Horas de luz

Así es como se torna el film de Matji, que pasa de poseer momentos dolorosos y duros, a resultar un retrato distante y lejano para el espectador, donde su belleza, que reside en esas íntimas y bellas secuencias donde los encuentros entre ambos protagonistas resultan profundos y sinceros, sin necesidad de que tan siquiera entrecrucen sus miradas.

El bagaje de la cinta durante sus 50 primeros minutos resulta ciertamente prometedor, sobretodo por la solidez y firmeza con que el realizador transforma en imágenes cada uno de los sucesos que se acontecen en un guión logrado hasta ese momento y narrado con calma, pero con la suficiente fuerza como para atraer y hacer que uno quede atrapado por el relato.
Sin embargo, tras ese inicio, todo resulta mucho más frío, ya sea por los acontecimientos retratados o por la entereza que puede llegar a perder el film debido a tanto salto temporal que no beneficia, para nada, la historia que se pretende retratar.

El trabajo actoral es bueno, destacando a una Emma Suárez que logra una interpretación fidedigna y completa y hace que nos creamos las intenciones y acciones de su personaje. Quizá menos atinada resulta la labor de Alberto San Juan, que se atenúa a medida que avanza el film, siendo sus primeros momentos en pantalla realmente buenos, y mermando durante el transcurso del metraje. Cabe destacar también a José Ángel Egido, con una interesante actuación.
En definitiva, una propuesta realizada con esmero y empeño, pero sin un guión tan atinado como debería poseer. Suficiente.

Un trabajo lúcido de Manolo Matji, sobre los despropósitos, el aislamiento y las pequeñas mezquindades que en según situaciones pueden llegar a ser muy grandes.
Alberto San Juan, desde mi modesta opinión, es un actor absolutamente desaprovechado por el cine. Posee una variedad de registros poco frecuentes entre el resto de compañeros de su generación. Consigue mezclar con habilidad y sutileza el drama con la ternura haciéndonos partícipes de emociones que creíamos contrapuestas.
Horas de Luz es una película correcta, con guión correcto, dirección y desarrollo interpretativo correctos. No me ocupa valorar que esté basada en hechos reales, de los que siempre hay varias versiones. A mi me interesa la historia que se cuenta y de la cual hago comentario.
De visionado fácil, resulta adecuada en cualquier momento que decidamos enfrentarnos a ella. MI VALORACIÓN: UN 7.

Es difícil hacer una pelicula sobre un caso real, más cuando es tan reciente y tan doloroso como este. Contar, intentar no tomar partido, no hacer doctrina es complicado. Creo que esta peli lo consigue bastante bien.

Nos muestra seres malvados, no entra en el porque lo son, no los justifica. Incluso los monstruos tienen derechos y lo que es más difícil de entender sentimientos y una posible salida: la capacidad de valorar sus acciones y quien sabe si arrepentirse.

Resumiendo: sencilla, clara y sin grandes pretensiones.

PD: Tengo devoción por Emma Suarez, aun con cara de sufridora. Así también me redimo yo. Peazo de Señora.

Lo que más me gustó: Descubrir la faceta dramática de Alberto San Juan, es muy creible y no cae en sobreactuaciones o estridencias tan usadas en papeles de este cariz.

Lo que menos me gustó: Creo que algunos personajes, quedan desdibujados

Frases favoritas: Cuando el asesino es consciente del daño que causó dice (más o menos): "al morir pensaba en su mujer e hijos, ahora lo entiendo, le quite lo que más importa, lo que más quería, su familia. Ahora le comprendo, le quité su vida. Eso no se perdona".

Corren malos tiempos para las películas españolas, para los dramas, para los guiones basados en hechos reales, sin artificios y con apenas tramas secundarias. No se estila ir a ver una película sin millones de extras o localizaciones.

Es una pena, porque si consiguiéramos meter al españolito de pie en el cine a ver ésta película, seguro que se sorprendería de cómo una buena dirección, y unos buenos actores al servicio de un buen guión, son más que suficientes para conseguir una película que nos entretiene y emociona sin necesidad de naves espaciales ni superhéores.

Una película bastante buena que a partir de la historia real del preso Juan José Garfia, entona un posible, necesario y oportuno canto a la reinserción, a la expiación, a las segundas oportunidades.
Contada como un drama en todo lo desarrollado dentro de la cárcel, que se desliza suavemente en melodrama delicado, bien hecho, no es en absoluto ni maniquea ni tramposa sino una historia que cuenta notablemente la historia de un asesino confeso y peligroso que tiene la posibilidad de volver de regreso a la sociedad, con todo lo que esto conlleva. Buenas interpretaciones y buena química de la pareja protagonista. Sobre lo de la espalda al cine español prefiero no escribir nada por no soltar improperios a tanto espectador "común", o sea, como yo.