Perpetrator

Película que quizás quiera ir de surrealista, diferente o arriesgada, pero para mi se ha quedado en una película muy rara que no acaba de centrarse en explicar detalles sobre la trama y te deja un poco (bastante) impávido al comienzo, en su desarrollo y en el final. Quizás para verla y entenderla me hubiera hecho falta metanfetamina de Walter White.

Una chica rara de 17 años que vive con su padre raro, va unos días a vivir con su tía abuela (Silverstone), también rarita, y a un colegio raro con un director más raro aún. Aparte de esta extraña familia, están desapareciendo chicas por la zona, y coincide con que dicha familia tiene algún tipo de poderes (raros y mal explicados) que se desarrollan a los 18 años (viene en la sinopsis).

Cuando la estaba viendo, después de unos minutos, al comenzar a salir imágenes psicodélicas y escenas surrealistas, pensaba que este era el típico producto que hace que los críticos de horóscopo se pongan cachondos, y efectivamente, he visto muchos guisantes verdes y pocos semáforos rojos, pero quizás es que no me van los productos complejos (no seré tan inteligente) o pretenciosos que van de transgresores o innovadores, con metáforas visuales y escenas paranoicas que para mi solo son raras. A lo que más puedo llegar es pensar que tanta sangre (en tartas, chorreos varios de nariz, mares abstractos...) tiene referencias a la menstruación, así de simple soy.

Sin todos estos artificios, quizás se hubiera quedado en una peli de secuestros, desapariciones y venganza con un toque sobrenatural aceptable, pero deja demasiados trazos flotando en el aire, como si hubieran tenido que recortar una película de tres horas a poco más de hora y media.

Vale que sea diferente, pero para mi, acabó siendo floja. Y bueno, terror, pues dependerá de cada espectador, pero para mi, nivel 0'3 respecto a 'terror'.

Wolf.

Dirigida por Jennifer Reeder y producida por Shudder. Su problema principal es que no se entiende qué es lo que pasa.

Por Nicolás Bianchi

Lo primero que sorprende de Perpetrator es que haya participado de una de las competencias paralelas del festival de cine de Berlín, conocido como Berlinale, que es uno de los más importantes del mundo. La película no tiene ningún mérito para estar ahí y es un intento completamente fallido por contar una historia de terror adolescente aggiornada a la actualidad.

La protagonista Jonny (Kiah McKirnan) es una joven que está por cumplir 18 años y tiene una vida algo turbulenta. En la primera escena participa de un robo y después su cómplice masculino intenta abordarla sexualmente sin éxito. De todas maneras, el forcejeo culmina con un golpe y un moretón en el rostro de la chica. Nunca más en el film ese personaje vuelve a aparecer ni hay ningún tipo de mención a robar o ser víctima de un ataque sexual.

Jonny vive con su padre Gene (Tim Hopper), que se muestra abrumado y dice que ya no la puede contener. Por este motivo, la joven es enviada a lo de su tía Hildie (Alicia Silverstone), quien luce más aplomada. Esta familia, a la que pertenecen estos tres personajes, tiene una suerte de condición que parece manifestarse con fuerza a partir de los 18 años.

Aquí uno de los problemas centrales: nunca queda claro si son vampiros, una suerte de licántropos, médiums, videntes o qué. Esta indefinición no consigue crear ningún tipo de misterio sino que además es absurda. En paralelo, en este mundo hay un asesino de jóvenes de alrededor de 18 años, por lo que Jonny y sus compañeras de clase están en la mira.

A su vez, el colegio privado al que van está dirigido por un hombre joven, Burke (Christopher Lowell), que luce como un sádico y somete a las chicas a unos extraños operativos de seguridad preventivos de tiroteos. Sería muy obvio que este personaje, que está al borde del ridículo, tuviera algo que ver con los asesinatos de mujeres.
Como es posible ver a través de esta enumeración de tramas que tiene la película hay 4 o 5 temas en paralelo.

Otro problema de peso es que Perpetrator no ahonda en ninguno, o sea no trata sobre nada. Además, visualmente es espantosa. Por ejemplo, la familia de Jonny sufre algún tipo de alteración en el rostro que el film muestra con un efecto especial que es de menos calidad de la que puede tener un filtro gratuito en Instagram. Su presentación, su primera escena e incluso su afiche engañan: Perpetrator parece una buena película solo antes de comenzar a verla.

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