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La dimensión desconocida: Monstruos en la calle Maple (TV)

Ciencia ficción. Intriga. Fantástico Tras lo que parece ser la caída de un meteorito en la zona, en la calle de un pequeño vecindario empiezan a dejar de funcionar la luz y los aparatos eléctricos. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
26 de noviembre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo parecido a un meteorito sobrevuela un tranquilo barrio de clase media americano. Poco tiempo después la desconfianza crece entre los vecinos.

La ciencia ficción, como en otras ocasiones, sirve para tocar un asunto candente en esos años -la caza de brujas- y lanzar un aviso de los extremos a los que pueden conducir los prejuicios. Con esta historia se corría el riesgo de caer en la exageración, pero gracias a la forma en que está narrada se logra hacer verosímil la escalada de violencia y la deriva paranoica de los personajes. Los antaño agradables vecinos se convierten en monstruos, de repente; criaturas llenas de miedo, rebosantes de odio, ávidas de sangre. El espectador asiste a este juego macabro en el que cualquiera puede no ser quien dice ser.

La idea del infiltrado también figura en películas como "La Cosa", de Carpenter, o “La invasión de los ladrones de cuerpos”, con la que este capítulo guarda muchos puntos en común.
Jackie Daytona
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15 de marzo de 2020
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
53/09(09/03/20) Atractiva alegoría sobre la Caza de Brujas del tétrico Senador McCarthy, es este capítulo, uno de las más famosos de la serie. Episodio 22 de la primera temporada de la serie de antología de tv estadounidense The Twilight Zone creada por Rod Serling para la CBS, que además guioniza este capítulo sobre la paranoia colectiva, sobre la búsqueda de chivos expiatorios a nuestros miedos a lo que desconocemos. Originalmente se emitió el 4 de marzo de 1960. Como en muchas ocasiones en la serie se echa mano de la ciencia ficción para hablar en realidad de hechos coetáneos, en este caso el latente tema de la persecución de la Comisión de Actividades Antiamericanas contra artistas de Hollywood, buscando comunistas por todos lados, y con ello destrozando las vidas de muchísima gente, y Serling fue combativo contra estos prejuiciosos ‘linchamientos’, siendo este metraje prueba de ello, es por ello hijo el capítulo de su contexto. El escenario es una calle cualquiera (La del título) en un barrio suburbano típico estadounidense, donde hay un apagón, donde todo lo mecánico no funciona (coches, radios, teléfonos,…), y a al aparecer alguien del vecindario al que si le pone en funcionamiento el coche, los vecinos comienzan con él una caza de brujas, una paranoia ambiental que se irá extendiendo cual plaga tóxica envenenando unos contra otros, y con ello siendo una metáfora de la histeria de la sociedad que derivó en el acoso sufrido por americanos en los años 50, donde ser supuesto comunista es aquí simbolizado por supuestos extraterrestres, ello en una visión desencantada de la Naturaleza Humana, un claro enfoque misántropo.

Narración de apertura: "Maple Street, Estados Unidos, a fines del verano. Un pequeño mundo arbolado de planeadores de porches, barbacoas, risas de niños y la campana de un vendedor de helados. Al sonido del rugido y el destello de la luz, serán exactamente las 6:43 PM en la calle Maple... Esta es la calle Maple un sábado por la tarde. Maple Street en el último momento tranquilo y reflexivo, antes de que llegaran los monstruos."

Tiene sus defectos que la hacen algo forzada. Primero es que toda la esquizofrenia arranca de modo chusco, me refiero a que la raíz está en las fantasías de un niño que lee historietas de extraterrestres, y los adultos toman esto como un argumento de peso sin nada que apoye estas fabulaciones infantiles, esto ya me chirría; Se supone que estos sucesos solo acontecen en una calle, o sea, que en la calle de al lado todo está bien, no tiene sentido este auto-aislamiento de esta calle. Tendría más sentido si esto sucediera en una isla o un pueblo por lo que sea incomunicado; Tampoco la escalada de paranoia colectiva me resulta gradual, en apenas unas horas se pasa de vecinos a hordas violentas sedientas de sangre. Serling pudo haberse trabajado esto mejor con elipsis más fluidas.

En el episodio se juega con la idea de un infiltrado, teniendo en este sentido similitudes con dos historias varias veces llevadas a la gran pantalla, como son “La Cosa” y “La invasión de los ultracuerpos”, además me recuerda a la gran película de Fritz Lang, “La furia” (1936), donde retrata a las hordas de ‘justicieros’. En 2009, TIME lo nombró uno de los diez mejores episodios de Twilight Zone.

Serling ofrece un minutaje en el que crítica como seres pacíficos pueden ante lo desconocido transformarse en atávicos justicieros, buscando enemigos a sus temores, y con ello ser los Monstruos del título. Donde las singularidades de cada vecino se convierten en indicio de ser un peligro para la comunidad. Aquí la dirección de Ronald Winston (primero de los tres episodios que realizó para la serie) es primordial para trasladarnos el estado de histeria colectiva, ello con planificación excelente enfocando al grupo como ente uniforme, sin personalidad definida, moviéndose como una sola persona aviesa, con una original toma en la que se ve a la horda a través de sus piernas avanzando cual ciempiés, el modo de filmar la larga calle cual camino hacia ninguna parte. Siendo brillante como rueda la escena del asesinato, con una edición sensacional de Bill Mosher, que emite desazón e intensidad electrizante, con esa calle oscura, ese sonido de andares, esa horda temerosa y al final el disparo.

El personaje de Steve Brand podría ser el alter ego de Rod Serling, el que intenta poner la cordura en medio de la escalada demencial, ello frente a Charlie Farnsworth, impulsor de las persecuciones y acosos, en función de sus prejuicios y miedos. Claude Atkins encarna al primero con mucha empatía y Don de liderazgo. Atkins (tuvo otra aparición en Twilight Zone, "The Little People" de la tercera temporada) también fue un actor ampliamente reconocido en la época de "Monsters", acumulando apariciones en películas históricas como Rio Bravo, Fugitivos, o La Herencia del viento, así como años después encarnó al cruel General Aldo en “Battle for the Planet of the Apes”. Jack Weston (también aparece como el escritor Julius Moomer en el episodio de la cuarta temporada "The Bard") da vida a Charlie con gran sentido de la paranoia, emitiendo desasoiego y zozobra de modo natural.

Spoiler:

Narración de cierre: "Las herramientas de conquista no necesariamente vienen con bombas y explosiones y consecuencias. Hay armas que son simplemente pensamientos, actitudes, prejuicios... que solo se encuentran en la mente de los hombres. Para el registro, los prejuicios pueden matar... y la sospecha puede destruir... y una búsqueda irreflexiva y asustada de un chivo expiatorio tiene sus propias consecuencias: para los niños y los niños aún no nacidos. Y la pena es que estas cosas no pueden limitarse a la Zona Crepuscular."

Al final resulta que todo lo que hemos visto es fruto de un experimento de unos extraterrestres, que juegan con un vecindario a su antojo, dividiéndolos y enfrentando unos a otros como si fueran ratones en un laberinto, los guían a su placer, aprovechando sus miedos.... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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14 de octubre de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una calle residencial de una ciudad cualquiera, de pronto, se desata una "caza de brujas" desde el momento en que no funciona nada. Es un episodio que retrata con humor y de manera incisiva los miedos y las paranoias de los EE.UU. de los años 50: se habla de los invasores extraterrestres, pero en realidad se habla del miedo a la amenaza comunista.

Lo que viene a decir esta historia es que el miedo, la paranoia y la desconfianza sin fundamento son los verdaderos enemigos de la sociedad estadounidense del momento. Y que los verdaderos monstruos son los que se dejan llevar por ese miedo irracional.Es un cuento moral, una historia con moraleja, como otras historias de esta gran serie de TV.
Pedro Triguero_Lizana
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30 de marzo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En poco más de 20 minutos, Ron Winston realiza una de las mejores disecciones sobre el comportamiento humano que se han hecho en el mundo de la TV y el cine. Con la excusa de una sinopsis más propia de ciencia ficción, Winston analiza cómo se comporta el ser humano cuando se le privan de aspectos clave de su comodidad y bienestar. La bondad es lo predominante en la superficie hasta que aparece cualquier tipo de carencia. El ser humano buscará y señalará siempre un culpable que no es él de todo aquello negativo que le sucede, es decir, es justo lo que ahora (2021) está pasando en el mundo, pero contando en 1959 y con una brillantez y puesta en escena fuera de lo común. Uno de los mejores episodios de "La dimensión desconocida".
gpiqueras
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30 de noviembre de 2023
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"Monstruos en la Calle Maple", el emblemático capítulo de "La Dimensión Desconocida", es una de esas piezas de televisión que, con su brevedad, impacta profundamente en la conciencia del espectador. Este episodio es un clásico indiscutible del suspense y la ciencia ficción, pero su verdadero valor reside en su potente comentario social que, a pesar de las décadas transcurridas desde su estreno, sigue siendo asombrosamente pertinente.

La trama inicia en un típico suburbio estadounidense, donde un apagón y la sospecha de un extraterrestre entre los vecinos desencadena un torbellino de paranoia y terror. La genialidad de este capítulo radica en su capacidad para mostrar cómo la sospecha y el miedo pueden transformar a personas ordinarias en una multitud enfurecida y descontrolada.

La dirección del episodio es excepcional, construyendo la tensión con cada acusación y cada mirada cargada de desconfianza. Los personajes evolucionan de ser estereotipos a manifestaciones de las sombras más profundas de la humanidad. Las actuaciones son destacadas, transmitiendo con precisión la disolución de la cordura y la compostura bajo la influencia del miedo irracional.

Lo más impactante de "Monstruos en la Calle Maple" es su mensaje implícito. En un mundo donde se demoniza constantemente al "otro", este episodio nos advierte sobre cómo el verdadero terror muchas veces se origina en el miedo irracional y el odio que anida en nosotros. Nos enseña sobre la capacidad del miedo para corromper y cómo puede mutar a personas comunes en seres capaces de las atrocidades más grandes.

En conclusión, este capítulo de "La Dimensión Desconocida" trasciende el mero entretenimiento; es una reflexión profunda sobre la psicología humana y un reflejo crítico de los aspectos más oscuros de nuestra sociedad. Un episodio que no solo captura la atención, sino que también incita a la reflexión y al aprendizaje. Un clásico que merece ser revisado constantemente.
Zydrunas
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