Fracción de segundo

El pueblo abandonado en Nevada es el refugio de tres crimínales y sus rehenes. Es un pueblo abandonado igual que el de Desafío en la ciudad muerta, pero en vez de haber indios hay una bomba atómica. En el pueblo abandonado se suceden historias personales que amenizan el presente en busca de un futuro mejor sin que te estalle la bomba en las narices. Los minutos pasan con la amenaza de la bomba y cada vez mas hay más tensión y el medico no viene. El médico tendría que ver ir ya que su mujer es una de las rehenes. Es justo decir que todo parecido con Desafío en la cuidad muerta es ficción.

Argumento sobre asesinos en fuga haciéndose con rehenes con una curiosa variación en el tema de fondo. Para que su huida sea segura y despistar, y porque no han tenido más remedio, se adentran en un desierto cerrado en Nevada donde está prohibido entrar, ya que se va a producir un experimento clave para la evolución del ser humano: la detonación de una bomba atómica.

Bien hecha, correcta interpretación y adecuada dirección. Podemos alimentar nuestra sapiencia viendo que la bomba la ponen en lo alto de una torreta aunque la introducen en un granero para que así, oculta, no de pistas de cómo es y la podamos copiar. El caso es que la película de Dick Powell aprovecha la cuenta atrás para el momento de la detonación como intriga para el desenlace. Aflorarán los perfiles psicológicos de todos y cada uno en esa situación extrema, desde el posible síndrome de Estocolmo de una de las secuestradas, que se enamora de todo el mundo, hasta la inteligencia plena de uno de los maleantes que se tira todo el rato leyendo un tebeo de marcianitos. ¿Aflorarán también los sentimientos en el espectador?

En España se llama Fracción de segundo y aunque parezca extraño es igual que Split Second. El actor Dick Powell se metió a director y según dicen lo hizo muy bien ya que la puesta en escena es formidable y el manejo de situaciones son de maestro. A destacar la escena final que es memorable según el mismo de antes. Stephen McNally es un villano de igual calado que en Sábado trágico pero me extraña un montón que Fracción de segundo sea Sábado trágico. Tiempo al tiempo.

Entretenida película, a mitad de camino entre el cine negro y la intriga amorosa, con un ambiente militar al comienzo que dota a la película de un ambiente singular. Bien construida, con un guión más que interesante. Con una música muy intrusiva, eso sí, como casi siempre en el cine de Serie B, que acompaña toda la cinta, casi como un personaje más.
Me ha gustado mucho. Me parece que está muy bien hecha, con ritmo y con profundidad. La huida, los celos y el adulterio por un lado, y el amor y el periodismo por otro. Me ha parecido una muy buena exposición narrativa.

La ópera prima, como director, del actor Dick Powell, es un sólido ejemplo del cine negro estadounidense de los años 50 que entra dentro del subgénero o corriente temática de la "invasión del hogar", y que tendría una continuación con títulos como "Salvaje" (The Wild One, 1953), de Laslo Benedek, "De repente" (Suddenly, 1954), de Lewis Allen, y "Horas desesperadas" (The Desperate Hours, 1955), de William Wyler, por ceñirnos al cine de esa década. Se trata de unir a un variopinto grupo de personajes en un espacio cerrado y en una situación límite, con la tensión dramática que ello implica.

Las pruebas nucleares en el desierto de Nevada son un telón de fondo muy curioso, por lo que supondrían para Dick Powell muy poco después, en el rodaje de su siguiente película, "El conquistador de Mongolia" (The Conqueror, 1956), y Stephen McNally, en una vigorosa interpretación de villano, lidera un reparto de carácter coral, en el que destaca un gran actor secundario como Arthur Hunnicutt.

Es un film poco conocido, por no haberse estrenado en su día en nuestro país, pero al menos ha sido editado en dvd y merece un visionado.