Un italiano en la Argentina

En mi afán por ver todas las películas de Vittorio Gassman encontré en su filmografía, un título que me llamo la atención en mi condición bisnieto de inmigrantes, "Il Gaucho" se titula dicha cinta. Por la dificultad de conseguirla parece que no la ha visto demasiada gente (Al menos en Filmaffinity).
Así que por eso me permito esta crítica.

La película narra las aventuras de una despareja comitiva italiana que aterriza en Buenos Aires para representar al país en un festival de cine.

Dino Risi ha hecho que el film nos muestre los italianos que hicieron dinero en América y los que no, las 2 caras de la moneda (una constante del director). Su mirada es siempre crítica, pero a la vez no nos plantea un escenario de buenos y malos, sino que nos muestra las virtudes y miserias de cada personaje, lo que se me antoja muy acertado.

Como siempre Vittorio Gassman se come la película, pero el elenco no se queda atras, y redondea una buena historia, que pese a los años no ha perdido actualidad.

Lo cómico, lo ingenuo, lo pícaro, lo gracioso, lo popular, lo elegante y lo cotidiano buscan un difícil equilibrio. Esa es la misión que con ahínco se esfuerza por conseguir un Dino Risi que en aquel 1965 ya poseía una dilatada experiencia porque había dirigido un considerable número de películas.
Realista, descriptivo y, en suma, costumbrista, el director italiano consigue a duras penas salir airoso de una prueba tan complicada.
Aunque no raya a la misma altura de otras producciones, es capaz de sacar el máximo partido a un guión que en algunos momentos flaquea en su intensidad.

A veces la película resulta lenta pero, en general, se ve con agrado y deja un poso de reflexión en el espectador.

Buena película de Dino Risi, quizás menos conseguida que otras de su gran filmografía, pero que convence en su propuesta final de mostrar las dos caras de la moneda de la emigración italiana a la Argentina de mediados de los cincuenta y sesenta.
Empleando el humor, las situaciones costumbristas, tanto mostrando la idiosincrasia italiana como la genuina argentina, Risi nos muestra la desolación, la tristeza vital, la amargura por el fracaso en el intento vano de la consecución de un futuro mejor. El sueño de ganar mucho dinero y tener éxito en el extranjero para luego regresar al hogar convertido en millonario y hombre de mucho éxito, pugna con la realidad, que dice que en todos los sitios cuecen habas y que no es fácil la consecución de dichos éxitos.
"Hay que valer" le dice en un momento dado el personaje de Gassman al de Nino Manfredi (soberbio este en su no muy extenso pero jugoso papel). Y ahí está el detalle, que no todo el mundo vale, y quien lo vale tiene tan gran "morriña" por su tierra que no es capaz de ser feliz a pesar de tenerlo todo en apariencia (Amedeo Nazzari).
Los momentos con Nino Manfredi nos devuelven a la cruda y ruda realidad, alejada del boato de los focos, de las risas, de las hipocresías sociales, donde todo se reduce en sacar tajada del que más tiene.
Muy buena fotografía en blanco y negro y buenas interpretaciones en conjunto, con un buen puñado de bellísimas y suntuosas actrices, destacando la gran Silvana Pampanini en un papel de comedia.
Estimable en forma y fondo, un film recomendable.

Premios: Cáliz dorado, Italia 1965: mejor actor (Nino Manfredi).

https://filmsencajatonta.blogspot.com.es

Algo obvia en su mensaje moral,(ejemplificado en esa cara de perdedor de un impresionante Nino Manfredi), la película de verdad se recuerda por el agotador desfile coral que se da de continuo en todo su metraje, con una planificación perfecta, agilidad de ballet y diálogos justos. Orquesta Gassman, bordando su clásico papel de caradura, presente en casi todas las mil y una situaciones efervescentes, casi siempre en planos generales para poder abarcar la inmensa cantidad de situaciones y personajes, pero con convincentes paradas en primer plano para dar un tono reflexivo cuando toca. Risi, en este sentido, era un auténtico maestro, y destapa psicologías profundas sin ponerse nunca cansino, no como otros directores mucho más reputados en ese campo.
Convincentes las relaciones entre los personajes, casi contrapuntísticas debido a la cantidad de encuentros y desencuentros que se van entrelazando unos con otros y todos a la vez. Destaca esa complicidad y amistad de Gassman-Pampanini, soberbia. Pero está todo soberbiamente perfilado, y los actores impresionantes, incluidas las dos mujer-objeto ( Annie Gorassini, Maria Grazia Buccella) ,con las que Risi hace fantasear al espectador, y a las que aún no podía sacar en pelotas en su paseo en yate, aunque años más tarde se desquitaría en "La habitación del obispo". Todo, además, bañado en esas sintonías como de infancia setentera con que el gran Trovajoli sabía dar casi siempre el exacto punto sentimental, mezcladas aquí con tonadas pampeanas populares o rancios éxitos porteños de la época.
En suma, una película muy recomendable, dificílisima de rodar con esta soltura y que llega, no obstante, a buen puerto casi en todo momento. El final hace trampas, como siempre con el Risi que se ponía sentimental, pero es maravilloso. A reivindicar.