Yacimiento lunar

Regular filme de bajo presupuesto, película de serie "C", del género ciencia ficción, donde aprovenchando la presencia de dos actores que se hicieron famosos catorce años atrás (Rutger Hauer y Brion James), ambos precisamente actuando en el famosísimo filme de culto del mismo género ("Black Runner", de Ridley Scott, año 1982), hacen aquí de reclamo para vendernos una historia regular, rodada de forma pésima aunque con momentos muy simpáticos e incluso un lindo final que dejan un buen sabor de boca. Los niños sin duda sí pasarán un buen rato viendo esta obra.

El argumento: un jugador, un conductor de un transporte espacial de basura y un joven minero buscador de oro, se asocian para ir hasta un asteroide llamado "18" e iniciar allí excavaciones dentro de una cueva tratando de hallar el tan ansiado metal.

Jajajajaja, me vi esta película hace mucho tiempo, cuando regalaron los primeros dvd´s con las colecciones de los periódicos. La idea de un yacimiento de oro en un asteroide viajando por el espacio, es factible, y mola mucho, de hecho, ya sabemos todo el oro que hay en la tierra, y que se produce en las estrellas, de modo que si queremos más, solo podría ser así, con un asteroide, forrado de oro a no más poder, chocando sobre la tierra, jejeje.

En fin, hablando ahora de la película, la verdad que "pepitas de oro" no salen de este guión, ni del reparto, ni la interpretación o todo lo que se pueda incluir. Es mala con avaricia, rabia y vicia.

Esperemos que no la saquen en BluRay...

Buscadores de oro en el Espacio Exterior, colonias lunares, mutantes, cyborgs, naves espaciales, bandidos japoneses, seguro que nadie puede dar más.
Pero si bien es cierto que esta corta sinopsis parece atractiva, la película donde tiene lugar no lo es...en absoluto.

De haber pertenecido a una producción italiana de los '70 aprovechando el masivo éxito de "Star Wars", tal vez dirigida por Antonio Margheriti o Alfonso Brescia, habría tenido su cierta gracia con la perspectiva que da el tiempo, pero no. "Yacimiento Lunar" llega tarde, muy tarde, a mediados de unos '90 donde se siguen fabricando subproductos de ciencia-ficción, acción o terror deudores por entero de la década anterior y directos para el consumo del vídeo. Demos las gracias a Philippe Mora, un Albert Pyun australiano con mala suerte en el negocio del cine pero artífice de títulos de cierto interés para los adoradores del "B" ("Communion" o "Con la Bestia Dentro").
Sin duda el que nos atañe le llegará por casualidad al seguidor de Rutger Hauer, un hombre que tampoco supo tomar buenas decisiones en su carrera y acabó como acabó; y ésta no fue de las mejores, un nuevo intento de llevar un argumento de género clásico al imaginario de la "space opera" (más propio de tiempos pasados, como demostraron "Atmósfera Cero" y "Battle Beyond the Stars" (remedos de "Solo ante el Peligro" y "Los Siete Samuráis"/"Los Siete Magníficos"), "Los Invasores del Espacio" (otra copia de la de Kurosawa) o la misma "Star Wars", plagio de "La Fortaleza Escondida").

Mora vuelve la mirada al "western", en concreto al clásico de Huston "El Tesoro de Sierra Madre"; decide cambiar el México de principios de los '20 por colonias en la Luna y planetas remotos, y el efecto no podría ser más horteramente cutre, como una mezcla de las estéticas de "Star Wars" y "Desafío Total" pero gastando lo mínimo. Armond/Hauer (encarnación del Fred Dobbs original) tiene una manera curiosa de introducirse, como jugador de cartas elegante y descarado, pero tan pronto puede su carisma es arrasado por el guión; su colega Brion James está en modo "buen tipo" y se llama Sam (sería el viejo Howard).
Y el tercero en discordia, Ben (trasunto de Bob Curtin), no desentonaría en una de esas horribles películas actuales de la saga de Lucas. El desarrollo flojea desde el mismo instante en que éste conoce al primero, salvándole de una pelea (lo cual resulta totalmente injustificado); por tanto, del modo tan inverosímil en que los tres protagonistas deciden aliarse no se podrían esperar interacciones entre ellos demasiado ingeniosas. Ni mucho menos ayuda la bizarra configuración de secundarios ni los pobres efectos especiales, ni una localización demasiado "familiarmente americana" como para tratarse de la superficie de un asteroide.

Pero esperen que hay una cuarta dentro del grupo. ¿Ah, sí? Pues sí, porque resulta que James Cody es Camilla, una guapa pero insufrible Joan Chen (en su enésimo trabajo con Hauer), puesta cual espantapájaros, de elemento decorativo y pseudoromántico. La mayor carencia de "Yacimiento Lunar" es el trato de personajes de Mora y cómo los hace parte de una trama mal expuesta, responsables de algunos de los diálogos más avergonzantes de todos los tiempos, mientras se sigue a pies juntillas la obra de Huston. Y falta algo más. ¿Ah, sí? Pues sí: porque los protagonistas sufrirán recelos y desconfianzas, pero hace falta un elemento que dispare la violencia total.
Ése es un "Gold Hat" aquí llamado Loo Seki y convertido en una repelente unión genética de Steven Seagal y Tomisaburo Wakayama, pero de barraca de feria (¡pobre Don Stroud, lo que tuvo que sufrir!); nos hallamos de este modo ante uno de los peores villanos de la Historia del cine, o por lo menos más patéticos e inservibles (más que el Dr. "Who" de "King Kong se Escapa"...). La razón es que se toma realmente en serio, tal y como le sucede a la propia película, que varía y desvaría en una serie de hechos torpes, giros que se ven a ocho kilómetros de distancia y diálogos absurdísimos, destacando la degeneración por la que pasa Armond...o mejor dicho por la que pasa Hauer, quien a un punto de la historia se vuelve realmente insoportable.

Hay colmos para recordar, como su mutación en guerrero samurái (que catatónico me dejó), la aparición de un supuesto monstruo bajo el asteroide (que no causa ninguna sorpresa, ¡ni en el espectador ni en los personajes!...), los arrebatos dramáticos de Chen, donde se revela una vez más lo pésima actriz que es (desde luego estuvo alumbrada por la Virgen durante "Twin Peaks") o la aparición del propio Mora en el papel de Kosnikov. No puedo decir más, véanlo ustedes.
Termina todo muy bien para la pareja protagonista, de hecho se nos honra con un epílogo digno del episodio más mojigato de "La Casa de la Pradera". "Yacimiento Lunar" habría resultado simpática si se hubiera tomado como una parodia del género, al estilo Fred O. Ray, pero no y quedó esta chufa para la Biblia de los títulos más olvidables de la ciencia-ficción de serie "B" (o de "sub-Z"); segunda vez que la veo: la primera me causó estupefacción...ahora casi expulso la bilis. No me arriesgo a una tercera.

Por cierto, la mejor actuación es la del perro. Palabra de honor.