medio camino entre el western y el melodrama sureño, esta película de Raoul Walsh (Los violentos años 20, Al rojo vivo, Tambores lejanos) ofrece una de las versiones más serias y completas de Flynn. Inicialmente, el actor se desarrolla en el terreno que le es más favorable, el de la truhanería y el desenfado. Sin embargo, Río de plata se va tornando más dramática a medida que la historia avanza y, obviamente, el personaje a quien Flynn da vida va “agriando” también su carácter, volviéndose más trascendente y apesadumbrado. Una memorable transmutación interpretativa y la confirmación de que Errol Flynn era mucho más que un carismático vividor.
FERNANDO BERMEJO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de marzo de 2011
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo veo normal que le expulsen del ejército. Un nota que quema dinero en tiempo de guerra es para cortarle las pelotas. Pero el señor Flynn de las partes bajas va sobrado. Lo mismo que el genial Walsh. Uno de los tuertos más famosos del mundo dominaba el arte tras la cámara que me es impensable que el jubilado fuera su alumno. De la belleza de Ann Sheridan podría hablar la de Alcobendas. Mención especial para el bebedor más famoso del cine: Thomas Mitchell. Joder lo que bebe el hombre.
RONNIE JAMES DIO (CUENTA BLOQUEADA)
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la batalla de Gettysburg en 1863 el capitán yankee Mike McComb es expulsado con deshonor del ejército lo que le llevará paradójicamente a cambiar radicalmente de vida y convertirse en un habilidoso jugador y en un brillante empresario en la naciente Silver City. Con un inicio muy prometedor –algo habitual en Walsh aunque no siempre consiga mantener ese explosivo nivel inicial- este western de jugadores y minas de plana, a la que se añade un triángulo amoroso, acabará por desembocar en un melodrama de altos vuelos, de toques folletinescos, en una entretenida trama, parábola sobre la ambición desmedida y la redención, protagonizada por un eficaz Errol Flynn un poco falto de energía –y en cuyo rostro los efectos del alcohol son bastante visibles- dando vida al ambiguo personaje del capitán, ángel y demonio a un tiempo, junto a la soberbia Ann Sheridan en un papel por debajo de su altura dramática y un gran papel secundario para el gigante Thomas Mitchell como abogado borrachín de McComb. Muy buena película del maestro Walsh.
Gould
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de marzo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Río de plata podemos ver una alternativa a lo visto en la mayoría de los otros westerns que protagoniza Errol Flynn. Aquí es cínico, ambicioso y chulo pero de los chulos malos, lejos de su papel de simpático y honesto, a veces chulito pero chulito que cae bien, que hemos podido ver en Virginia City (Oro, amor y sangre), Dodge City o Montana, por ejemplo. La película aporta otras cosas que no vemos en westerns más convencionales aunque su inicio indique lo contrario. Refleja el gran Raoul Walsh un tipo de personaje que, después de que le den la patada en el ejército por pirómano (es un decir), ve claro que lo suyo es hacer pasta como sea y aplastando a quien sea. Es un buen film, interpretado por buenos actores (Thomas Mitchell, una vez más, inmenso) aunque me sobra que Flynn, en un momento dado, alabe la extrema belleza de Ann Sheridan. Por lo menos en esta película, la Sheridan tiene cara de palo (o de haberse tragado uno).
Ehesen
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow