Last Exile (Exilio Final) (Serie de TV)

Last Exile es una serie con una buena realización y un planteamiento muy original, empezando por esa mezcla de tecnología futurista con ciudades y vestuarios que parecen sacados del siglo XVIII. Los personajes están bien caracterizados, el guión es atractivo, la trama atrapa con relativa facilidad y en ciertos momentos resulta muy intensa (mención especial para las batallas aéreas).

Sin embargo, hay algo en el desarrollo que no acaba de funcionar, y justo después de que la serie pasa por sus mejores momentos comienza a perder fuelle, evolucionando hacia un final algo descafeinado y bastante extraño que, al menos en mi caso, deja bastante indiferente y hace que se diluya una experiencia que había tenido muy grandes momentos.

Siendo 25 capítulos sigue siendo una serie bastante recomendable, pues no se hace larga, pero da la sensación de que se podían haber aprovechado mucho más algunas buenas ideas que contiene.

Esta serie, que pasó totalmente desapercibida por tierras patrias a principios de la década del 2.000, es un Anime de los más recomendable y uno de los mayores logros del estudio Gonzo.
El mundo de Last Exile es casi puro steampunk, una estética que ha estado íntimamente ligada al mundo del videojuego, donde ha sido empleada en abundancia.
Desde mi particular visión también encuentro influencias notables de “El Castillo del cielo “de Hayao Miyazaki, y de “Capitan Harlock” por la apariencia y trasfondo de uno de los protagonistas.

El planteamiento inicial muestra dos imperios en guerra pelando por una tierra donde parece que ha sucedido una catástrofe que ha hecho el agua peligrosa para el consumo humano, una (prototípica) pareja de huérfanos soñadores que viven para volar en el vanship de sus difuntos padres y un atormentado héroe solitario que conduce una legendaria nave con sus propios propósitos. Todos ellos bajo la supervisión de la misteriosa civilización Guild que los observa y manipula desde los cielos oculta en el mar turbulento, una suerte de ciclón sin fin que los aísla del mundo.
La historia narrada no es el culmen de la originalidad y además le cuesta un poco de arrancar.
Aun así, cuando despega se desarrolla bastante satisfactoriamente con algunos giros de guión interesantes.

Probablemente uno de sus puntos fuertes de esta serie sea el diseño exquisito de ciertos personajes a cargo de Range Murata, entre los que sobresalen una de las villanas con más estilo del Anime (en mi opinión) Maestro Delphine , la encarnación del pensamiento del Primer Mundo, y su contraposición, la niña Alvis, tan kawaii e inocente.

Mención aparte merece su excepcional OST firmada por Dolce Triade, la cual merece ser escuchada por cualquier amante de la buena música. Espíritu de aventura, contundentes temas marciales, solemnidad y belleza es lo que encontrará aquel que visite con sus oídos esta joya oculta.

Pese a a las virtudes ya detalladas no se puede decir que esté exenta también de defectos. Hay inconsistencias notables en el guión y cierta dejadez en el diseño de los personajes más secundarios, anodinos y arquetípicos.
De todos modos, en suma se puede decir que Last Exile posee una calidad que ningún amante del Anime debería ignorar.
Monta en tu vanship y vuela más allá del océano turbulento.

No me considero experto en animación japonesa, pero algo he visto. Y lo primero que me llama la atención de esta serie es que no va de ninguno de los clichés habituales. No hay robots, ni espadachines, ni artes marciales ni futuro distópico.
Es un mundo cuyo arte conceptual podría parecer del siglo XIX por la vestimenta y estilo, pero que también es irreal por la tecnología futurista de los aviones. Las batallas aéreas a veces parecen navales, con esos cañones laterales. Otras veces, con aeronaves más pequeñas, recuerda un poco a “Star wars”. Una vez más, los nipones demuestran tener una gran imaginación a la hora de crear sus mundos animados.
La técnica de dibujo es buena, especialmente a la hora de recrear el movimiento en el aire, así como las explosions, las nubes, etc.
Los personajes, como es habitual, se supone que son jóvenes pero con ese tipo de dibujo podrían pasar también por niños. Los protagonistas son unos mensajeros aéreos que se ven envueltos en una guerra, por cumplir por honor un encargo bastante peligroso.
Hay conflicto, traiciones e intrigas como en otras muchas series de imagen real.
La trama tiene ciertos altibajos a lo largo de los 26 episodios. No todo es acción y a veces el ritmo para bastante, pero como los capítulos son tan cortos y solo he visto esta temporada (ya que al parecer hay otra posterior con muy malas críticas), que es autoconclusiva, no me ha parecido pesada en ningún momento.

Fantástica, sublime serie de anime donde el estudio Gonzo apostó muy fuerte por ella, y no defraudó. Esta, que marcaba el décimo aniversario de la fundación del estudio, fue un rotundo éxito y está considerada una de sus mejores series, teniendo en cuenta el impresionante catálogo que tienen.
En ella podemos ver a dos huérfanos que solo sueñan con pilotar el vanship de sus padres, muertos en un accidente a través de la extraña zona que ellos llaman la gran corriente. Como punto de partida está bastante visto, pero lo que parecía sencillo, deja de serlo al ver aquellos grandes acorazados luchando los unos contra los otros sin explicar porqué. Y como un simple vanship realmente poco puede hacer en batallas como esa. La historia se complica con toda la cantidad de personajes y subtramas que aparecen, consiguiendo que no deje de evolucionar y sorprender. Las batallas aéreas son como no puede ser de otra manera el punto fuerte de esta serie, con los acorazados como los actores principales, pero dejando espacio a los vanship para lucirse. La animación está hecha completamente por ordenador, el detalle que se alcanza con los objetos, con los fondos, los reflejos del sol y las nubes quitan la respiración. La música acompaña en todo momento y se integra como si se hubiese pensado especialmente para esa escena.
En resumen una maravilla y un placer para los sentidos.