El sexo de los dinosaurios

Esta critica va dirigida a todas esas personas que se sientan a ver una película pensando que todo el cine es arte.

La opinión que daría de esta cinta no sería la misma en cualquier situación ni en cualquier compañía. Por ejemplo:

Si estoy tomando unas cañas con mis amigos me reiría recordando algunos momentos, algunos diálogos, algunas entrevistas y sobretodo el "sin-sentido" del final, y hasta llegaría a recomendarla encarecidamente.

Ahora bien, si estuviera rodeado de los mejores cineastas del mundo, no me atrevería si quiera a mencionarla.

Pues aquí es a donde quería llegar... Si uno llega una noche a casa cansado, con ganas de tumbarse en el sofá, y ver una película que no diga nada trascendental, que no invite a reflexionar y que no marque huella en lo más profundo del alma; donde el único objetivo del director sea dar una opinión propia sobre un tema atrevido (acertada o no a la de uno mismo) y compararla con la de muchas otras personas (que para nada son científicos de la nasa, si no gente nada mas), esta cinta cumple las expectativas.

A las personas que esperen lo contrario, un mensaje que les llegue y una película que marque un antes y un después en sus vidas, les recomiendo que no la vean.

Los primeros minutos están bien, pero a medida que la cinta avanza va decayendo, hasta el extremo que se convierte en una serie de comentarios inconexos y superficiales sobre aspectos generales de la vida pareja y del sexo.

Los testimonios de los intelectuales están muy sesgados y expuestos de una manera que se tiene una idea vaga de lo que el documental quiere comentar. Paralelamente, el director "da la alternativa" a par de amigos suyos que pretenden imponer el ritmo a la cinta, sin embargo el resultado son "conversaciones de bar alternadas" con clases de "antropología barata". (Por cierto, los dos amigos son dos fantasmas).

Para rematar este despropósito, la historia desemboca en el hecho de la aprobación del matriomonio homosexual en el año 2005 en España. Dando como conclusión (personal del realizador):

"¡Qué más da casarse! Si la mitad de los matrimonios acaban en divorcio y la otra mitad en una vida en pareja miserable". (Por cierto, este dato "fideligno" se reitera n veces a lo largo del documental).

Algunos de los expertos dan puta pena, como por ejemplo el "experto" en estrategia, que se saca de la chistera una estudio estadístico que es gracioso no por el resultado (mide el porcentaje de infidelidad), sino por la falta de rigor del mismo. Ese hombre debería hacer un curso de Estadística.

Otro supuesto experto, da una charla sobre la atracción humana, y el realizador le da más importancia a los genitales de los modelos desnudos que aparecen, que a los comentarios de este hombre.

El amigo calvo del director, expone lo que él llama "Teoría de la extinción de los dinosaurios" (o una mierda similar), que parecen más el fruto de la ingesta de ciertas sustancias que de un proceso de pensamiento humano.

En definitiva, es como si el director se hubiera dedicado a grabar material durante los últimos cinco años y lo compilara todo en un supuesto documental.

Lo que más me indigna, es que este "producto" ha sido subvencionado por el Estado.

Le pongo un 3 tapándome la nariz.