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Las niñas Quispe

Drama Basada en un hecho real sucedido en 1974, “Las Niñas Quispe” relata la historia de las hermanas Justa, Lucía y Luciana Quispe, pastoras del altiplano quienes llevan una vida solitaria. Un visitante anuncia una ley que puede traer transformaciones en su modo de vida, lo que desencadena en ellas un cuestionamiento existencial que las llevará inexorablemente a un final trágico. (FILMAFFINITY)
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20 de octubre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El caso de las hermanas Quispe es, sin duda, uno de los relatos más impactantes ocurridos en el contexto de la Dictadura Militar en Chile. Esto porque tres mujeres de la cultura Colla, un pueblo originario que aún existe en Chile, decidieron acabar con sus vidas muy cerca de su hogar, una choza en medio de la nada, al interior de la Región de Atacama. El hecho impactó por su forma y las extrañas circunstancias que rodearon al suceso, el que motivó al dramaturgo chileno Juan Radrigán a llevar la historia al teatro en 1980, cuya obra retornó a las tablas este 2013.

Y es precisamente sobre esta obra en particular -y a la historia en general- en la que se basó Sebastián Sepúlveda para dirigir “Las Niñas Quispe”, el último estreno nacional.

La cinta nos sitúa exactamente en el mismo lugar donde vivían Justa (Digna Quispe), Lucía (Catalina Saavedra) y Luciana (Francisca Gavilán), tres hermanas que sobrevivían gracias la venta y manufactura de sus cabras y ovejas, las que pastoreaban durante el día, lejos del sostenido ruido de balas y bombas que inundaban al país en plena dictadura. Sólo Justa, la hermana mayor, tenía ciertos conocimientos de lo que sucedía allá afuera, manteniendo siempre las historias lejos de los oídos de sus hermanas. En ciertas ocasiones, en medio de la nada, aparecían chilenos que, arrancando del país, llegaban donde ellas para solicitarles ayuda y poder atravesar la frontera para ir hacia Argentina cruzando la Cordillera. Vivían agobiadas de sus vidas, del letargo, del miedo, la incomunicación y la incertidumbre que les generaba la posibilidad de que los militares llegaran y les confiscaran su rebaño.

Con el silencio como música incidental y tan sólo tres personajes en escena durante los 80 minutos de metraje de la película, “Las Niñas Quispe” resulta un cuidadoso relato, potente y conmovedor, del día a día de estas hermanas. La cinta deja ver la soledad y modo de vida de tres mujeres, cuya hermana mayor, Justa, hacía las veces de madre, tomando las decisiones y sobreprotegiendo a Lucía y, en especial, a Luciana, la menor de las tres.

La atmósfera es, por momentos, desgarradora, sostenida en todo momento por el inmenso peso actoral de dos figuras de la pantalla grande en nuestro país: Catalina Saavedra (“La Nana”, “Gatos Viejos”) y Francisca Gavilán,(“Violeta se fue a los Cielos” “Ulises”), la primera como una mujer dura, inconmovible, sin escrúpulos, a ratos masculina; la segunda lo suficientemente retraída, aprendiendo a (sobre)vivir y, probablemente, más consciente que ninguna de lo duro que resulta su propia vida. Párrafo aparte merece Digna Quispe (Justa), sobrina en la vida real de las hermanas, que se roba la película interpretando con una naturalidad que ya se la quisieran varios actores.

Filmada a 4.000 metros de altura, en el sector de la Tola, a 190 kilómetros al interior de Copiapó, “Las Niñas Quispe” nos pone a disposición una historia en todas sus formas, sin pretensiones, sobre una historia real que retrata el contraste de dos mundos: una cultura altiplánica ancestral que, sin mediar, se vio sometida al miedo, la presión y las repercusiones de un golpe militar, permitiendo al espectador respirar ese denso y pesado aire, que silba entre cerros, trayendo consigo el grito de cientos de personas que vivían una pesadilla detrás de la inmensidad de esos muros de tierra.

Planos largos, primeros planos y una fotografía pintada a mano completan el primer cuadro dibujado por Sebastián Sepúlveda, un joven director que hoy se abre paso con su ópera prima, donde la muerte es tan sólo un ritual que da paso a la libertad de tres hermanas que, sin enterarse, se convirtieron con el paso del tiempo, en otras víctimas más del miedo y el horror de una dictadura que no respeto, siquiera, a las raíces del país y su gente.

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elotrocine.cl
Wladimyr Valdivia
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