Mi ex

The Ex no es más que una comedia yanqui como muchas otras; de esas con moraleja apestosa de "el dinero no es todo lo que importa". Desde el cine clásico de Capra, los norteamericanos nos han estado inyectando sus valores familiares en vena con mayor o menor acierto.

Si bien The Ex goza de algún momento tronchante y, en general, entretiene, la reflexión citada, tan manida, se vuelve aquí irrelevante por el trato superficial que se le da.

Bateman y Peet están insoportables y Zach Braff no da la talla. Él es un gran actor cómico y en esta ocasión se ha vendido al mejor postor, ofreciéndonos una "jimcarriada" más que, si bien puede que haga su dinerillo en taquilla, se esfumará de nuestra memoria en menos de lo que dura un telediario.

Me senté a ver esta película con la esperanza de reírme un largo rato y disfrutar de las actuaciones del actor Zach Braff, imagínense mi sorpresa cuando después de 15 min. de película ya estaba completamente aburrida, no me había reído ni una vez, pero tampoco me había emocionado.. es una película para poner de fondo y ni siquiera sirve para reírse entre amigos. En mi opinión, no pierdan el tiempo.

Una peliculilla totalmente inofensiva, previsible de principio a fin. Las que quería que fuesen sus grandes bazas: los protagonistas de Scrubbs y de Arrested Development, junto con una siempre guapa Amanda Peet, no acaban de funcionar del todo en pantalla, principalmente por culpa de Zach Braff, que no da la talla de estrella cinematográfica. Y es que extrapolar un personaje famoso de la tele a la pantalla grande no siempre da resultado. Su actuación es "pequeña", más propia del papel de segundón medio fracasado que tiene en Scrubbs que de una película de la gran pantalla. Actor de segunda división, que diríamos.

Por el contrario, Jason Bateman logra salir mejor parado en esta comedia. Es prácticamente el único que le da cierta coherencia a la película, y su actuación es muy consistente.

Amanda Peet poniendo la cara guapa, como siempre, sin ir más allá en su papel, ya sea por imposiciones del guión o por su propia incapacidad de dar más de sí.

Y la que resulta absolutamente esperpéntica, tanto físicamente como en su (sobre)actuación, es Mia Farrow. No nos esperábamos verla a estas altura en una película, y la verdad es que si no estuviera en ésta, no se habría notado nada.

En definitiva: es la enésima comedia que se quiere ser "la del año" pero que no cuenta con un guión decente que le permita serlo. Una pérdida de tiempo y un aburrimiento seguro. Película prescindible, que no irrita pero que tampoco no aporta nada y, desde luego, no hace reír en absoluto (con decir que lo más gracioso son las tomas falsas del final, ya lo digo todo).