La cinta de Álex

¡Con las ganas de cine que tenía yo después de tres meses de escoria catódica en las plataformas! Menos mal que el domingo pasado disfruté en pantalla grande esas maravillas de THE GREATEST SHOWMAN y THE GENTLEMEN...los estrenos de esta semana son criminales.
Hablaré ahora de este estupido y presuntuoso engendro cinematográfico engolado hasta la náusea del que se puede salvar muy poquito.
La historia, de pretenciosa que es, causa rechazo, el guión es terriblemente malo, la dirección se podía haber evitado el esfuerzo de salir del WC de su casa y haber dado instrucciones desde el trono con un Walkie Talkie. Mala es decir poco...es malísima. La he soportado hasta el final por el mono de cine que tenía pero, una vez fuera, me he dado cuenta de que no es cine...no sabría calificarlo pero cine NO ES. Confío en que sea debut y cierre de la directora del bodrio este.

Las actuaciones son mediocres, tanto de los protagonistas como de los actores secundarios. El guion es nefasto y no tiene por donde cogerlo, da unas vueltas que ni un consumidor de cine tv sobremesa puede creerse.

Durante gran parte de la película tenemos un drama familiar con una crítica social de fondo que paulatinamente se va convirtiendo en un intrigante thriller, que aún así es consecuente con el mensaje que quiere transmitir, manteniendo además un ritmo narrativo y de acontecimientos que no da tregua a sus protagonistas ni al propio espectador.

El reparto, que cuenta con un par de caras muy conocidas, lo encabeza una joven actriz de catorce años que debuta en la gran pantalla interpretando de manera convincente a una chica que nos irá descubriendo las penurias y la belleza de la India, país donde tiene lugar casi toda la historia. Gran debut en un largometraje, tanto de su actriz principal como de su guionista y directora.

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La escritora Irene Zoe Alameda nos presenta su opera prima, había algún cortometraje, pero está es su primera película. La verdad es que personalmente me hace mucha ilusión ver la cinta, porque es la vuelta a los cines después de tres meses interminables de confinamiento. La verdad que la joven directora ha arriesgado mucho y se ha puesto el listón muy algo. La película se ha rodado en muchos sitios, desde Estados Unidos hasta la India. Colabora en la banda sonora de Antonio Escobar. Y el guion es propio también.

La historia gira en torno a Alexandra, una joven que vive en Estados Unidos junto con su madre, marine de profesión. Debido a su mal comportamiento la chica ha sido expulsada varias veces de clase, por esa razón su madre decide enviarla a la India junto con su padre. Curiosamente en el aeropuerto antes de coger el avión es donde se reencontraran, después de más de 10 años sin verse. Alexandra no lo recuerda ni lo reconoce. El padre ha pasado muchos en la cárcel, acusado de terrorismo.

Ese recuentro de padre e hija es el hilo fundamental del metraje, los dos se buscan con la mirada y este viaje les servirá para conocerse y poder vivir aventuras juntos. Las interpretaciones de los dos actores protagonistas me parecen más que correctas, sobre todo la niña, cuyo papel tiene una fuerza y un valor impresionante. Durante el desarrollo de la cinta vamos viendo el perdón y el amor que los dos protagonistas tenían guardados muy adentro.

Lo mejor que nos ofrece la película es la capacidad que tiene para mostrarnos los distintos lugares por donde van pasando y los momentos dramáticos que van ocurriendo, el problema que tiene es que quiere tocar muchas cosas y eso le provoca muchas dudas en el guion. Intenta ser también una denuncia social sobre las injusticias cometidas por el gobierno americano, acusando de terroristas a personas inocentes. También nos muestra como funciona el mundo del contrabando y de la precariedad laboral en la india.

En definitiva para ser su primera película no está nada mal, tiene cosas buenas, como la puesta en escena y el ritmo que hace que el espectador no pierda detalle de todo lo que ocurre. Tendremos que seguir la carrera de esta directora para ver que nos va trayendo. Recomendable para pasar un rato agradable.

Lo mejor: Entretiene y tiene un buen ritmo
Lo peor: Quiere tocar muchos temas y eso le perjudica

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*Un recorrido por festivales que no deja indiferente

La ópera prima de Irene Zoe Alameda vio perjudicado su estreno el pasado mes de abril por el cese de actividad y estrenos durante la pandemia mundial. Un contratiempo que, por suerte, no ha impedido su reconocimiento en distintos festivales internacionales. La cinta de Álex ha obtenido premios que la reconocen como mejor película, mejor dirección y mejor guion, además de premiar su banda sonora, fotografía y a sus protagonistas.

Aclamada en festivales de Las Vegas Movie Awards, los Gold Movie Awards de Londres o el Festival Internacional de Cine de Jaipur, la cinta dirigida por Irene Zoe Alameda reúne sus triunfos en más de una decena de festivales, siendo muchos otros los que llegaron a incluir la película en su selección oficial. A España llegó de la mano del Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL), donde tuvo una gran acogida. Y, ahora, recogerá sus frutos con el estreno en salas para un público más amplio gracias a Syldavia Cinema.

*Un mensaje que traspasa la pantalla

Irene Zoe Alameda ha encontrado una buena fórmula para ablandarnos el corazón. A través de la relación padre-hija, La cinta de Álex nos introduce en la vida de mercaderes en la India, con su belleza y hospitalidad y con la miseria y el contrabando. Un contraste que se muestra desde el principio. Un ambiente de tonos azules para situarnos en Estados Unidos, y tonos amarillentos para hacernos viajar hasta India.

Una maravilla visual con un encanto urbano y natural que forma parte de la propia esencia del film. Pero que no deja de mostrar la crudeza del paisaje a través de los ojos de una niña. La pobreza, la suciedad, el monopolio, el libre mercado, temas que afectan a la visión de Alexandra, una Rocío Yanguas que emprende un viaje de madurez que se aprecia a nivel interpretativo. Va de menos a más, y termina dando lo mejor de sí misma aumentando la media interpretativa del film.

Un nivel interpretativo que bien puede deberse a la ayuda de su compañero, y padre en la ficción, Fernando Gil. El veterano actor junto a la joven promesa enmarcan un viaje de conocimiento mutuo y aprendizaje, donde vemos a Fernando Gil interpretando el papel más dramático, y quizás el más difícil, de su carrera. Un padre que ha vivido un episodio traumático, que lucha por salir adelante y que apenas conoce a su hija. El conflicto entre ambos se va diluyendo cuando aprenden que “los opuestos son parte de lo mismo”.

Un mensaje que también lleva implícito la BSO. The Protester, de Reber con Garret Wall, acompaña uno de los clips más bellos de la película donde dos niñas de distinta cultura y sin hablar el mismo idioma logran entenderse y caminar juntas. “No hay naciones, no hay fronteras” nos dice la canción.

*Los excesos de una buena producción

La puesta en escena, ambientación y vestuario son algunos departamentos que no pasan desapercibidos en La cinta de Álex. El trabajo en equipo logra una recreación completa de su espacio y muestra, una vez más, el trabajo de una producción impecable. Pero, sí, encontramos algunos excesos que distraen nuestra atención.

Un comienzo impactante al inicio de la película nos aventura que algo ocurrirá y amenazará la armonía de la trama principal. Una escena que no se nos borra de la mente y que intentamos tener localizada para anticiparnos a la narración y, aún así, sigue rompiendo el equilibrio que se había encontrado en la trama de la relación padre-hija.

Hasta llegar a ese punto, Irene Zoe Alameda intenta hacernos cómplices de toda la historia que hay detrás. La relación de los padres o qué ha sido del personaje de Fernando Gil durante esos años, son datos que, a través de un flashback sobrecargado, se nos descubren. Una de las partes que se hacen más tediosas y donde solo nos importa qué ha pasado para que padre-hija apenas se conociesen. Una información que ya intuimos durante la conversación entre los personajes de Fernando Gil y Aitana Sánchez-Gijón y donde se podía haber integrado esas imágenes del episodio traumático que tanto nos remueven.

Ya hacia el desenlace del film, encontramos otro de los puntos que desvía nuestra atención. El momento recordatorio que el personaje de Rocío Yanguas hace de la aventura con su padre en la India. Un recordatorio que parece el propio tráiler de la película y que solo aumenta la duración del metraje. No aporta nada nuevo, solo imágenes que nosotros mismos también acabamos de vivir.

*Conclusión

La cinta de Álex es, sin duda, una de las grandes apuestas por el cine comercial de autor. Una película que traspasa fronteras y con un recorrido por festivales muy positivo y que bien lo merece. La ópera prima de Irene Zoe Alameda es la primera coproducción entre España, India y Estados Unidos. A través de los ojos de una niña se tratan temas como la interculturalidad, el libre mercado y su funcionamiento en la India…

La directora comparte con nosotros un mensaje que nunca pasa de moda y que deberíamos comenzar a tener en cuenta “los estereotipos son la mayor amenaza para la humanidad”. Inaugura así su carrera en el largometraje, tras más de diez años dedicados a la realización de cortometrajes. Y da el salto a la gran pantalla con una cinta muy prometedora y una oda a la importancia de la educación que habrá que esperar sentado en la butaca una vez terminada la película para poder verla.

Escrito por María Infante