¡Hay que ser duro!

Película interesantísima, no se si algo exagerada sobre la repugnante sociedad que emerge en los barrios pobres de Berín. La película muestra a un chico, que expulsado de casa por el amante de su madre, un asquroso burgués que sólo busca en su pareja sexo a cambio de pagarle todos sus caprichos, tiene que ir el chico a un barrio mucho más pobre donde se encuentra con las capas más repugnantes de la sociedad alemana.

Algo xenófoba quizás, muestra a la capa turca de Alemania como un grupo social sin ningún tipo de moralidad, capaces de extorsionar al "chico nuevo" hasta límites que en algún momento se me antojan exagerados. Realista y dramática, triste y emotiva, la película logra calar hondo, y David Kross realiza una brillante actuación.

Además la banda sonora de la película es de un muy buen nivel. Más que recomendable!

"La vida es dura", título con que la alemana Knallhart se estrenó en el festival de cine alemán de Madrid de 2006, es una película que analiza de una manera interesante la vida de los adolescentes en ambientes marginales.

El protagonista, un muchacho que ha disfrutado la vida fácil de hijo de la amante de una persona adinerada, ve repentinamente cambiada su vida al mudarse a un barrio humilde e ingresar en una escuela pública. Para protegerse del rechazo con que es recibido por sus nuevos compañeros, ingresa en una banda formada mayoritariamente por inmigrantes, y disfruta del nuevo estatus que la pertenencia al grupo le proporciona, a pesar de que ello implique la comisión de actos delictivos de gravedad creciente.

Una película dura con un ritmo vertiginoso que debería tener una segunda oportunidad en nuestras pantallas.