Hércules contra Sansón

"- ¿Le viste la cara a Sansón? ¿Le reconocerías?
- ¿Reconocerle? Me sería más fácil olvidar la cara de mi padre".

Francamente agradable film de aventuras mitológicas, con tras súperhéroes unidos contra la maldad, en este caso la de los filisteos, con un malvado rey en el trono.
Resulta muy simpática por, primero estar muy bien técnicamente, en cuanto a fotografía y puesta en escena. Cierto es que hay mucho cartón piedra pero no se oculta, simplemente se agradece en escenas tan divertidas y cachondas como el enfrentamiento a puñetazos entre Hércules y Sansón, con edificaciones enteras que se caen a pedazos en cuanto uno de los dos choca con ellas.
Asimismo, la unión entre humor (no demasiado, sólo detalles irónicos) junto a espectacularidad y buenas escenas de acción (, logra una película muy amena, con la que se pasa muy bien el tiempo.
No se escatiman escenas crueles con sangre e inocentes muertos, como la matanza del poblado en Judea a manos de los malvados soldados filisteos, con incluso un grupo de niños asesinados por la espalda a flechazos.
Sólo rechina, pero no importa nada, el comienzo, con el algo ridículo, sí, ataque de un, se supone, enorme león marino, que engulle a un hombre y destroza una pequeña embarcación de pescadores.
Por lo demás, francamente disfrutable y con una estupenda Liana Orfei, tanto como actriz como en belleza.

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De vez en cuando me gusta ver películas malísimas para divertirme con los fallos incontables que tienen. Este es el caso: un monstruo marino que es una foca filmada muy de cerca; un león al que estrangula Hércules que sorprendentemente es otro en la última escena en esa lucha; rocas y piedras de edificios o estatuas enormes que caen con facilidad con un leve contacto de cualquiera de estos forzudos de físico anticuado, o sea cartón-piedra a tope y que se nota a años luz. Encuadres súper cursis como Dalila bañándose entre flores y tentando a Hércules que declina la invitación al baño, no cae en la tentación y se va a dormir en plan vivac. Curiosamente amanece en idéntica postura con la que empezó su sueño reparador. En fin, unos efectos "especiales" de lo más burdo e infantil, divertidos los clisés más tópicos de los peplum: rey aburrido mirando a Dalila bailando tan sosamente que es comprensible esa actitud. Los malísimos filisteos caen como moscas ante el ingenio y la fuerza de Hércules o Sansón (¡Ah!, y siempre cae primero el caballo de los malos). Ulises es un chavalin ridículo, poquita cosa y que se cree gracioso, nada que ver con el representado por Kirk Douglas. Film muy recomendable para reirse un buen rato con este bodrio.