Transformations

De vez en cuando la serie B también merece su oportunidad. Producciones como 'Los payasos asesinos del espacio exterior' (1988), 'Posesión infernal' (1981) o 'El regreso de los muertos vivientes' (1985) son producciones que han conseguido hacerse un hueco en la cultura popular sin necesitar actores de renombre o grandes presupuestos y son obras útiles para ratos en los que al espectador no le apetezca pensar; 'Transformations' es uno de esos casos.

Película dirigida por Jay Kamen (no lo conocen ni en su casa) y en cuyo reparto solo hay un rostro conocido (Patrick MacNee), no son impedimentos para descubrir cuando se le da el beneficio de la duda que es una digna propuesta de serie B en el espacio.

Su argumento, como se podía esperar, no es un desecho de virtudes. Un piloto contrae un virus que le convertirá en un 'macho man' poniendo en peligro una colonia-prisión donde su nave irá a parar. Aún con todo, es evidente que se tomaron la película en serio. Los decorados (especialmente la colonia-prisión) no están a la altura de un Star Wars, aunque dan el pego; los actores también consiguen unas interpretaciones decentes y se puede decir que no hay nadie que desentone y su banda sonora está hecha con el suficiente mimo como para acompañar eficazmente a la narración.

No hay que llevar a engaños. Tampoco es un visionado inolvidable, pero hay películas con más medio y con gente conocida que no dan tanto el pego como lo hace esta con los medios que tiene en los que hasta los efectos especiales y maquillaje son decentes.

En total, una pequeña joya de culto.

5,5

Una nueva peliculita ochentera de ciencia-ficción espacial con esas naves que parecen recicladas unas de otras, con esas inapelables cadenas de mando, con sus consiguientes oprimidos que desean escapar muy lejos, con criaturas viscosas de malos instintos y con su particular historia de amor, que por chocante que resulte, nunca suele faltar a la cita en este tipo de films.

La bandera del producto es italiana pero la plana mayor es anglo-americana y pasa perfectamente por otro producto de serie B (o inferior) norteamericano de la época. Creo que, con las limitaciones evidentes, se intentó mezclar la sempiterna "Alien" con el "Outland" de Peter Hyams y lo que al final lograron se emparenta más con "The terror within" (1989)

Puede sorprender un poco, si acaso, quién es el "malo" de la historia aunque todo tenga su debida explicación y pese a que para llegar a un desenlace de 'love-story' tengan que morir un número de paisanos galácticos.

Para visionar sólo si eres completista del género, sabiendo que te las verás con un típico espécimen de videoclub sin mayores pretensiones que entretener un rato y olvidarse después, en el mejor de los casos.