Tyrant (Serie de TV)

Leyendo algunas críticas a esta serie, tanto de los “pros” como de los parroquianos de Filmaffinity, empiezo a pensar que buena parte del personal no ha visto Tyrant. Resulta asombrosas, e incluso descabelladas, comparaciones como las que he leído; con Homeland, con películas del Oeste americano, con películas de la Mafia (El Padrino no ha podido faltar a la fiesta), etc...
Creo que Tyran no está siendo tratada con justicia, ni en puntuación ni en el modo en el que se está hablando de ella. Desde mi punto de vista, la serie de FX tiene una serie de puntos fuertes que resultan lo suficiente seductores como para darle una oportunidad:

a) La temática de la serie tiene actualidad. Trata la encrucijada a la que se enfrenta una dictadura de Oriente Medio tras la “Primavera Árabe”. Y lo trata de una forma ágil, natural y sin excesivos tapujos.

b) La historia es inteligible desde el minuto uno, y además fluye con agilidad por todos y cada uno de los 10 capítulos que componen la primera temporada.

c) Demuestra que es capaz de mantener en tensión al espectador sin que se pierda seriedad a la hora de desarrollar el argumento, cosa que no me parece nada fácil.

Es cierto que Tyrant tiene algunas sombras como el nivel interpretativo de sus actores (muy mediano en general) y que algún giro de la historia podría haber resultado más sorpresivo. Sin embargo, los guionistas de esta serie tienen una oportunidad de oro para callar muchas bocas con la segunda temporada; sin desvelar nada, la historia finaliza en un punto en que las cabezas pensantes han de dar el “do de pecho” para encauzar el argumento por unos derroteros realmente inesperados.

En resumen, Tyrant me ha aparecido una serie muy pero que muy aprovechable, con una Segunda Temporada decisiva para su supervivencia.

La primera temporada te sitúa en los personajes y te deja ver por donde van a ir los tiros . La segunda temporada que actualmente se emite en EEUU está llena de sobresaltos y giros increíbles. Te atrapa en el sofá y te apetece volver a ver el siguiente capítulo.

En el Oriente Medio existe una familia dictadora que controla la vida de sus pobladores. Opulencias, derroches, extravagancias y tiranía la caracterizan. Bajo este argumento inicia otra sorpresa de FX para sus televidentes. Un médico asilado en América juntó a su familia viaja a su país de origen al matrimonio de un sobrino encontrándose de nuevo con lo que nunca quiso volver a ver, tocar un pasado escondido que no quería remover. Serie llena de potencial, pensada por el mismo de Homeland, te engancha de primera. Un guión bien elaborado, actuaciones muy bien llevadas, aunque choca al oído que sea en idioma inglés, perdono a los productores porque para mi este detalle no desplaza la historia, la recomiendo. Espero que no me defrauden los próximos capítulos.

La primavera árabe, uno de los fenómenos políticos y sociales más importantes del inicio del siglo veintiuno, deja aquí una aproximación televisiva de cuenta de un mundo que, si bien no es el de algún país realmente involucrado en el fenómeno, si puede serlo. Abuddin es el país en el que los guiños se hacen para relacionar lo que ocurre con el mundo árabe que ha entrado en convulsiva situación. Sus personajes involucran los detalles mismos de lo que ha ocurrido, por ejemplo, en Egipto, Túnez o en Libia. En Abuddin, los detalles están relacionados con los "asuntos familiares" de los herederos del poder en el ostentoso apellido Al-Fayeed. Y si bien hay capítulo de intensidad política y social, lo cierto es que la serie se va tornando una narración muy conocida y casi telenovelesca en la que los hermanos, sus esposas, los pasados, los hijos y sus nuevas realidades van apareciendo en medio de la revoltosa situación social.
La serie tiene buenos momentos, a veces alcanza buenas interpretaciones, lo triste es que estas características no sean la norma.

De momento, sosa y superoccidentalizada, parece lo que los chinos nos venden como comida china.
Recuerda a "El Padrino" mezclado con el capítulo de CSI Miami y el malísimo dictador imaginario.
Para estar quejándote no vayas y si te vas a quedar, desfrunce el ceño....
Mediocre a todos los niveles, técnicos e interpretativos.