La bola de cristal (Serie de TV)

Las personas que ya dejamos la infancia atrás y que caminamos hoy día por la senda de los treinta, sin duda recordamos con cariño esta mítica serie en la que por una vez, se trató a los niños como adultos.
Pensar en "La bola de cristal" es pensar en una forma diferente de entender la educación de los más pequeños y eso creo sinceramente que nos marcó a muchos, porque se nos tuvo en cuenta más allá de estereotipos estúpidos y frívolos.
Es imposible no acordarse de la Bruja Avería o de los Electroduendes, así como no añorar con nostalgia la imagen fresca y moderna de una Alaska irrepetible, que irradiaba cantidades desbordantes de energía en cada una de sus apariciones.
Así que desde esta singular plataforma cibernética, mi más sincera enhorabuena a los creadores de esta popular serie y a todos los que la hicieron posible, porque demostraron que es factible otra manera de hacer televisión, donde prime la calidad y la originalidad.
Yo nunca olvidaré las aventuras y las enseñanzas de "La bola de cristal", pues a través de cada uno de sus episodios fui creciendo mentalmente en unos años, donde de una forma u otra, todo crecía y cambiaba a nuestro alrededor.
Una época imborrable los 80 sin duda. Recordémosla con cariño sumergiéndonos en las peripecias de esta leyenda viva de la televisión.
Seguro que a pesar de los años transcurridos, su vigencia en cuanto al mensaje es absoluta y en ello pienso mientras tarareo, una vez más, una melodía que se nos quedó arraigada en nuestros cerebros a muchos.
¿Tu la recuerdas?

Algunos de nosotros crecimos escuchando las perlas sobre economía de la Bruja Avería, observando el maquillaje punk de Alaska o disfrutando las greguerías de los electroduendes.
A poco que crezcas, te das cuenta de lo afortunado que fuiste. Contempla uno el panorama actual de la tv y lo que intriga no es ya que no se haga nada ni remotamente parecido. Lo que intriga es cómo se permitió esto alguna vez.

Desenseñar a desaprender cómo se deshacen las cosas.

Gracias.

Y cómo se me había pasado de largo votar este pedazo de programa matinal, que durante cuatro años logró que saltáramos de la cama los sábados y corriendo para no perdernos las variedades, que incluían sketches humorísticos, shows de marionetas, canciones de Alaska-Olvido Gara, series televisivas como “Los monster” o “La alegre pandilla”, un estrambótico especial de Javier Gurruchaga, y una imaginación sin fronteras.
Alaska conducía el programa, que contaba con las visitas habituales de figuras la de movida madrileña de los ochenta como Kiko Veneno o Pablo Carbonell. Los muñecos de la bruja Avería, la bruja Truca y los demás eran nuestros amigos del sábado. Cómo no tararear aquella canción que decía “No se ría de la bruja Avería, si se ríe usted señora romperá la lavadora, si se ríe usted señor, romperá el televisor…”
Y ahí nos acompañó, con sus aires de ruptura, con aquella Alaska punk cuyo aspecto radical marcó tendencia y que imité más de una vez al disfrazarme para el carnaval, con las series de siempre, con sus puppets parlanchines, y su desfile de personajes que reflejaban aquella España ochentera en la que había muchas ganas de innovar.
Uno de los mejores programas de toda la historia de la televisión española.

No me tiemblan las teclas si considero este programa el mejor de la historia de la tv, así, como suena. Quizás hubo uno en tele5 (sí, tele5, increible) que estuvo a esa altura, y fué CQC, el de Wyoming por supuesto.

Tenía yo 14 años cuando empezó a emitirse este programa. Me levantaba los sábados por la mañana pensando en ver un nuevo capítulo de esa familia donde la rubia buenorra era la rara, o donde La Bruja Avería nos daba unas clases rápidas de economía.

Entonces siendo un crío te dabas poca cuenta de lo rompedor y transgresor de sus guiones, pero imagino que de alguna manera tuvo que calar en el subconsciente de los que lo vimos. Hoy dia podemos comprobar lo que digo gracias a internet viendo pasajes de aquellas perlas antológicas.

Programa impensable hoy dia visto el percal televisivo. Pero ya no por una falta de comercialidad, más bién por un calculado interés en que los chavales piensen lo justo, por ejemplo para saber cuándo podrán cambiar el puto móvil.

No se me olvidará cuando los electroduendes decían "piensa en algo", y se quedaba la pantalla en negro como 10 segundos. Luego volvían y decían, "Si no se te ha ocurrido nada, quizá deberías ver menos la tele".

La brillante mente de Lolo Rico y la extravagancia y espontaneidad de Alaska dan a luz al mejor programa que la Televisón española haya podido ver. Un espacio en el que se enseñaba a los niños cómo era el mundo en el que vivían, haciendo referencias a la política, la cultura y la economía de la época, sin contar las canciones y vídeos musicales de los artistas españoles que vivían sus años de esplendor en los ochenta como Tino Casal, Santiago Auserón, Loquillo y los Trogloditas o la propia Alaska junto a su grupo, Dinarama. Acabo de llegar a Filmaffinity y esta ha sido la primera crítica que me he permitido hacer ya que, como he dicho es lo mejor que España ha creado, televisivamente hablando, claro está. Si un día no sabes que hacer y no te apetece ver una película, ni tampoco una serie lacrimógena y encima estás con niños, no lo dudes, pon La Bola de Cristal porque, como dice la canción... ¿QUÉ TIENE ESTA BOLA QUE A TODO EL MUNDO LE MOLA?