New York Doll

Un viaje muy curioso a la vida de un hombre acabado que fue un tipo que lo tuvo todo, pero que de un día para otro, dejó de tenerlo. Hablamos de Arthur Kane, el bajista y líder de la banda New York Dolls, alma del grupo junto con el cantante David Johansen, y caído en desgracia después de su expulsión de la banda que cambió el concepto que se hacía de rock hasta ese momento (apenas dos años más tarde dejaron de existir). Los New York Dolls han sido referente y santo y seña de esa escena rockera y extravagante donde todos se vestían de putas/putos y montaban show salvajes en los escenarios, fueron tantos lo que bebieron de su maravillosidad como Hanoi Rock, Mötley Crüe, Poison, ect... Que se les debe veneración.

Si bien en el documental, no se habla mucho del grupo, se habla de su bajista y, a eso voy: Tras la separación de los Dolls, Arthur entró en deriva y se fue a distintas ciudades americanas para buscarse la vida formando otros grupos, nada le salió bien. Era como insistir una y otra vez en algo que no tenía sentido. Por aquel entonces el bueno de Arthur Kane bebía más que tocaba y llegó a golpear a su mujer. Un episodio de violencia conyugal y de intento de suicidio fue lo que cambió su forma de ver las cosas. Encontró, tras pedir por catálogo una biblia mormona, la respuesta a su futura vida. Vio luz en un camino pútrido que lo elevó espiritualmente y lo convirtió en un ser más provechoso. Aunque en alguna ocasión en el documental, el bueno de Arthur se quejaba de haber pasado de viajar en limusinas a usar el autobus, sabe que mejoró como persona y como ciudadano. Consiguió la estabilidad con un trabajo en la biblioteca de la iglesia mormona de la ciudad donde residió hasta su muerte. Después apareció por su vida un admirador suyo llamo Morrisey, el gran Morrisey, líder de los "Smiths", y le propuso volver a tocar con el viejo grupo treinta años después. Dos de ellos ya no estaban y sólo quedaban tres de la formación original... Dejando de lado las tonterías ególatras y los reproches se reunieron de una forma exitosa y llevaron el concepto de show a la expresión antes conocida en su época de mayor esplendor. Su reunión fue un espectáculo digno y lleno de energía.

El documental no es muy bonito que digamos, porque se centra en la caída en desgracia de Arthur Kane y en como vive ahora, y su forma de vida sencilla y pobre. La fotografía de la cinta no es nada que te "parta el alma" y su desarrollo es lineal: Se cuenta la historia, se muestra la vida del protagonista del documental y el show que organiza Morrisey como conclusión.

Realmente lo que llama la atención de este proyecto es la vida que tuvo esta figura importante en la escena neoyorkina y como pudo sobreponerse a una vida que caía por el acantilado. La vida es dura para todos y aquí se muestra que para las estrellas de rock también. Por su historia, porque ya digo: lo demás es poco hermoso y atrayente, merece la nota que merece.