Where God Left His Shoes

Entretenido drama, con momentos de melodrama, que resulta vistoso y en su primera mitad eficaz.
En esos momentos, está narrada de forma que el espectador se involucra en las duras cuitas del protagonista y su familia, a la que todo le sale mal por esas cosas del destino.
Está bien llevada y John Leguizamo y David Castro llevan perfectamente el peso del film, un film duro e inclemente que, poco a poco, va perdiendo fuerza, aunque nunca aburra ni llegue a perder el interés.
Lo que sucede, de malo, es que hay un momento en el que todas las penalidades, una detrás de otra, resultan excesivas. Todas creíbles y verosímiles, puesto que son cosas que suceden a los sin techo cada día, pero es que se puede decir que juega con el espectador, dándole falsas esperanzas para después machacarlo. Y esto, se puede aceptar o no. En este caso, a medias.
De todas formas, creo que gusta bastante y uno/a desea a toda costa saber cómo finalizará todo, hecho que, me estoy refiriendo al final, sucede de forma creíble, veraz. Es un dato positivo que denota que, al menos, Stabile tiene las ideas claras en cuanto al guión.
Hay humor, mucho drama e intensidad dramática en escenas con mucho movimiento, como cuando padre e hijo se meten en una gran tienda de ropa.
En resumen, que está bien, sobre todo si consideramos que es la primera película de su joven director. Habrá que ver si pule ciertos defectos de ritmo en el futuro.

John Leguizamo siempre me ha parecido un actor inmenso. De lo mejorcito que hay hoy en el panorama internacional. Un puto crack capaz de hacer creible cualquier personaje que caiga en sus manos. Y se agradece que de vez en cuando se salga del cine meramente comercial para rodar pequeñas joyas como este "Donde Dios dejó sus zapatos". Siempre he pensado que su actuación en "El incidente" se debiese más a sacar pelas para poder hacer otro tipo de cine que a la necesidad de éxito. Y no me equivoco. Aquí lleva él todo el peso de la historia pero sin abusar ni un ápice de su interpretación.

Aquí interpreta a un analfabeto cabeza de familia, boxeador acabado, que ve cómo de la noche a la mañana se le cae el mundo encima. Se ve obligado a abandonar su apartamento, a vivir de refugio en refugio hasta que un dia de Navidad ve la esperanza en forma de un apartamento de protección social. Pero hay un inconveniente administrativo: ha de encontrar un trabajo estable en menos de 6 horas para poder hacer suyo ese apartamento. La película narra esas 6 horas de desesperación buscando curro por las calles de New York acompañado de su hijastro.

Magnífica película de Salvatore Stabile; película de guión, de personajes, de diálogos. Una película sobre la esperanza rodada con una magnifica fotografía (gris, fría y distante para enfatizar los inviernos neoyorkinos) y sin caer para nada (cosa que se agradece) en el sentimentalismo barato. Cada uno de los personajes, cada una de las situaciones, es creible al 100%.

Lo mejor: John Leguizamo, Leonor Varela (la actriz chilena que intrepreta a la mujer y por la que consiguió el llamado "Óscar hispano") y el chaval David Castro (reconozco que en un principio me dio miedo ver esta película: la unión de drama + niño suele dar lugar a un pastelón insufrible; pero nada más lejos de la realidad. De hecho es precisamente el chaval el que lleva la escena más impactante en mi parecer de todo el film: la de la juguetería). Destacable también es la banda sonora y la escena de la cena en el restaurante donde te dice mucho del personaje de Leonor Varela. Bueno, y el magnífico final.

Lo peor: Nada. Quizá que he leido por ahi que la comparen con la película de Will Smith "En busca de la felicidad". No la he visto, pero conociendo la forma dramática de actuar del Sr Smith (léase: poner cara de tristeza, miradas al infinito y lagrimita a la postre) diría que la actuación de Leguizamo es totalmente antagónica a la de aquel. Pongo la mano en el fuego y todo...

En resumen, "Donde Dios dejó sus zapatos" es un magnífico drama, que retrata como nadie situaciones que, como reza el tailer, "pasan desapercibidos todos los días en cualquier ciudad... hasta que te pasa a ti"

Drama lacrimógeno que sin llegar a ser notable, funciona. Una historia verosímil, aún exagerada en forma, con la pobreza y la familia como antagonistas. Dura y alegre a tramos, su guión obra del propio director coquetea con sobrepasar lo melodramáticamente aceptable, y es en ese limbo donde atrapa. Sencilla y con un ritmo que favorece el visionado, su regusto agradable engrandece las tramposas sonrisas y lágrimas.

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Frank Díaz, boxeador de poca monta, ex combatiente de la guerra del Golfo, analfabeto y trabajador ocasional en diversos cometidos (John Leguizamo), es desahuciado de la casa en la que vive con su mujer (Leonor Varela) y sus dos hijos pequeños (hija e hijastro). Tras pasar un tiempo viviendo en un albergue, se le presenta la ocasión de acceder a una vivienda social, para lo cual debe presentar papeles conforme esta dado de alta con alguna empresa, papeles de los que carece debido a la eventualidad y particularidad de los trabajos que desempeña, por lo que acompañado de su hijastro de 10 años, se lanza a la calle para en el transcurso del día (si no el piso se lo darán a otro) conseguir un empleo que cumpla los requisitos.
Todo esto a modo de presentación, a partir de aquí se nos cuenta las vicisitudes y contratiempos que les salen al paso y los caminos que escogen ante la cada vez más difícil empresa, mostrándonos de forma realista y nada maniquea el patio de atrás de la Navidad en una gran ciudad y el modo en que afecta a la relación, primero entre padre e hijo y luego con el resto de su familia y que al finalizar nos deja con un amargo sabor de boca ante los dolorosos puñetazos de realidad recibidos durante la proyección.
John Leguizamo y David Castro en el papel de padre e hijo, están realmente bien, no desentonando en absoluto la chilena Leonor Varela (mejor actriz secundaria por este papel en los Imagen Awards, una especie de Oscar para los latinos que trabajan en USA) y como curiosidad señalar la aparición en un pequeño papel de Jerry Ferrara (Turtle en Entourage).
Recomendable.